El Internado.

Hasta siempre, amigo.

Los días pasan y todo parece estar tranquilo. Marcos y Carolina, aunque se besaron, siguen sin dar el paso. Iván y Vicky, ya no esconden su amor, aunque ni ellos mismos se lo creen.

-No me puedo creer que estemos juntos. Todo parece tan bonito, que no sé si creérmelo. –Dice Vicky, abrazando a Iván mientras están en la cama de él.

-Bueno, pues habrá que disfrutar del momento, ¿No? –Dice Iván, volviendo a besarla. –Creo que se me ha perdido la lentilla dentro de la cama, voy a buscarla.

Cuando Iván se mete debajo de la cama, aparece Cayetano. Por lo que Vicky golpea a Iván y éste sale de la cama.

-No sabía que estabais aquí. –Dice Cayetano.

-Sí, pero ya me voy. –Dice Vicky, terminando de vestirse.

Vicky le da un pequeño beso a Iván y se marcha.

-Qué bien os va, ¿No? –Dice Cayetano.

-Pues sí, parece imposible pero sí. Pero bueno, estamos empezando.

-¿Cómo has podido? ¿Es qué no sabías que me gustaba? –Dice Cayetano yéndose.

-Pues no, no lo sabía...-Dice después de que su amigo se ha marchado.

Sabe que no quiere hacerle daño, pero él no decide de quién se enamora.

Se preparan para un nuevo día de clase. Con todo lo que les está pasando últimamente, no se sienten seguros en ningún sitio. Bajan al comedor a desayunar.

-Tenemos que bajar a los pasadizos. –Dice Carolina. –Hay que encontrar a los cinco huérfanos. De ésta forma todo acabará.

-Está bien. A las once en el pozo.. –Dice Vicky.

Cayetano está muy raro. Desde que ha visto a sus amigos besándose está muy callado.

-¿Qué te pasa? –Dice Cayetano.

-Nada, no me pasa nada.

-¿Es por lo de Vicky e Iván?

-Sí, joder tío. Me gusta Vicky y él va y se lía con ella.

-Mira Cayetano, si Iván hubiese sabido que te gustaba Vicky no habría empezado nada con ella.

-Ya, claro.

Paula, lleva varios días viendo a una persona. Según ella se llama Gnomo, es muy alto, y tiene un aspecto un tanto extraño, pero a ella no le da miedo. No le ha dicho nada a nadie, porque sabe que si su hermano se entera, no la dejará jamás ir al bosque a verla. Algunas veces va al internado a verla, pero sin que nadie se entere.

Pasan las horas y ya los chicos se están preparando para la cena de Santa Isabel, si todo anda según lo previsto, a las once ya los profesores estarán en las copas y no se enterarán si se han marchado.

Cuando todos empiezan a marcharse, el padre de Iván aparece.

-Iván, Iván. Un momento. ¿Dónde vais?

-A fuera un momento, nos han mandado a por más sillas al cobertizo. –Se inventa Iván.

La pequeña Paula, que también se quiere marchar, aprovecha que su hermano está fuera y se va con el Gnomo.

-Mira hijo, sabes que si no fuese importante no te pediría esto. Dentro de una semana hay un juicio por la denuncia de malos tratos que me puso mi ex. Si tú no declaras a mi favor, me meterán en la cárcel.

-¿Quieres que mienta?

-No vas a mentir. Soy tu padre. No me puedes hacer esto. La estúpida de mi ex sólo me quiere sacar el dinero.