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Capítulo 62: Nochebuena en Londres

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-Charlotte se ha dormido -anunció Harry.

-Este será el último año donde podrá haber más o menos paz en esta casa.  El año que viene correrá por ahí tirando los adornos y abriendo los regalos. 

-Me siento muy afortunado.

Harry acercó su cara a la de Zayn, que le besó profundamente. 

-Aun están Liam y Niall abajo.  No podemos irnos aún a la cama.

-No.  Se supone que ahora que la niña se ha dormido los adultos charlan y se toman una copa. 

-Ya has tomado tres copas de vino...

-Estoy bien.  Y de eso hace más de una hora.

-Yo solo digo que no eres quien mas aguante tiene del mundo...

-Vamos a celebrar la Navidad con nuestros amigos. 

El salón estaba decorado.  Liam estaba besando la cabeza de Niall.

-Me lo estoy pasando muy bien.  Muy relajado...

-Llaman a la puerta -dijo Niall.

Él ama de llaves fue a abrir.  Se acercó a Niall.

-Era un criado de su madre.  Dijo que como no la invitó a pasar la noche con ustedes les envía su regalo.

Niall recogió el pequeño paquete y lo desenvolvió. 

Primero cayó una carta en su regazo.

"Estimado hijo y estimado duque

Esperaba poder hablar personalmente con vosotros y transmitiros mi afecto y mi preocupación por los acontecimientos ocurridos los meses pasados.  Siempre estaré abierta para aconsejar a mi hijo respecto a prácticas maritales sanas que beneficien la concepción.  Tras todo lo sucedido últimamente, no me cabe duda de que los necesitáis. 

Espero estéis pasando unas muy felices fiestas y que mis regalos os sean de utilidad.

Con afecto,

Maura".

Niall abrió el paquete y su rostro se puso completamente rojo.

Había un calendario con las fechas más proclives para quedarse embarazado según el ciclo personal de Niall que su madre había entregado a un doctor. 

Había también unos botellines.

Uno era un elixir vigorizante para el alfa.

Otro era un elixir de fertilidad para él omega.

También había un cuaderno con trucos para lograr una concepción pronta y sana y evitar pérdidas.

Niall ya no estaba rojo.  Estaba pálido.

-Niall... amor... -Liam le quitó todo – No hay ninguna prisa por concebir un bebé.  Te quedan años de fertilidad.  No siempre se producen los embarazos con tanta rapidez.  Por favor...

-No podía quitármelo de la cabeza.  La pérdida del bebé.  Las palabras de mi madre acerca de mi comportamiento inaceptable...

-Eso es lo que ella quiere.  Volver a dominarte. Volver a que hagas lo que quiere... me gustas como eres, y no tenemos prisa.  El bebé llegará cuando decida llegar.  No antes. 

Harry y Zayn entraron en el salón.  Niall miró a Harry.

-¿Por qué?

-¿Por qué que?

-Porqué tú te quedaste embarazado tan rápido y yo no.  He tratado de hacer todo bien.  Cuéntame como lo lograste... porque tú ni siquiera lo buscabas.

-¿Qué ha pasado?  -preguntó Zayn. 

-Esto -Liam le entregó la caja.  Zayn lo miró todo y con un gruñido lo arrojó todo a la chimenea.  Los elixires avivaron el fuego. 

Y llenaron el aire de un olor dulce y penetrante.

-¿Qué tenía eso?  -huele raro -preguntó Harry levantando la nariz. 

-Ni idea.  Pero puede arder con todas las estupideces que Maura dice.  ¿Qué tal si hablamos un poco, jugamos algún juego y nos distraemos?

-Yo quiero emborracharme -dijo Niall.

-Eso también suena bien -dijo Zayn  -Harry, pararás cuando te diga para.

-Si -dijo Harry poniendo los ojos en blanco.

-Hablo en serio, casi no tienes aguante.

-Zayn, en serio.  El aroma del cuarto... esa mierda que mandó Maura huele extraño.

-Iré a comprobar que no llegue a donde Charlotte. 

-Yo voy.  Ve sacando el licor. 

Niall se quedó mirando pensativo la chimenea.  Años atrás, cuando apenas era un adolescente, había sufrido una infección de riñón y su periodo se había interrumpido un ciclo.

Su madre dijo que no era necesario mirarlo.

Apartó la mirada del fuego.

-Tengo miedo, Liam.  De no quedarme embarazado nunca.

Harry bajo las escaleras de nuevo.

-Todo en orden.

Zayn mostró entonces la botella de licor de hierbas que había traído de su última visita al campo.

-Es una especie de aguardiente.  Lo hacen los campesinos de un modo artesanal.  Cuando te diga, Harry, para. 

Niall alargó su vaso.

-Llénalo bien.