Sentimientos ocultos.

c a p i t u l o 9.

MACKENZIE

-No te vayas. -Me dice Blake, que me trasmite una mirada honesta, o eso siento.

Estoy muy triste.

Otra vez me paso lo mismo de todas las fiestas a las que acompaño a Kleiton, me dejo tirada por estar bailando con sus amiguitas de segundo año. Me da mucho coraje que siempre me hace lo mismo, siempre me dice que solo esta "disfrutando la fiesta" y siempre me tira a loca.

La vez pasada paso lo mismo, y obvio le reclame al día siguiente, intente hacerlo en la misma noche, pero estaba muy ebrio como para que me hiciera caso. El solo me dijo que eran sus amigas y que el nunca haría nada para lastimarme, que nunca me engañaria. A veces se que debo hacerme la difícil, que sufra un poco por dejarme sola, pero diablos, lo amo demasiado. Tanto que no me interesa lo que haga mal, se que también el tiene sus cosas buenas he intento darle mucho más importancia a eso que a las cosas negativas.

Solo basta con que junte sus labios con los míos para que yo olvide todo. Porque lo amo, amo a Kleiton como nunca había querido a nadie. No quiero perderlo.

Una lágrima se cruza por mi cara y la quito rápidamente, no quiero que Blake me vea llorar.

Se me hace muy raro que me diga que no me vaya, porque no creo que a el le interese mucho la verdad. Casi ni hemos cruzado palabra en su casa, solamente me da una mirada y a veces me sonríe, pero siempre que estoy yo en su casa esta en su habitación o sale de su casa.

Este jueves, estaba cuidando a Cedric en su casa y no estaban ninguno de sus padres. Estaba leyendo un libro que me presto Giselle, Cedric estaba viendo la televisión y entonces escuche la puerta. Pensé que era la señora Evans, pero no. Blake cruzo la puerta, y me quede paralizada al verlo.

Estaba sin camisa, y solo traía unos pantaloncillos de algodón en su cuerpo junto con sus tenis. Su torso estaba sudado, pero por alguna razón no me daba asco ni nada. Dios santo, tenía su abdomen marcado, y realmente me dejo con la boca abierta. Traía una maleta colgando de su hombro y su balón de basquetbol en su mano. Su cabello estaba despeinado y se veía humedo, y se cruzaba por su cara. Cuando lo vi, me que helada. Sabía que estaba mal verlo de esa manera, pero vamos, soy mujer, y Blake es atractivo. Cuando me vio, me dio una sonrisa, y les juro que trague grueso y quite la mirada para no pensar cosas que no debería y respetar a mi novio.

-No tengo nada que hacer aquí. -le respondo, volviendo a la realidad, bajando la cabeza. Pensé que esta vez no haría lo mismo, que podría estar conmigo sin hacer sus tonterías de siempre. Klei es demasiado lindo, pero solo cuando estamos solos, pero por alguna extraña razón cuando estamos rodeados de otras personas es otro tipo de chico, se hace parecer otra persona y diablos, eso me molesta y me desespera, y me hace pensar muchas veces en que Klei no es la mejor opción de novio, que no me hace bien, pero de verdad que lo quiero. No puedo dejarlo, siempre puede hacer que lo perdone enseguida por las tonterias que hace, aparte no soy de ese tipo de chicas de tener una enorme fila de pretendientes que la siguen, y si Klei me deja, estaré sola, y no quiero sentirme más así, lo necesito.

-Vamos, es una fiesta, puedes divertirte. -se encogió de hombros. Lo miré extrañada, Blake nunca ha sido simpático conmigo, no es como que yo le agradará como para decirme que me quede en estos momentos.

-No puedo divertirme sabiendo que Kleiton esta aquí haciendo lo que se le de la gana, sabes?

Blake comienza a moverse en su lugar, como si estuviera nervioso o algo parecido. Me estaba asustando.

-¿Quieres salir de aquí? -Dice, al fin, mirándome de una manera seria. Parecía frío, como de costumbre, pero sus ojos me transmitían algo como "di que sí, por favor"