Mi futuro y él

66. Nuevos recuerdos

Después de lo que ha pasado en el baño no he vuelto a hablar con Ethan en toda la noche, aunque no nos hemos perdido de vista en ningún momento.

—¿Entonces he hecho bien?—me asusto al escuchar a Sophie tan de repente y me doy la vuelta.

—¿Qué?

—¿He hecho bien poniéndoos en la misma mesa?—pregunta con una sonrisa.

—¡Sabía que lo habías hecho aposta!

—Pues claro, y por lo que veo he acertado. Llevo un año sin ver tus ojos brillar como ahora.

—No me lo pongas más difícil amiga, por favor—digo haciendo un puchero.

—Pero si es que nunca os tendríais que haber separado.

—Ha pasado demasiado tiempo.

—¿Y qué? A lo mejor habéis madurado y es incluso mejor que antes.

—Es que si no es mejor, no voy a tener ganas de intentarlo.

—El amor ya lo tenéis y eso es precisamente lo más complicado de encontrar.

—¿Tú crees que todavía me quiere?

—Pregúntaselo tú misma.

Fija su mirada detrás de mí y me pongo roja al instante. ¡Tierra trágame! Sophie se aleja y yo sigo sin girarme, me da demasiada vergüenza. Lo hemos hecho en el baño, se me ha escapado un te quiero y no ha contestado, y para colmo me escucha preguntarle a Sophie si creo que todavía me quiere.

Su mano agarra la mía y me doy la vuelta con los ojos cerrados. No tardo en sentir sus labios sobre los míos de una forma tan intensa que dudo que mis piernas resistan a este asalto.

—Pues claro que te quiero—dice a escasos milímetros de mis labios—nunca he dejado de quererte.

Caminamos de la mano a la salida y como no todo puede ser bueno, encontramos a Matt esperándonos. En lugar de soltar la mano de Ethan decido enfrentarme a la situación sin mentiras y nuestro agarre se hace más fuerte.

—Dime que todo esto es una broma de mal gusto.

—No lo es Matt. Lo siento.

—Me has hecho perder el tiempo, te mereces todo lo peor del mundo.

Sus palabras me hacen sentir fatal y me esfuerzo por no llorar.

—No puedo decirte otra cosa que lo siento.

Matt no dice nada más así que me alejo con Ethan a mi lado. La verdad es que no sé a donde nos dirigimos así que me limito a seguir caminando en silencio. Unos 5 minutos después llegamos al hotel que los novios han reservado para todos los invitados y Ethan no se lo piensa dos veces antes de llevarme a su habitación.

—Debería ir a por mis cosas—digo deteniendo mis pasos.

—¿Vas a volver?

—Sí.

Deshago mis pasos volviendo a la entrada del hotel y pido la llave de mi habitación. Es entonces cuando me doy cuenta de que Matt y yo reservamos la misma, pero es demasiado tarde porque le tengo justo detrás.

—Solo he venido a por mis cosas—digo sin mirarle.

Él no dice nada, lo que me inquieta más que tranquilizarme. Después de la calma viene la tormenta, en su caso siempre es así.

Apenas había desecho la maleta así que tardo solo unos minutos en recogerlo todo. Cuando miro hacia la puerta veo que está justo delante de ella.

—Matt, déjame salir.

—No hasta que me expliques qué tiene él que no tenga yo. ¡Soy mucho mejor que él!

—No es cuestión de quién sea mejor, son sentimientos. No puedo obligarme a sentir algo por ti, entiéndelo.

—¡¿Entonces por qué te acostaste conmigo?!

Levanta mucho la voz y doy un paso hacia atrás, nunca le había visto así. De repente llaman a la puerta y respiro aliviada, sea quien sea es mi salvación.

—Zoe, abre la puerta.

—Me están esperando.

—¡Pues que espere!

—Matt como le pongas una mano encima... Te juro que vas a arrepentirte—dice Ethan a través de la puerta.

—¡Yo nunca la haría daño, pero tú no puedes decir lo mismo!

No hay respuesta de Ethan y mis nervios aumentan.

—Matt, mañana podremos hablarlo todo más tranquilos...

—No quiero hablar contigo.

—Entonces deja que me vaya.

La puerta se abre y aparece Ethan junto con el chico que estaba en recepción, quien al parecer tenía una copia de la llave. Salgo de la habitación y Matt no me lo impide.

—Va a venir seguridad—dice el recepcionista.

—Por favor, solo quiero irme a descansar. Estoy segura de que ese chico no volverá a molestarme.

—¿Seguro Zoe?—me pregunta Ethan

—Sí, además voy a estar contigo. No me hará nada.

—De acuerdo señorita. Si tiene algún problema no dude en avisarnos.

Le doy las gracias y me alejo de la que antes era mi habitación. Vamos al ascensor y Ethan me abraza.

—¿Por qué has venido? ¿Y cómo sabías cuál era mi habitación?

—He escuchado los gritos de Matt, tu habitación está justo debajo de la mía.

—Gracias.

—Ese chico está fatal Zoe, ¿cómo has podido ser su amiga tanto tiempo?

—No suele actuar así, siempre ha sido bueno conmigo...

Una lágrima escapa de mis ojos y Ethan no tarda en pasar su pulgar por mi mejilla.

—No llores princesa.

Perfecto detonante para que me desmaye ahora mismo por tantas emociones. Ethan debe notar que me he quedado petrificada y le resta importancia.

—Me ha salido sin querer—no digo nada y le sigo al interior de su habitación—lo siento.

—Me encanta que me llames así, es solo que me ha traído demasiados recuerdos.

—¿Buenos?

—Sí.

—Cuéntamelos.

—Prefiero crear nuevos, empezando por...

Me acerco a sus labios y le beso, sabiendo que este es el comienzo de un gran cambio en nuestras vidas.