cap 16

3.8K 174 25
                                    

Todo va bien. Bueno, la verdad es que no tan bien. Despues de que me mandara ese mensaje me presenté en su casa. Estaba verdaderamente contento, cariñoso, y no paraba de hablarme y preguntarme cosas que yo respondía con una sonrisa en la cara. Pero, después de dos semanas de ese día, la cosa cambió un poco. Bryan estaba distante. No estaba como siempre. Ademas, no contestaba a mis llamadas ni a mis mensajes, y hacía tiempo que no le veía. Al principio estaba enfadada con él por no avisarme ni decirme dónde se había metido, pero luego pasé a está preocupada. Hasta hoy. Estoy preocupada. No sé nada de él.

—Eli, no te preocupes, estará ocupado haciendo...

Alex, mi hermano, intenta calmarme siempre que puede, pero ya no lo consigue.

—¿Haciendo que? Lleva días sin hablarme.—le interrumpo, y me tumbo en el sofá mirando hacia el techo.

No me contesta, suspira y se dirige a su cuarto dejándome sola en el salón. Mis ojos empiezan a entrecerrarse, pero entonces, el irritante tono de llamada de mi móvil me despierta. Me levanto rápidamente y empiezo a andar por toda la casa. Hacia días que no escuchaba ese sonido... Es Bryan.

—Eli, ¿como estas?

Sonrio al oír su voz.

—Bien, yo...

—Escucha—me interrumpe, y mi expresión de la cara se vuelve seria—Siento mucho no haber estado estos días para ti, pero...

No digo nada, esperando que continúe la frase, pero parece que le cuesta.

—¿Puedes venir a mi casa? Por favor.

Su tono de voz empieza a preocuparme. No nos hemos dirigido la palabra durante días, y lo primero que me dice después de todo hace que me sienta mal. Muevo la cabeza hacia los lados, con un intento de desaparecer cada pensamiento malo de mi cabeza. Hasta que no vaya a su casa no podré saber que le pasa. Así que, dicho y hecho, salgo de casa sin ni siquiera avisar a mi hermano y me dirijo a casa de Bryan.

Me abre la puerta y me sonríe delicadamente. Cierra la puerta detrás de si y nos quedamos, mirándonos a los ojos, uno enfrente de otro. No sé si este es un buen momento para hacerlo, pero me lanzo a sus brazos y le planto un beso en la boca. Él me lo devuelve, pero no con la misma intensidad que siempre, y se aparta al segundo. Es ahí cuando me doy cuenta de que algo pasa.

—¿Estás bien?—digo apartándome un poco de él.

Él mira hacia abajo, evitando hacer contacto visual conmigo.

Suspira profundamente.

—Me han regalado una beca para estudiar en Nueva York. Es una buena oportunidad para meterme en el mundo del fútbol y poder llegar a ser... importante. 

Le miro a los ojos, pero no digo nada. Suspiro e intento mantener la calma. Tengo que buscar una solución a esto, no puede ser tan malo.

—¿De verdad?—fijo emocionarme—Eso es genial, Bryan. Era lo que querías, ¿verdad? Me alegro mucho por ti, de... de verdad.

Al escucharme decir eso, empieza a negar una y otra vez con la cabeza y se aleja aún más de mi, nervioso.

—No, Eli. No hagas eso.

—¿Que no haga el...

—Eli, —me interrumpe, esta vez acercándose a mi, y mirándome a los ojos— Me voy. Un año.

Me río, intentando desesperadamente no llorar.

—¡Y me alegro por ti!—le agarro de las manos y sonrio—Te llamaré todos los días preguntándote que tal. También podemos hacer eso de la videollamada y...

—No, Eli. Para.—me suelta las manos—No puedo hacer esto. Es mejor para los dos.

Llegados a este punto, sé perfectamente lo que intenta hacer, y no puedo evitar que las lágrimas empiecen a aparecer. No puede estar pasando esto. No ahora.

—¿De que hablas? Bryan, por favor...

—No podemos seguir juntos. Tienes que entenderlo. Es lo mejor...

Le miro, ahora, enfadada. Es increíble. Me lo dice tan directo y sin mostrar sentimiento alguno, que empiezo a pensar si de verdad le importa.

—¿Lo mejor? ¿Crees que lo mejor para mí es dejarte?

—No voy a poder soportar oír tu voz y no tenerte cerca. No voy a poder soportar verte a través de una pantalla y no poder tocarte. No puedo... No puedo hacerlo.

Ahora mismo no puedo hablar. Me seco las lagrimas como puedo, pero siguen saliendo. Me siento rota, destrozada por qué esto esté pasando.

—Eli...

—¡Para! ¡No hagas esto!—le interrumpo perdiendo los nervios—¿Por que vas por el camino fácil? ¿Que es lo que quieres?

Se acerca a mi cogiendome de las manos, con un intento de tranquilizarme. Las apartaría si pudiera, pero él siempre tendrá un poder sobre mí. Sus manos entrelazando las mías hacen que, derrepente, me calme.

—Tienes que olvidarme, por favor. Me mataría saber que estás aquí sola, pasándolo mal por qué no podemos vernos. Sé que ahora piensas que podría funcionar, pero sabes perfectamente que no podríamos...—suspira, y continúa—No puedo estar sin ti, Eli.

—Entonces no me dejes—susurro, y miro hacia abajo.

—Prométeme, Eli, que te olvidarás de mí.

No puede pedirme eso... Nunca me hubiese imaginado que Bryan acabaría diciéndome algo así. Rápidamente me alejo de él y las lágrimas vuelven a aparecer sin poder controlarme.

—¿Olvidarte? ¿Es que todos estos momentos no han sido nada para ti? Así que te olvidarás de mí y harás como si nada de esto hubiese pasado, ¿no es así? ¿Es eso lo que quieres?

—Eli, no quería decir eso...

—No. ¿Sabes que? Me voy. Me voy ahora y me voy de tu vida, porque es eso lo que quieres. Te vas por el camino fácil. "Nos olvidamos, y ya está" ¡Como si fuese tan fácil, Bryan!—lloro desconsoladamente y me dirigió a la puerta sin pensar en nada más, y le dirijo mis últimas palabras al chico que pensé que podría cambiarme la vida, pero que lo único que ha hecho ha sido que vuelva a pasarlo mal:

—Te odio, Bryan.

No te gusto. No me gustas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora