Capítulo 2

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Cuando consigo callarme, me levanto de la cama y empiezo a vestirme para ayudar a los trabajadores ya que parece que soy una más aunque a mi no me pagan. Pero algo hace que me quedé quieta y mire por la ventana para ver algo muy pequeño pegado en los barrotes. Cuando me acerco para observarlo mejor, veo que es un papel así que lo cojo y lo abro con cuidado y en su interior contiene las palabras "están vivos". ¿Qué quiere decir esto? Nunca había tenido un mensaje del exterior, supongo que habrá volado hasta aquí.

Después de un rato pensando voy al comedor donde ya está todo el mundo,me sirvo leche y unas galletas y sigo pensando en la nota que me he guardado en el pantalón porque no quiero que nadie la vea.

-¿Has vuelto a tener otra pesadilla?- me pregunta Ana, una chica joven que trabaja en el orfanato y es con la única persona con la que puedo hablar.

-Nunca se van- respondo y meto una mano en el bolsillo del pantalón para tocar la nota.

Dejo de pensar en eso cuando aparecen dos personas vestidas con traje, lo cual llama mucho la atención ya que las personas que adoptan no suelen vestir tan formal, que se dirigen al despacho del director.

-¿Crees que vendrán a adoptar?- me pregunta Ana.

-No lo sé pero no tienen pinta de que les gusten los niños.

Después de un rato me vuelvo a quedar sola, termino de desayunar y cuando me dispongo a ayudar, Ana viene hacia mi bastante seria así que presiento que lo que me va a decir no me va a gustar.

-Alex, el director quiere verte.

Ana me guía por el pasillo sin decir nada, de echo yo no he dicho nada desde que vino a por mi.

-No entiendo porque quiere verme, nunca se ha preocupado por mi- rompo el silencio.

-Yo tampoco lo entiendo pero el director parecía muy nervioso- dice Ana y justo abre la puerta del despacho en el cual están el director y los dos hombres que iban vestidos de traje. Cuando me ven, el director viene hacia mi bastante rápido y comienza a hablar.

-Ya lo ven, esta no es la chica que buscan.

-Si no le importa, preferimos hablar con ella, no con usted- dice uno de ellos que se acerca y me mira- Hola soy Erik y el es Frank y somos policías- justo cuando lo dice me enseña su placa y al ver mi cara de preocupación añade- tranquila no pasa nada, solo queremos hacerte unas preguntas. ¿Te llamas Alex?- asiento- ¿Desde cuando estas aquí?

-Desde hace cuatro años- respondo, no me gusta su presencia por eso hago lo mismo que con el psicólogo, decir lo menos posible.

-¿Tus padres eran policías?- asiento- ¿Murieron en una explosión?- asiento de nuevo sin saber que decir- Verás, Frank y yo estamos aquí porque todavía no se sabe nada de lo que ocurrió pero podría haber sido un asesinato y dado que tu fuiste la última persona en verlos con vida, necesitamos que vengas con nosotros.

-¿Cómo ha dicho?- interrumpe el director- no pueden llevarse la.

-Claro que sí, estamos investigando el caso de sus padres y la necesitamos.

-Pero no puedo dejar que se la lleven, puede ser peligroso y ella no está mentalmente bien.

Mientras discuten me quedo callada y pensado en que esta es la única oportunidad que tengo de salir de aquí y tengo que aprovecharlo.

-Me voy con ellos- digo y todos se callan.

-Ya la ha oído, se viene con nosotros- dice Frank.

-Pero no es su decisión- replica el director.

-Ya es lo bastante mayor para tomar sus propias decisiones y si quiere no hay razón por la que no venga- dice Erik.

El director se queda callado pero después de un rato habla.

-Esta bien, irá, pero con una condición, tiene que volver.

-Eso está hecho- dice Frank que se dirige a mi- ahora ve a tu habitación y recoge lo necesario, nosotros te esperamos fuera.

Cuando termino de recoger algunas cosas, me dirigo al coche donde me están esperando y en cuanto entro, Frank arranca.

-¿Por qué me necesitáis?- pregunto rompiendo el silencio.

-Es confidencial, cuando lleguemos lo sabrás.

-¿Y por qué no puedo saberlo ahora?

-Nosotros sólo seguimos órdenes y una de ellas es no contarte nada hasta que lleguemos.

-¿Por qué?

- Porque la persona que está al mando quiere contártelo en persona y basta de preguntas.

Después de media hora de camino llegamos a una casa muy grande, parece una mansión pero no parece muy lujosa ni tampoco parece una comisaría.

-¿Dónde estamos?- pregunto como si estuviera desorientada, lo cual es cierto.

-Bienvenida a nuestra residencia- dice Frank- aquí vivirás mientras estés con nosotros.

-Creía que íbamos a la comisaría y que me presentaríais a otros policías y al que está al mando de la investigación- digo seguiendoles  cada vez más nerviosa.

-La verdad es que te mentimos en una cosa- dice Frank- no somos policías.

-Pero me enseñasteis la placa- cada vez estoy más nerviosa y a punto de tener un ataque de pánico.

-Las robamos. Además, ¿para qué querrían dos policías tu ayuda en un caso?

-No lo sé pero si no me necesitáis, ¿para que me habéis sacado del orfanato?

-Puede que si te necesitemos.

Justo en ese momento entiendo que me han engañado y que de aquí no puede salir nada bueno, así que hago lo único que puedo hacer en este momento: correr.  

La ResistenciaWhere stories live. Discover now