Capitulo I: "El show debe continuar"

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— ¡Sean bienvenidos damas y caballeros! Niños y niñas de todas las edades al circo de Laughing Carnival—una alegre payasita de diversos colores y con una gran sonrisa daba inicio al show de aquel gran y colorido circo— ¡Denles la bienvenida a los gemelos Candy Sugar y Candy Mallow!

El público aplaudía, los aplausos se volvieron más sonoros en cuanto la música comenzó a sonar y dos simpáticos bufones aparecieron como por arte de magia en el escenario. No demoraron más, comenzaron a bailar, los niños iban hacia el escenario para bailar junto a ellos.


Se esconde, se esconde en la profunda niebla una voz que hace enloquecer

No dudes, no dudes y en las entrañas de este interminable bosque adéntrate

De prisa, de prisa, si no te apuras te arrepentirás de perder la ocasión

No dudes, no dudes, acércate sin miedo que se acerca ya la diversión.


Una fragancia acanelada te comenzara a invadir y el fingir estar en soledad

Tu miel en hiel transformara, la amargura debes olvidar y con dulzura delirar

Los muros de este sueño sin final te cuidaran si duermes

La ilusión hipnótica tarde o temprano te ahogara.


 Una especie de neblina comenzó a invadir el escenario junto con un olor dulce y suave, que poco a poco comenzaba a adormilar no solo a los pequeños infantes, sino también a los adultos que los observaban desde sus asientos.


Pero no es algo divertido si ojos vendados no estas

Donde camines ten cuidado porque mis manos te van a rozar

Hasta lograr que ya pronuncies que tu cuerpo me darás.


Oculta de dudas durante un tiempo se hizo insospechable

La única verdad fueron mudas citas donde el pecado tan bajo cayó que amor se hizo llamar

La luz fue vista por unos ojos traicioneros prófugos de oscuridad

Ni en sombras presentía cuan peligrosamente se está acercando a su final.


 Las luces empezaban a apagarse, hasta que el circo quedo iluminado por unas simples y sencillas velas que flotaban en el aire. En cuestión de segundos, todo el público yacía dormido, no obstante, los bufones seguían bailando y cantando.


— ¿Mami? ¿Papi?—inquirió una voz entre todo el público dormido. Ambos bufones voltearon encontrándose con un niño despierto.


Mi chico malo ¿Cómo es que te has llegado a despertar?

Si ya la venda en tus ojos no está nosotros los vamos a vendar

Muéstranos tu hermosa sonrisa no nos vuelvas a preocupar

Deslúmbranos con tu piel otra vez y regresa al escenario. . .


— ¿Q-que está pasando?—preguntó el infante ahora más asustado— ¿Por qué mi mami y mi papi no despiertan?

Creepypastas Descendants 2Où les histoires vivent. Découvrez maintenant