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Al siguiente día, Yoongi sin habérselo pensado ya estaba camino hacía el mismo local donde había conocido a Kim Seokjin el día de ayer, él sólo había tomado su abrigo ya que por la noche comenzaba a refrescar y había salido de la casa de su tía sin su consentimiento con la única intención de ir a hablar una vez más con el contrario algo extraño de su parte ya que el pelinegro no era mucho de querer convivir con nuevas personas, pero por alguna razón, él tenía esa pequeña necesidad de hablarle un poco más y es la causa del porqué ahora se encontraba cruzando la calle con la intención de entrar al local. Al hacerlo, sólo caminó con rapidez y empujó la puerta del lugar, entrando en él y notando que esta vez sí había personas en el lugar pues estaba casi lleno, a excepción de uno o dos asientos vacíos en la barra donde se había sentado el día de ayer, hizo una ligera mueca y se encaminó hasta la barra, sentándose esta vez en uno de los asientos del medio y sin perder más el tiempo, comenzó a mirar ''disimuladamente'' por el lugar en busca del chico de cabellos castaños pero ése chico no estaba en su campo de vista. 

—Buenas noches, ¿le gustaría pedir algo?—la voz de una chica lo sacó de sus pensamientos, volteó a mirar al frente donde se encontraba una chica de cabellos rubios con una pequeña libreta entre sus manos. Yoongi le miró durante unos segundos, como si estuviera procesando lo que la chica le había dicho y después, asintió con la cabeza mientras metía las manos en sus bolsillos dándose cuenta que había olvidado su dinero en casa. Una pequeña sonrisa tímida se asomó en el rostro del menor mientras la adolescente le miraba esperando a que pidiera algo que comer. 

—S-seguiré pensando que quiero... yo la llamó cuando quiera pedir algo —dijo avergonzado. La adolescente asintió con la cabeza mientras le sonreía forzosa antes de caminar hacía otra parte. 

Yoongi suspiró y nuevamente volvió a intentar buscar a Seokjin esta vez con más suerte, lo vio a unas cuantas personas de él. Jin se mantenía con el ceño fruncido mientras hablaba con una persona de la tercera edad que estaba sentando en la esquina—de la no tan larga— barra. Le observó fijamente y notó como el señor parecía estarle discutiendo algo, Jin parecía estar un poco nervioso y lo último que hizo fue hacer una pequeña reverencia frente al adulto mientras este se levantaba molesto de su lugar y de allí, salir del local con su abrigo en manos. 

El pelinegro frunció el ceño y notó como Seokjin pasaba su mano por su cabello al parecer no había sido una conversación tan amable para él. Jin se mantuvo derecho, y volteó a mirar a su alrededor llevando sus manos a su cintura algo frustrado, mirando a las personas que se encontraban en la barra para atenderlos y su mirada paró en un lugar donde no se encontraba ningún plato de comida. Se acercó, sin siquiera ver a la persona a la que le atendería. 

—Hola, buenas noches. ¿Quisiera pedir algo?—hablo con rapidez y Yoongi quiso burlarse por eso.

—Le hubiera pedido una salida nuevamente pero al parecer está muy ocupado en el trabajo —hablo y Jin alzó la mirada sorprendido al escuchar su voz. 

—Viniste...—murmuro aún sin apartar la vista del chico de la piel pálida. 

—Sí, lo hice.

Jin sonrío con timidez. 

 —Acércate un poco...—le dijo, y el pelinegro frunció el ceño por sus palabras. Se inclinó sobre la barra, quedando un poco cerca del lindo rostro del contrario logrando que Yoongi por tanta cercanía cerrara sus ojos sintiéndose nervioso, Jin se acercó a su oído.—Hablemos en la parte de atrás del restaurante —le susurro y después, sólo se mantuvo en silencio quedándose cerca del pelinegro durante pocos segundos. Se enderezó y antes de que Yoongi pudiera preguntarle el porque, Jin sólo se marchó. 

El pelinegro hizo un puchero y notó al castaño atender a alguien más, se bajó de su lugar acomodando el pequeño banquillo como era y se dio la vuelta dispuesto a salir. Al estar afuera, sintió como un escalofrío recorrió su cuerpo por completo al sentir el frío del aire contra él, se abrigó más con su pequeña chaqueta negra y rodeó el local, buscando con la mirada la puerta trasera del local, al encontrarla, simplemente se quedó allí de pie frente a ella esperando ver salir a Seokjin y de repente, se sintió tan estúpido por estar en aquél lugar esperando a alguien que no es nada para él.

intense ; sujinWhere stories live. Discover now