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-¡Listo he sali...!-Seokjin no terminó su frase al ver que ya no había nadie al salir del pequeño restaurante. Miró por todas partes, buscando al primer chico que le había hablado durante los últimos años que a estado viviendo en ése lugar pero en lugar de ver a aquél chico sólo se encontró con la fría y oscura calle. Dejo escapar un pequeño suspiro y se dio la vuelta dispuesto a regresar a su trabajo.

-Te has tardado un poco, ¿no?-hablo el pelinegro, saliendo de los arboles que estaban alrededor del lugar. Seokjin se espantó, llevando su mano hacía su pecho para voltear a mirar al pelinegro quien tenía algo de tierra en sus rodillas como si este se hubiera caído.

-¿Qué hacías allí?-preguntó, acercándose con lentitud hacía el chico de la piel pálida.

-Como te he dicho mi nuevo amigo, tardaste en salir así que quise caminar un poco-se encogió de hombros y miró con una pequeña sonrisa al más alto, quedándose en un silencio algo incómodo por parte de los dos pues ambos chicos se conocían hace tan sólo unos quince minutos.-Eh, antes de salir por allí, ¿te gustaría decirme tú edad?-le miro algo dudoso y miró queriendo ser ''despistado'' a Seokjin de pies a cabeza, observándole detalladamente lo que vestía y su cuerpo, el cual lucía bien ante los ojos del pelinegro y su rostro atractivo que confundía al pequeño con tan solo verlo.

-Tengo catorce, ¿por qué?-pregunto con inocencia y Yoongi gruñó por lo alto ante la respuesta del castaño.

-¡También tengo catorce y soy una completa mierda a un lado de ti!, dime, ¿cómo le hiciste para ser tan alto?-le miro, con sus ojos ligeramente entrecerrados haciendo reír a Jin.

-Supongo que solo crecí...-rio algo avergonzado.-Pero no digas eso de ti, tú eres muy lindo.

Yoongi se quedó en silencio. Jin le miró espantado, sintiéndose completamente estúpido por haberle dicho lindo a alguien desconocido en el primer instante que habían conseguido hablar con algo de confianza.

-Gracias, tú también eres muy lindo...-murmuro el pelinegro, mirando hacía el suelo sintiendo sus mejillas sonrojarse, era la primera vez que un hombre le decía que era lindo y eso por alguna razón había logrado agitar su extraño y algunas veces, frío corazón. Se dio la vuelta, dándole la espalda al más alto con la intención de que este ya no respondiera nada más.-S-sígueme, iremos a jugar un poco de basquetball...

Seokjin sonrío con ternura por las respuestas que daba el más bajito y asintió con la cabeza aún si el chico no volteaba a mirarle. Caminó detrás de él, guardando silencio nuevamente pues Yoongi sólo se enfocaba a mirar al suelo aún avergonzado mientras guiaba al más alto cerca de la casa de su tía.

Al llegar a una pequeña cancha, el pelinegro corrió hacía los arbustos sacando una gran pelota naranja sorprendiendo a Jin quien le observaba con el ceño levemente fruncido.

-¿Por qué sacaste el balón de allí?-pregunto Seokjin, señalando el objeto con su dedo índice.

-El idiota bueno para nada de mi tío no deja que mi primo juegue conmigo ni tener el balón en casa, así que vinimos a esconderlo aquí para jugar pero no hemos tenido oportunidad de hacerlo. ¿Quieres jugar conmigo Jin?-alzo la ceja con la vista fija en él.

-Soy malo en eso de...-Yoongi lo interrumpió.

-Entonces juega como puedas.

-Pero ése balón golpea muy fuerte y... -el pelinegro rió, interrumpiéndole una vez más.

-Vamos princesa, puedes hacerlo sin lastimarte. ¿O tienes miedo de que te pueda golpear tu linda carita con el balón?-le guiño el ojo, alejándose un poco del castaño quien le miro con seriedad desde su lugar.

-A ver si no te aplasta el balón, enano.-le sonrío burlón, y Yoongi rodó los ojos.




(...)





Eran las doce de la noche cuando ambos chicos se encontraban tirados en el suelo con sus frentes sudando y su respiración agitada, había sido un juego torpemente difícil pues cuando Jin le quitaba el balón a Yoongi de algunas formas que simplemente no eran y salía corriendo con él en manos con la intención de alejar al pelinegro el cual siempre iba detrás de él gritándole groserías para después regresar a la cancha y lanzar el balón a la canasta haciendo enojar al chico de la tez blanca y logrando que se pusiera más serio en el pequeño juego como también logró sonrojar más de una vez a Yoongi en el partido falso, como cuando corría torpemente hacía el por la espalda y quedaba detrás de él mientras sus manos las pasaba por la cintura con la intención de tomar el balón, o como cuando se le acercaba tanto que lo desconcertaba y le hacía sentir avergonzado.

-Fue divertido...-hablo Jin, con la mirada fija en el cielo con su respiración agitada.

-Sí, lo fue aunque debo de hacerte saber que robar el balón y correr fue de la cancha hasta quien sabe que parte, no es justo -rió.

Seokjin sonrío.

-Lo lamento, era mi primera vez jugando...-le miró, con una pequeña sonrisa.-Gracias por esta divertida noche, Yoongi.

-De nada... creó.

Y nuevamente volvieron a quedarse en silencio, Jin al ver que el pelinegro no volteaba a mirarle hizo una pequeña mueca sentándose en el suelo para mirar hacía los arbustos.

-Debo de regresar a mi casa...-murmuro.

-¿E-en serio?-se levantó del suelo, y vio a Seokjin sacudir su ropa ya de pie frente a él.

-Sí, mis papás me matarán por llegar tarde y es lo que menos quiero ahora.

-¿Quieres que te acompañe?-le miro, esperanzado a que el más alto le dijera que sí, pero sólo recibió una negación por parte de Jin.

-Puedo irme solo-contestó. Yoongi se levantó del suelo, y miró con más atención el serio rostro del castaño.

-¿Seguro?

Seokjin rió.

-Gracias por hablarme, Yoongi.-susurro avergonzado el castaño, llevando sus manos hasta los hombros del pelinegro para acercarse con lentitud hacía el rostro del más bajito, depositando un pequeño beso en su mejilla. Seguido, sólo se apartó con la intención de irse de allí.

-¡Seokjin!-grito el pelinegro viendo al castaño alejarse de él y sin escuchar respuesta de su parte camino sólo un poco detrás de él.-¡Mañana iré a buscarte otra vez, por favor, espérame!-gritó lo más alto que pudo.

Jin se dio la vuelta con una ligera sonrisa.-¡Te estaré esperando!-gritó, y se dio la vuelta nuevamente, esta vez acelerando su paso.

Yoongi asintió con la cabeza, no sabía porque, pero quería seguir conviviendo con él todo el tiempo que pudiera ser posible.

Seokjin había llamado su atención.












hola

perdonen si actualizo tarde, no he tenido tiempo de escribir esta historia. gracias por leer si hay alguien aqui!:)

intense ; sujinKde žijí příběhy. Začni objevovat