La noche del fuego.

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Carolina cae al suelo aún con los ojos vendados, pero por lo menos han tenido la delicadeza de soltarle las manos. Hasta que no oye la furgoneta marchar, no se quita la venda de los ojos. Tiene miedo de ver lo que hay, pero necesita volver al internado.

Cuando abre los ojos, se da cuenta de que sigue en el bosque del internado, por lo que respira tranquila y decide echar a andar y llegar cuanto antes al colegio.

Los chicos, se despiertan para empezar el nuevo día. Es viernes y el día es un poco más corto, ya que es la noche de las hogueras. Es una tradición en la que se quema todo lo malo y se deja paso a lo bueno.

Marcos, lleva dos días sin pegar ojo, quiere saber de Carolina, sea como sea.

-Marcos, tienes que dormir. –Dice Roque.

-Hasta que no vea a Carolina, no voy a poder dormir. Le ha pasado esto por mi culpa, si hubiese aceptado estar con Amelia, no habría pasado nada. Carolina, estaría con nosotros. –Dice Marcos.

-Marcos, seguro que el plan era secuestrar a Carolina sí o sí. –Dice Iván. –No tiene nada que ver contigo. Ella tenía acceso directo a ti y quizá, si tú estabas con ella, le ibas a contar todo lo que íbamos a hacer.

-Bueno, aquí tumbados no vamos a hacer nada, vamos a prepararnos que si no, llegamos tarde. –Dice Roque.

Cuando los chicos salen de la habitación, Vicky y Julia, están esperándolos en el pasillo. Vicky, está muy apenada por no saber dónde y cómo está su amiga.

-Chicos. ¿Y Carolina? –Pregunta María.

-Está enferma, y anoche se marchó con su madre. –Dice Iván.

María, sabe que algo no anda del todo bien, pero piensa que son cosas de adolescentes y prefiere creerse lo que su hijo le cuenta. No quiere cansarlo y que su hijo se eche para atrás. Desde que dijo abiertamente que era su madre, decide ir con pie de plomo.

Fermín, que ha oído la pregunta de María, se para a hablar con los chicos.

-¿Dónde está? ¿No está con su madre, verdad? Es más, apuesto a que su madre piensa que está aquí. –Dice.

-Amelia la ha secuestrado y no sabemos dónde está. –Dice Marcos.

-Llevamos dos días sin saber nada de Carolina. –Dice Vicky, echándose a llorar.

Iván, que sabe por lo que está pasando su amiga, le da un abrazo. Julia, que está al lado, siente celos.

-Bueno, lo importante es que todos piensen que está mala de verdad. De lo contrario, todo esto va a ser incontrolable. –Dice Fermín.

Jacinta, pasa por el pasillo con cientos de objetos para quemar en la hoguera.

-¿Vais a quedaros mirándome o me vais a ayudar? –Dice Jacinta.

-Jacinta, tenemos clase. Y no queremos que nos echen a la hoguera. –Dice Iván.

Ayudan a Jacinta a dejar a unas cosas en la habitación de los trastos y se meten a clase. Es la de literatura, así que les toca con Héctor.

-Hoy, es el día de la hoguera. –Pone en la pizarra.

Héctor, escribe la H con un punto entre las dos líneas, por lo que todos los de la clase, se quedan extrañados y empiezan a reír, pero no le dan importancia.

-Marcos. Tú y yo tenemos una conversación pendiente. –Dice Héctor, acercándose a Marcos.

Éste hace caso omiso, quizá de esa forma, se le olvide y no le saque más el tema. No sabe que decirle y no puede saber lo que está pasando.

El Internado.Where stories live. Discover now