13: Mejores momentos.

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Me arden los ojos y siento un infinito arrepentimiento por haber llorado, puesto que ahora estoy más agotada de lo que normalmente termino en el día. Pero quiero hacer muchas cosas antes de irme a la cama, y esto solo hace que todo se complique.

En cuanto llego a mi apartamento, me cambio a una ropa más cómoda, luego saco de paseo a mis preciosos canes y al regresar, me dispongo a comer algo que yo preparo. Tardo un poco haciéndolo, porque de verdad tengo hambre. No he almorzado y lo único que comí en el desayuno fue una manzana con un poco de yogur. Y mi estómago está a punto de hacer una buena revolución con mis intestinos.

Cuando me he sentado a comer, decido saber si puedo obtener noticias de mi madre. Tomo mi celular y marco su número mientras mastico. Ella no tarda en responderme, emocionada como siempre. Lejos de cualquier realidad dolorosa. Lejos de la realidad en la que mi padre me ha encarcelado.

-Hola, mamá -digo, y espero que el desgano en mi voz no sea tan notable-. ¿Está todo bien?

-Sí, claro, ¿por qué no lo estaría? -Dice-. Estaba cenando. Tu papá está molesto porque me he levantado a responderte.

-Oh, lo lamento. Te llamo luego, entonces -advierto.

-No, no. Ni lo sueñes -gruñe-. ¿Qué tal todo por Stanford? Ah, por cierto, ¡ya casi cumples años, mi princesita!

-Todo está bien -respondo a su pregunta-. Papá me comentó lo del embarazo. Felicidades, de verdad, mamá.

-Oh, cierto, había olvidado decirte, mi vida -expone, avergonzada-. Creo que ya sé cómo se va a llamar.

- ¿Ya sabes qué es? -Cuestiono, impresionada.

-No, aún no. Pero tengo el presentimiento de que es niña. Se va a llamar Alissa -dice-. Es un hombre precioso. Y mis tres niños combinarían, Alexander, Arianne y Alissa. ¡Suena precioso! ¿No crees?

- ¿Y si es chico? -Cuestiono, mamá siempre saca conclusiones apresuradas y con ello se da de golpe en las decepciones o prisas.

-Entonces arruinaré el patrón -ríe dulcemente-. Me encanta el nombre Joshua. ¿Te gusta? Es un nombre muy bonito, así te ibas a llamar tú si hubieses sido hombre. Pero de verdad amo tu nombre.

Me imagino que debe estar demasiado feliz con este tema, porque si agrega tanto a algo tan simple, es porque de verdad le ilusiona. ¿Y mi padre quiere que le baje de esta nube? Mamá siempre es feliz, pero esta emoción no es de todos los días.

-Sí, lo sé -consigo reír-. Solo llamaba para saber si estabas bien. Estoy algo ocupada, terminaré de cenar para hacer las tareas e irme a dormir. ¿Hablamos otro día?

-Hasta pronto, mi vida. Te amo.

-Yo también te amo, mamá -correspondo, y posteriormente cuelgo.

Finalizo de comer con la sensación de intranquilidad un poco más baja, luego, lavo los trastos y echo mi ropa sucia a la lavadora solo para tener algo que hacer. He adelantado varios proyectos, por lo que el cansancio y que me venza es lo único que me queda. Y no quiero que sea así.

Casi no me gusta ver televisión, de hecho, es una de las actividades que más lejos se quedan de mi lista de actividades extracurriculares. Mas no dudo en sentarme a ver una película en el momento mientras acaricio el pelaje de Pumba y permito que Copitos y Bambi se sienten en los otros sillones.

Y a la mitad de la espantosa película vieja, recibo una llamada. Es Harry. No dudo un solo instante en responderle, aunque, cuando lo hago, siento que el corazón me late en las orejas y no sé por qué. Es una sensación de pura adrenalina y temor.

Días de GloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora