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Comencé a correr como loca por todo el departamento buscando que todo estuviera en orden.
Dylan salió de su cuarto frotando sus ojos, con el cabello alborotado y habló con su voz ronca de las mañanas:
— ¿Por qué corres de un lado a otro como histérica?
— ¡Mi mamá llega en dos horas! —exclamé recogiendo la ropa regada en la sala y metiendola al cesto.
— ¿Y el problema es? —enarcó una ceja y se dejo caer en el sofá.
Me detuve y lo miré mal—. Sabes como es, si ve el departamento hecho un desastre va a comenzar a alegar y no estoy de humor para soportarlo, suficiente será con lo que ya se que va a decir de ante mano. Ahora, mueve tu trasero y ayúdame a limpiar.
Dylan rodó los ojos y se levantó del sillón.
➳
Terminamos de limpiar el departamento media hora antes, así que nos dio tiempo suficiente para ambos bañarnos y estar presentables.
Aunque como mi mamá no es la persona más puntual del mundo, llego un poco más tarde de lo esperado.
— ¡Cariño, estoy tan felíz de verte! —Fue lo pimero que dijo cuando abrí la puerta, abrazandome enseguida—. Mi amor estás tan delgada, que linda te ves.
Rodé los ojos internamente. Ya se estaba tardando.
— ¡Dylan, me alegra tanto verte! —se acercó a mi mejor amigo y lo abrazó—. La última vez que te vi fue después del accidente, me alegra que estés mucho mejor cariño, de verdad nos preocupaste a todos, pero gracias a Dios y a que eres muy fuerte todo está bien.
Rodé los ojos. Mi mamá es un poco muy católica, lo cual resulta un conflicto para mis hermanos y yo, pues nosotros no somos católicos.
— Bueno, me muero de hambre, ¿nos vamos?
➳
— Entonces hija, ¿cuándo conoceré a Shawn? —casi me ahogó con un grano de elote.
Así es, trajimos a mamá a Chilli's.
— Mmm, ¿cómo sabes que estoy saliendo con alguien?
— Hija, eres una persona famosa, siempre hay personas en Internet hablando de ti... —
— Mamá, nisiquiera sabes usar Facebook —la interrumpí—. No te sabes ni tu contraseña.
— Bueno, bueno, Ina probablemente me haya dicho algo, pero si investigue un poco, aunque de cualquier manera, hubiera preferido que me lo dijeras.
Maldita Ina.
— Lo siento, todavía es muy reciente, pensaba esperar más para que lo conocieras pero si quieres podemos salir a cenar con el mañana —me encogí de hombros.
— Si, me parece bien, ¿te gustaría venir con nosotros, Dyl? —fruncí el ceño. ¿Por qué le pediría a él eso?
— No, prefiedo fedarbe en basa —habló después de morder su hamburguesa.
Suspiré de alivio.
— Este chico es tan tierno, Felicity —rodé los ojos.
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