여섯

804 134 61
                                    

Suspiró, tomando su celular entre sus manos completamente nervioso. Dios mío, no sabía porqué estaba ocurriendo todo esto. ¿Por qué no dejaba de pensar en él? ¿por qué no podía simplemente pensar en otra cosa que no fuera aquél hombre que ha estado viviendo en su mente durante meses? simplemente quería abandonarlo, quería y necesitaba que su corazón dejara de latir por una persona. Por un hombre. Por ése chico. Deseaba hacerlo, sacarlo de su mente y que su corazón ya no se alborotara con tan solo pensarlo, dejar de sentir esas cosquillas y extraños sentimientos cuando recordaba su beso. Simplemente... quería que todo dejara de ser tan intenso. Le resultaba extraño. Lo hacía sentir más frágil y torpe. Él nunca antes, había experimentado aquellos sentimientos con alguien más y que de repente los sienta por un hombre, le hacía sentir aún más extraño de lo normal. 

Yoongi recargó su cabeza sobre su mano sintiendo su celular vibrar y pensando al instante en lo que Seokjin le dijo antes de despedirse. ''Dame tú número, te llamaré'', así que contestó al instante sin siquiera observar nombre o número marcado en la oscura pantalla.

Creó que me gustas. Te odio por eso. ¿Hasta ahora te dignas en llamarme?, maldito bastardo—soltó de repente, como si de un trabalenguas se tratase. 

Woah—expresó el chico del otro lado de la línea—. Por dios. Dime que no estás bromeando. 

Oh...—la voz desilusionada del pelinegro salió sin siquiera pensarlo al reconocer la voz de uno de sus mejores amigos del otro lado. Yoongi se lamentó por no haber visto quién era el que le marcaba —. Perdón Hobi, creí que eras otra persona. Fue un impulso

No sé siquiera cómo debería reaccionar ante esto—contestó el chico, con un tono de voz triste. 

—Bueno, sólo fue una equivocación. ¿Por qué deberías reaccionar ante algo así?, soy yo quien está roto y avergonzado ahora. 

—Dices eso porque no sabes lo que siento—respondió, con un tono de voz molesto lo que confundió al pelinegro. Hoseok nunca se molestaba con él. 

—¿Quieres explicarme por qué estás molesto? 

—Te dejo, sigue esperando una llamada que no recibirás. Buenas noches, Min. 

Y antes de que el pelinegro pudiera contestar, su amigo colgó la llamada, dejando a Yoongi boquiabierto con el celular en mano.





Por la mañana, Yoongi revisó su celular buscando con la mirada alguna llamada perdida que pudo haber tenido durante la madrugada, pero, como Hoseok le había dicho, no recibió nada. El pelinegro se desanimó, gruñendo y levantándose al instante de su cama. Insultándose mentalmente por haber esperado con impaciencia una llamada. 

Y entonces, cuando estaba a punto de entrar al pequeño baño que tenía en su habitación, escuchó su celular sonar. Vagamente y malhumorado, caminó hacía su cama, tomando el celular con su mano derecha contestando nuevamente, sin ver el número para llevarlo a su oído. 

—¿Hola?

—Dame tu dirección, iré a tu casa ahora mismo. 

Yoongi se quedó congelado durante unos segundos por la voz que escuchó del otro lado. Sintiéndose emocionado y a la vez molesto e incluso, odiándose por esos sentimientos encontrados. 

—¡Tú! ¡malnacido!—dejo escapar—. ¿Con qué derecho te atreves a llamarme hasta ahora? 

—No tengo mucho tiempo, Yoongi. Es ahora o nunca. 

—¿Qué?—frunció el ceño—. T-te enviaré la dirección por mensaje. 

—De acuerdo, te veré pronto—susurró —. Te quiero. 

Colgó. 

Yoongi parpadeó. Sintiendo su corazón latir ante aquello. 

¿Cómo unas simples palabras podían sacudir su corazón? ''te quiero'', definitivamente Yoongi no pararía de repetir esa frase en su cabeza durante todo el día. 

Reaccionó, abriendo los mensajes y comenzando a teclear la dirección de su casa. Envió el texto y soltó de su celular para correr a darse un baño. Quitó sus prendas, abrió la regadera, entrando en ella con una gran sonrisa en sus ojos sintiendo el agua caer por su piel desnuda mientras pensaba en las últimas palabras que Seokjin había soltado antes de colgar. ''Te quiero''  repitió y su corazón se aceleró. 

Yoongi se lamentó. No podía. No quería, no quería experimentar esos sentimientos. Siempre había creído que el amor era uno de las cosas en este mundo que más te hacía sufrir y él no quería hacerlo, no quería sufrir por amor cuando ya le bastaba tener que sufrir por la falta de convivencia de sus padres y familia que tenía. 

A la hora de acabar con su aseo personal, él comenzó a limpiar su habitación—algo que sólo hacía cuando habían visitas— en la espera de Seokjin. Se había 'arreglado' un poco, había peinado su cabello e incluso se había perfumeado, algo que no solía hacer mucho. Bajó las escaleras, emocionado con la intención de no encontrarse con sus padres o familiares y así fue, no había nadie en casa nada más que él. 

Entonces, el timbre sonó. El reloj marcaba las 3:15 p.m. sus padres llegaban más tardar a las seis de la tarde así que se encaminó hacía la puerta, abriendo de ella para mirar a la persona responsable de sus cambios de humor tan repentinos. 

Kim Seokjin se encontraba frente a su puerta, con su respiración agitada y mejillas sonrojadas. Yoongi apreció esa hermosa vista y antes de que pudiera siquiera abrir sus labios para halagarlo o siquiera burlarse de él, sintió los labios de Seokjin contra los suyos. 

Una vez más. 

Yoongi cerró sus ojos sintiendo el dulce y cómodo contacto de esos rosados y carnosos labios sobre los suyos. El pelinegro agradeció a cualquier cosa, que llevó a ése chico a su vida y solo rogaba, porque nunca se lo quitaran. 















está todo feito, jaja. yoongi será muy sentimental aquí y algo bipolar 

gracias por leer!






intense ; sujinOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz