Entre el amor y la amistad (Amor de niños). (Sofia y Hugo)

Baile

La tarde paso rápidamente. El caballero Vaughn pidió una audiencia con el rey antes de que comenzara el baile.
Sofía intentaba mantenerse lejos de Hugo aunque él insistía en estar con ella. Por otra parte Amber perseguía a Axel por todo el castillo sin recibir si quiera una mirada del pelirrojo.

Vaughn salió del estudio y una voz resonó en el salón.

~¡Sofia! La llamó Roland.
Hugo notó que algo no estaba bien por el tono en el que el rey le había hablado.

La joven caminó tambaleándose hasta llegar a la puerta. Segundos después se escuchó un portazo.

~¿Qué pasa papá?

~Sofia, el caballero Vaughn me pidió tu mano, pero como tú sabes, no puedo dar una respuesta hasta no saber tus sentimientos. Así que es momento de que me los digas.

~ Papá, él es tan... Bueno no lo conozco lo suficiente para darte una respuesta, además soy muy pequeña para casarme, apenas tengo 14 años. Entiendo su aparente prisa ya que el ya tiene 17 pero yo no soy la persona que lo haría feliz.

~¿Y a quién harías feliz?

~Aunque te lo diga, no podrá ser.

~Sofia, desde el momento en que entraste al castillo jure protegerte y quererte como el padre que soy. El caballero Vaughn tiene mucho que ofrecerte, está en ascenso en el reino de Frey y si las cosas resultan bien será el preferido del rey. Además apenas salgas de aquí te daré tu título de duquesa, así que por eso no debes preocuparte.

~No me preocupa eso papá, ni siquiera sé lo que siento, la adolescencia ha sido muy dura para mí. Desmond también se me declaró pero... Yo lo rechace.

Los ojos de Roland se ensancharon y la cubrió con un abrazo.

~No te referías a Vaughn cuando dijiste que querías a alguien ¿Verdad?

~No, no era él.

~¿Quién es Sofía?, yo podría arreglar eso, podría hablar con su padre ¡Sabes que quiero tu felicidad!

~¡No puedo decirlo! Gritó mientras corría hacia la puerta.

Al salir todos en el salón la observaban como si supieran a lo que había sido citada.

La música comenzó a tocar y Axel le ofreció su mano. La joven la tomó y limpió discretamente sus lágrimas.

~Amber quiere estar contigo, no la hagas sufrir de esta forma.

~Como te explico Sofia... Amber es bellísima, lo reconozco, pero es una belleza hueca, si ella cambiará su forma de ser y dejará de lado sus vanidades quizás yo consideraría tratarla mejor. Tú sabes que pronto me convertiré en el rey de Albuquerque y un título tan grande hace que incluso yo dejé de ser un niño y comience a tomar decisiones que serán críticas para el bienestar de mi nación. Amber no podría llevar esa responsabilidad sobre sí y nos llevaría a la perdición. Además estoy cansado de ser visto como el niño bonito al que no le importa nada, quiero ser reconocido y amado por el pueblo.

Sofía sintió que sus piernas comenzaron a temblar mientras observaba a su hermana de reojo. Su vista seguía a Axel y sus ojos parecían brillar con cada giro ¡Ella estaba totalmente loca por él!

~Te entiendo Axel, pero apenas somos unas niñas, nos falta madurar y estar listas para la decisión más difícil “El matrimonio". Quizás Amber merezca una segunda oportunidad para demostrarte quién es realmente.

~Creo que a Amber no le apura. Pero como ves yo debo tomar decisiones sabias. Necesito a una joven responsable, que se preocupe por el pueblo y conozca sus necesidades, alguien que pueda ser mi apoyo y me ayude a salir adelante en los días más complicados.

Sofía abrió los ojos ante la forma tan agradable en la que se expresaba.

~Necesito a alguien como...

~¡Sofia!, Ven conmigo. Habló Hugo llevándosela del brazo.

~Hugo, Axel estaba a punto de decirme algo importante.

~Seguro sobrevivirá, dime ¿Qué fue lo que te dijo tu padre?

~Nada que sea de tu incumbencia.

~Todo lo relacionado a ti me importa. Llevo toda la tarde queriendo hablar contigo y cada vez que lo hago te alejas de mi.

~Hugo eres mi amigo y estoy feliz de que lo seas, espero que siempre lo seamos y podamos ver a nuestras familias crecer, me gustaría ir a tu boda cuando sea el momento. Por eso precisamente debemos separarnos y seguir nuestro camino.

~Sofia yo...Te Am...

~No digas nada que pueda comprometerte. Necesito unas vacaciones, irme lejos y descansar de todos estos problemas de cortejo.

~Pero Sofía... No entiendo.

~Ahora si me disculpas debo acompañar a Sir Vaughn.

~¿Qué quería Sofía? Habló Jade haciendo que Hugo se sobresaltara.

~¿Qué haces aquí?

~Amber me invitó, incluso ella me dijo donde estabas.

~Mataré a Amber. Habló entre dientes, mientras miraba con rencor a la rubia.

Mientras tanto Sofía se acercaba hasta Vaughn, estaba tan triste por lo que acababa de decirle a Hugo que seguro no mediría sus palabras y sería sincera con él.

~Sofia, sé que tu padre ya habló contigo, no puedo ofrecerte mucho pero si me dieras la oportunidad podría demostrarte lo mucho que te amo.

~Me odiabas hasta hace poco.

~Yo jamás te odie, era obvio que quisiéramos ganar la corona voladora, pero a pesar de eso, no podía evitar verte cuando estabas distraída. Ahora me alegra que el príncipe Hugo no sea nada tuyo. Habría jurado que ustedes tenían sentimientos.

~Vaughn Hugo... Es...

~No digas nada Sofía, sé que es solo un buen amigo, siento mucho haber escuchado tu conversación pero ahora entiendo la relación que llevas con él y entiendo que estés confundida por el tema del matrimonio, pero no debes preocuparte ¡Yo esperaré!, ve a tu viaje, despejate y vuelve con una respuesta para mí.

~Yo debo ser totalmente sincera contigo.

~Cuando vuelvas tendrás una decisión tomada, no te precipites.

Sofía caminó hasta el centro del salón, hizo una reverencia y se retiró.

Hugo la siguió con la mirada y retiró su brazo del agarré de Jade; con sigilo comenzó a perseguirla.

Sofía llegó hasta la torre del señor Cédric, apenas lo vió saltó hasta sus brazos. Hugo giró los ojos y escuchó el portazo.

~¿Qué ocurre Sofía? No entiendo porqué estás llorando.

~Debo irme lejos, estoy aturdida.

~Necesitas unas vacaciones, mis padres estarían felices de recibirte en casa, además Calista pasará el verano con ellos.

~Si señor Cédric. ¡Lléveme lejos! Quiero irme con usted.

Hugo se llevó las manos a la boca para no soltar un grito. ¡Su princesa se fugaría con un hombre que podría ser su padre! Ahora entendía su negativa constante.