Capítulo 23

39 4 6
                                    

Sigo andando por la enfermería acompañada por Tom. Aunque quiero ver a mis amigos, no soporto estar aquí. Todo el piso dedicado a los enfermos es siniestra, mires donde mires todo está lleno de personas que en sus caras reflejan dolor y además de eso, el olor es insoportable es una mezcla de olor a metal y descomposición.

Llegamos al sitio donde han curado a Fin y Axel y suelto un suspiro de alivio cuando veo que los dos están conscientes y mejor que cualquier otra persona en esta enfermería.

-¿Te has perdido por el camino?- dice Fin en cuanto me ve entrar. Noto que esta algo cansado y es normal.

-Es que no quería ver tu cara pálida.

-¿Qué dices? Si estoy mejor que nunca.- Intenta levantarse pero no lo logra y se vuelve a tumbar con un gesto de dolor.- Bueno duele un poco pero estaré bien.

-Me alegra verte consciente- le sonrío- y gracias por ponerte en medio de la bala y de mí.

-Es mi trabajo, por eso Charlotte me dejo venir. Si te llegará a pasar algo Charlotte me mataría.

Miro a Axel que está a su lado muy callado. Ya no se ve el corte que tiene en la garganta ya que está cubierto por una gasa.

-¿Estas bien?- le pregunto.

-No te molestes.- dice Fin- el corte que tenía no era muy profundo pero le han tenido que dar puntos y el chico que se ha encargado de él dice que evite hablar.

-Creo que es un regalo para todos.- dice Raven.

Pero para mí no lo es. Axel es el único que entiende por lo que pase en el pasado y con el único que puedo hablar pero al parecer ahora ya no puedo.

Nos quedamos al lado de Fin y de Axel sin molestar a las personas que van de un lado a otro para atender a todos los heridos. Quisiera ayudarles pero solo con el olor que desprenden las heridas me mareo. Mientras nos quedamos mirando como hacen su trabajo, Tom se despide de nosotros para poner en marcha el plan de evacuación. Lo último que nos dice es que volverá a por nosotros y a por los demás heridos cuando este todo listo.

Durante el tiempo en el que estamos en la enfermería puedo ver que muchas de las personas están conectadas a máquinas y eso hace que me plantee dos cosas. La primera es que de dónde han sacado tan buen equipo médico y la segunda es que cómo van a aguantar el viaje todas estas personas sin máquinas. Muchas de estas personas podrían morir en cuestión de segundos por la falta de las máquinas incluso la pequeña Sam.

Fin, Axel, Raven y Colin se quedan dormidos ya que están cansados de todo lo que ha pasado en tan poco tiempo, y como es costumbre, aunque este muy cansada, no tengo ganas de dormir. Veo a uno de los médicos que se acerca a comprobar si Fin y Axel están bien.

-Están bien solo algo cansados.- Le digo.

-Es normal después de recibir un disparo y un corte en la garganta. Sé que están bien pero tengo que comprobar que él no se ahoga mientras duerme- señala a Axel.

-¿Se puede ahogar?- digo con tono de preocupación.

-Si se duerme en una mala postura podrían abrirse los puntos y provocar una hemorragia interna lo cual haría que se ahogara con su sangre.

-¿Cuál es la posición idónea?

-Boca arriba y con el cuello estirado. Como está ahora mismo.

-No te preocupes por él, yo me encargo. Intenta ayudar a los demás.

-Gracias- dice y ayuda al paciente que está a mi lado.

Veo como el chico coge una inyección y se la inyecta al hombre anciano que espero que solo este dormido. Aparto la vista en cuanto la aguja entra en contacto con la piel del anciano.

-¿Miedo a las agujas?- pregunta con una sonrisa.

-No pero no es que me gusten mucho.

-A nadie le gusta.- añade.

-¿Eres médico?- pregunto mientras el sigue atendiendo al hombre.

-Sí, era médico en el ejército.

-Por eso conoces a Tom.

-Sí.- Sonríe.- pareces lista, ¿hay alguna cosa que no sepas?

-Demasiadas pero hay una cosa que me llama la atención y tú me la podrías resolver.

-Adelante, pregunta lo que quieras.

-¿Cómo sobrevivirán todas estas personas a un viaje de dos días sin esas máquinas?

Por un momento mi nuevo amigo deja de hablar y no sé si es por la sorpresa de escuchar m pregunta o porque está demasiado concentrado en su trabajo.

-Me esperaba algo más sencillo como cuál era mi nombre.- dice y pienso que solo ha dicho eso para ganar tiempo y pensar una buena respuesta.

-También puedes contestar a esa pregunta.

-Hay pocas personas que necesiten las máquinas y las que la necesitan suelen ser personas mayores- mira al anciano al que está tratando en este instante- supongo que podríamos sedarles y esperar a que su cuerpo aguante el viaje sin máquinas.

-Pero en nuestro escondite no hay máquinas.

-Por eso no te preocupes, Tom siempre suele encontrar una solución como llevar las maquinas con nosotros.- me quedo callada mientras él sigue realizando su trabajo.- Por lo que veo ha sido duro llegar hasta aquí.

-Sí, como te he dicho, hemos tardado dos días pero ha merecido la pena.

-Entonces deberías dormir como tus amigos.

-Me gustaría pero no puedo.

-¿Por qué?

-No suelo dormir mucho.

-Yo te puedo ayudar a dormir.

-No, gracias. Tom dijo que volvería pronto para sacarnos de aquí.

-¿Y qué? Si sigues dormida alguien puede llevarte hasta el coche.

No sé cómo decirle que no quiero dormir a causa de mis pesadillas y no por esperar a que Tom vuelva. No quiero decirle a un simple desconocido que no quiero revivir mis peores recuerdos y no poder despertar a causa de estar drogada.

-Está bien.- dice después de una larga pausa.- no puedo obligar a nadie a hacer algo que no quiere aunque sea por su bien.

-Gracias. No me has respondido a la otra pregunta.

-Te respondo si bebes un poco de agua.

Me ofrece un vaso de agua y no puedo evitar reír.

-¿Te crees que soy idiota? Sé que eso- señalo el vaso- lleva algo para que duerma.

-¿Crees que haría eso?- dice- Yo no haría tal cosa.

-Ya claro.

Al decir eso me cruzo de brazos en señal de que no pienso beber de ese vaso así que él hace algo que no esperaba, bebe del vaso.

-¿Me crees ahora desconfiada?

Espero unos segundos para ver si el agua hace efecto y al ver que no le pasa nada me avergüenzo por haber pensado mal de él.

-Lo siento. Pensaba que me ibas a hacer dormir. Ahora que lo pienso sí que tengo sed.

-Pues ya no hay agua para ti.- me mira serio pero al segundo sonríe- está bien te daré agua porque soy buena persona y no quiero tener otra paciente más por deshidratación. Pero antes quiero saber cómo te llamas.

-Alex.

En cuanto lo digo, me da el vaso de agua. Empiezo a beber y cuando estoy terminando siento un pinchazo en mi brazo izquierdo.

-Para dormirte no necesito el truco del agua, solo necesito una distracción. No te enfades solo quiero que descanses, te lo has ganado.

Sus palabras se pierden dentro de mi cabeza aunque logro encontrarles sentido antes de que mis ojos dejen de parpadear y entre en un profundo sueño. En un intento de volver a la conciencia oigo un susurro.

-Por cierto, mi nombre es Jack.

La ResistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora