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-¡Marco! -grité mientras soltaba una carcajada y corría por el campo con él pisándome los talones.
-¡Para y dejo de perseguirte! -exclamó desde atrás. Yo comenzaba a cansarme y aflojar el paso.
-¡No, me vas a hacer cosquillas! -en un mal movimiento mío, caí al suelo y Marco aprovechó para colocarse encima mío y hacerme cosquillas.- ¡Marco! -empecé a tirar golpes al aire pero él los esquivaba.
Estábamos en el Bernabéu, hoy sería el juego de ida contra el Atlético, los chicos salían a calentar en cualquier momento y mientras tanto yo tonteaba con Marco.
La relación que llevaba con Marco era algo extraña, la pasaba genial con él, me divertía y de vez en cuando salíamos y la pasábamos genial, pero simplemente no me sentía completa como lo hacía con Paulo, él me complementaba.
-Ya debo irme. -dijo cuando vio como los chicos empezaban a salir al campo para calentar, al igual que los del Atleti.
-Bueno, vale. -hice un puchero y me despedí de él para luego encaminarme al túnel de los jugadores. Sin querer choqué con alguien.
-Perdona. -dije y alcé la mirada para ver de quien se trataba.
- No te preocupes, guapa. -Fernando Torres me dejó atónita cuando se marchó no sin antes sonreírme y guiñarme un ojo.
-Tíos. -suspiré y seguí con mi camino al palco.
-¡Mi vida hermosa! -alguien gritó a mis espaldas y supe perfectamente de quien se trataba.
-¿No deberías estar calentando? -le pregunté cuando llegó a mi lado.
-¿Y tú no deberías no ligar con otros tíos cuando tienes novio? -puse los ojos en blanco.
-Fue él, no yo. -sabía que se refería a lo que había pasado recien.- En fin, ¿qué quieres?
-Isco esta arriba con Alice, cuidalo. -asentí y antes de irme le di un abrazo de buena suerte.
Subí al palco donde estaba todas las familias de los jugadores.
-¡Tita! -en lo que entré, mi sobrino saltó de las piernas de Alice y vino corriendo hacia mí.
Lo abracé y lo cargué en mis brazos, ambos nos sentamos y vimos hacia el campo cuando todos los jugadores comenzaban a salir y el himno de la Champions empezaba a resonar por todo el estadio.
Se me pusieron los pelos de punta cuando vi hacia las gradas, de verdad los madridistas somos la mejor afición del mundo.
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