P r o l o g o.

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Flashback.

Iba caminando por los pasillos de Westers, viendo cómo toda la bola de chicos que están en preparatoria iban corriendo hacia las canchas, las porristas mayores caminaban con sus minifaldas llamando mi atención, estar a mitad de la pubertad ya era más que evidente en mi desarrollo.

Algunas chicas ya se me han acercado a decirme cosas acerca de los guapo que estoy, cosas como que la pubertad me está pegando muy bien, hasta una chica dijo "Si fuera de tu edad, ya me tendrías mojada". Sigo sin entender exactamente lo que trato de decirme.

Como la cafetería se llena en un dos por tres, tuve que usar una buena estrategia para comer una hamburguesa recién salida. Tuve que pedirle permiso a la profesora cinco minutos antes de que tocaran el timbre indicando la hora del almuerzo. Así que me encuentro esperando la hora para que toquen ya e irme corriendo para ir por mi almuerzo.

Unas porristas venían caminando en dirección hacia mi, con sus típicas sonrisas encantadoras y caminando de una manera muy peculiar.

Al verme, unas me ignoraron, pero otras, sonrieron. Una de ellas me guiñó el ojo, yo me quede sorprendido, me tomo por sorpresa.

—Búscame en tres años chiquitín.

Dijo eso y después se fueron hacia sus salones, los otros chicos en las canchas creo que llegaban antes para apartarlas y jugar, pero de todos modos nadie juega ahí excepto ellos, ya que si alguien quiere, se meterían con Brant Giberlt. El chico más temible de último año, el mejor en el equipo de baloncesto. Si alguien de otro grupo agarra esa cancha, las pagarán de por vida.

No entiendo porque decían "chiquitín", si de hecho tengo exactamente catorce años, solo son tres para llegarles a las de último año, así que no es tanta la diferencia.

Estoy seguro que cuando esté en preparatoria, seré uno de esos chicos mencionados todo el tiempo, un chico popular y bueno en todo, y por si fuera poco, tendré a muchas chicas a mi alrededor. Lo conseguiré.

Escuche como la campana sonaba, entonces aleje mis pensamientos y regresé al mundo para devorar esa hamburguesa. Corrí hacia la cafetería y busque una bandeja, le pedí con una enorme sonrisa la comida a la señora Grentbals que me sirviera una hamburguesa con unas papas a la francesa y catsup.

Cuando vio que era el primero en estar en la fila, entrecerró los ojos y me frunció el ceño, pero después puse mi sonrisa encantadora y, como no convencerla.

Me tendió mi hamburguesa recién salida y me fui a una de las mesas para esperar a mis amigos. Por mientras, saboree una deliciosa papa frita que se me deshacía la boca.

—La cara que pones cuando las comes a veces me asusta, Blake. —La voz de ardilla de Amy llamo mi atención hacia ella. Es una amiga mía, hija de la señora Grentbals, por eso estoy casi seguro de que le caigo muy bien, aunque casi no lo demuestre. Antes todos se burlaban de Amy, de que su mamá era la cocinera de aquí de la escuela, pero a ella nunca le importo, y su actitud me gustó e hizo que yo hablara a su hija. Es una amiga, muy bonita por cierto, pero aún no ha pasado nada entre nosotros, ya que con el tiempo, me acostumbre a solo ser amigos.

Le sonreí a Amy. —No es mi culpa de que tú madre haga unas hamburguesas deliciosas, espinilla.

"Espinilla" es el apodo que le digo, ya que antes , ella tenía muchas espinillas. Pero después se le quitaron, y ahora su cara es suave como la de un bebe.

—Ya vi porque te saliste casi diez minutos antes de que tocaran, buena estrategia amigo.—Dijo alzando una ceja y poniéndome la cara como si fuera mi madre regañándome.

Sentimientos ocultos.Where stories live. Discover now