Algo.

No

No siempre fui fuerte,
yo nunca llevé esa capa;
Mirame en el espejo para ver si sigo siendo humano.

Aviso que yo ya me perdí por el camino de rosas y me casé con la música con los poemas como amante.

La oscuridad enamora a quien la mira con deseo, jurando ese camino de colores olvidados.

Me perdí en esa telaraña,
porque no siempre fui fuerte:
deseé morir entre suplicas.

Dices que cambié, aunque no conoces a mi persona,
pero fuiste tu el que reclamaba paz con el dedo en el gatillo.

Bebes para no verme y gritas para no oírme, pero lloras a carcajadas cuando me ves en tu reflejo.

Me hablas de ruina y espinas,
solo porque no quise
recoger las cenizas.

Me clavas el polvo en mi herida,
y me culpas del tiempo,
aunque este siempre esté
de nuestro lado.