intense ; sujin

일곱

Lo sintió alejarse. Sus pequeños ojos fueron abriéndose poco a poco para mirar al rostro al castaño frente a él, Yoongi mordió su labio, sintiendo la vergüenza inundar su delgado cuerpo al ver a Seokjin mirarle de aquella forma tan especial después de aquél momento. El pelinegro se giró, ocultando su rostro ruborizado con sus pálidas manos.

— ¡Yah!— gritó, sin atreverse a darse la vuelta o quitar sus manos de su rostro—. ¡¿Quién te crees que eres para robarme un beso?!

Jin sonrío con delicadeza al escuchar sus palabras.
— Me gustas— soltó de repente—. Y no sé porque me gustas si eres tan contrario a mí pero realmente me atraes, Min. ¡Maldición!, me gustas desde aquella noche en la que te besé, me gustaste cuando me hablaste aquella noche en el restaurante, y me gustas ahora que estoy frente a ti, no sé que pasa, no sé como es esto posible, pero, durante todo este tiempo, yo estoy pensando todo el día en ti. Pienso en tu sonrisa, en esos hermosos ojos que tienes, pienso en sus labios, en su color y cuando lames de ellos, pienso en que cada pequeña cosa de ti, enano.

El pelinegro bajó sus manos, con su corazón latiendo con tanta fuerza por cada palabra dicha por Jin. Lamió sus labios, girándose con lentitud para mirar el rostro lleno de seriedad de Seokjin aún con sus mejillas ruborizadas.

— Yo no soy gay— fue lo único que salió de su boca ante la confesión del más alto. Yoongi frunció el ceño, quedándose confundido por lo que acababa de decir, llevando sus manos hacía su boca, totalmente arrepentido. Seokjin soltó un suspiro —. ¡P-pero tampoco soy heterosexual! 

— Acabo de confesarte que me gustas y tú sólo piensas en tu orientación, ¿en serio, Min? —le miró, de una manera molesta que comenzó a a intimidar al bajito. Yoongi movió sus manos sin saber que hacer o responder, sintiéndose nervioso y presionado por la situación en la que se encontraba pues era la primera vez que alguien se le confesaba y sobre todo, la primera vez que un hombre lo hacía. 

 — ¡Cállate!—de nuevo, soltó palabras sin sentido, dejando confundido al castaño frente a él. Yoongi quiso golpearse contra la pared, lo estaba arruinando pero su mente no podía procesar todo lo que ocurría. El pelinegro negó con la cabeza, queriendo alejar todo para concentrarse mejor en Jin y en él—. No soy gay...—repitió nuevamente, y esta vez, pudo escuchar una risa por parte de Jin— pero realmente haces latir mi corazón. Nunca antes me había gustado un chico, pero, debo admitir que tú eres malditamente atractivo para mí, también debo confesar que me haces sentir tan nervioso que suelto estupideces...

— Lo noté—le interrumpió. 

— Cállate, déjame continuar—le señaló con su dedo, Jin guardó silencio—. Yo no soy un chico que hable sobre como se siente, pero Seokjin, yo puedo decirte lo que siento cuando te veo. Yo, puedo decirte ahora mismo, que el interés que tengo en ti, es tan intenso que me ha dejado sin dormir, el latir de mi corazón es tan fuerte como las ganas que tengo de besarte ahora mismo y que las ganas de golpearte son tan grandes como las que tengo de abrazarte, tampoco comprendo que sucedió en mí, y en lugar de odiar estos extraños sentimientos, estoy amándolos porque están sucediendo contigo, con el lindo chico de Anyang.

Seokjin sonrío, cortando la poca distancia que había entre ambos acunando su rostro entre sus cálidas manos, Yoongi le miró fijamente.

— Eres muy dulce—susurró el castaño, sonriendo con ternura al ver las mejillas sonrojadas del bajito.

— Seokjin—le llamó el pelinegro.

— ¿Si? 

— Entonces, después de la manera tan estúpida y melosa en la que nos hemos confesado, nosotros, ¿seguimos siendo solo amigos?—cuestiono, mirando fijamente hacía los ojos del más alto. 

Seokjin formó una linea en sus labios, soltando el rostro del pelinegro para cruzarse de brazos.
— ¿Quieres que seamos solo amigos? 

Yoongi negó con la cabeza.

— ¿Entonces qué quieres que seamos, enano?—le preguntó. 

— Quiero un nosotros, Jin. Quiero tomar tu mano, quiero hablar contigo por las noches, tocar tu cabello, besar tus labios...—susurro, avergonzado.

 — A eso se le llama tener un novio, Yoongi—respondió con burla.

— Bien, quiero que seamos novios— afirmó, y Seokjin sonrío.

— Bien, entonces somos novios. 

 Yoongi sonrío.
— ¡Ah, esto es tan increíble!—dijo, colocando sus manos en su cintura—. Park no parará de decir que siempre supo que era gay. ¡Ése idiota se burlará de mí!

— ¿Eso importa?—pregunto, tomando de la cintura al pelinegro para llevarlo hasta su cuerpo, pegándolo a él. Yoongi colocó sus manos sobre el pecho del más alto. 

— No del todo, yo puedo burlarme de lo fácil que es aveces —sonrío, y el castaño rió por lo bajo.

— Min Yoongi—le llamó y el pelinegro le miró con atención—. ¿Puedo besarte sin que digas que es una broma o me reclames por ello?

Yoongi se sonrojó, tomando entre sus dedos el abrigo del castaño e inclinándose hacía él, para asi, unir sus labios en un simple y pequeño beso que logró alborotar los corazones de ambos.

— Puedes hacerlo siempre que desees, Kim Seokjin—susurró sobre sus labios.

Jin sonrío, sintiéndose feliz sin pensar, en lo desastroso que podría ser estar juntos o en lo doloroso que sería estar separados, solo disfrutando, del tener al gruñón pelinegro entre sus brazos.

 

hace mucho que no actualizaba acá:c lamento eso si es que hay alguien por aquí 

y si es así, gracias por leer!