La unificación de los reinos

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Gigantes, elfos, enanos y humanos.

Hace muchos años las cuatro razas convivían en armonía, pero todo cambio cuando Ymir murió.

Faltos de la protección y guía del gigante primigenio, las tierras de Yggdrasil se vieron manchadas con la sangre de sus hijos. Siglos enteros sumidos en guerras, hambrunas, sufrimiento y devastación. Hasta la llegada de Buri, "el pacificador", quien se dio a la tarea de unificar los pueblos y establecer los que, a partir de entonces, serian conocidos como "los nueve reinos", cuya capital, Asgard, regiría por sobre todos ellos... todos, excepto Jötunheim.

Luego del aparente asesinato de Ymir, sus descendientes huyeron de las ruinas de Ginnungagap hacia las tierras heladas del norte, donde, contra todo pronóstico, establecieron a Utgard su capital; en medio de un panorama inhóspito y agreste que sirvió de defensa contra los terribles ataques por parte de los Aesir.

Fueron décadas de sangrientos encontronazos por parte de dos ejércitos aguerridos y temibles, causando mucho dolor por todas las vidas inocentes que se perdieron en el camino.

Fue hasta que Odín, "padre de todo", ascendió al trono, que todo ese horror término. A base de un gran trabajo de negociaciones y convencimiento, logró que se firmara un tratado de paz que se sellaría con la unión de ambas descendencias.

Fue un gran momento de dicha para los habitantes de los nueve reinos. Y pronto, se dio inicio a los preparativos para una boda cuyo festejo se extendería por casi un mes. Por fin los horrores, la destrucción y muerte parecían haber terminado con el matrimonio de los príncipes y por eso nadie prestó importancia a triviales nimiedades, tales como el hecho de que eran de razas distintas, o que no había amor de por medio, por no decir que ni siquiera se conocían y la más extraña de todas: que ambos eran hombres.

Lo cierto era que poco se sabía de la raza Jötunn, así que, cuando a la ceremonia se presentó un chico que en lugar de ser un gigante, tenía la estatura de un aesir, todos se quedaron sorprendidos. Después de todo Asgard era un país de guerreros y por lo tanto tener el mayor número de descendientes antes de una muerte prematura era sinónimo de virilidad, algo que le iba a resultar muy difícil presumir al heredero de Odín con un consorte varón.

Pero en Jötunheim no existían las hembras, todos sus habitantes eran machos.

Acostumbrados a las inclemencias de un lugar donde solo podías sobrevivir si la sangre de Ymir corría por tus venas, la naturaleza vio necesaria la supervivencia de un solo sexo, dotando al género masculino con la capacidad para dar vida y al femenino con la habilidad de sembrarla. Aunque claro, eso se supo ya después y luego de realizado el enlace frente a los dignatarios de los nueve reinos; exactamente en el momento en que Balder, príncipe heredero de Asgard, se negara a consumar su matrimonio con alguien de su mismo sexo.

Pasaron los años y el rumor de que Loki, el joven príncipe consorte, aún permanecía tan impoluto como el día en que nació, empezó a regarse por las calles. Luego de una década después del matrimonio más aclamado en los nueve reinos, el heredero seguía sin llegar al mundo.

Fue en una cacería, donde todo se vendría abajo.

Laufey, el actual gobernante de Jötunheim, fue herido de muerte por un bilgesnipe, una criatura salvaje con una fuerza brutal y de enorme estatura.

El rey conocía perfectamente a sus hijos, orillándolo a que se aferrara a la vida que poco a poco se le iba escapando de las manos. La incertidumbre de quien sería el más indicado para ser el siguiente en la línea de sucesión, le impedía irse con tranquilidad.

Helblindi, el mayor de ellos y por lo tanto heredero, había declinado a la corona optando por el culto a la Diosa Nerthus, dadora de vida. Loki, era un "farmor", es decir un varón gestante, a quienes se les consideraba sagrados e imprescindibles, por lo que no se les tenia permitido gobernar mientras estuviera en edad fértil. Y por último estaba Býleistr, el menor de los tres y tal vez el más parecido a él en su juventud: impulsivo, testarudo y completamente lleno de odio y rencor contra los aesir, quienes le arrebataran a su pareja en la guerra. Había estado en contra de los acuerdos de paz desde un principio por lo que, estaba seguro, no dudaría en romperlos tan pronto tomara posesión del trono. Afortunadamente, luego del deceso de su pareja, se había rehusado a volver a participar en los ritos de Disablót, dedicados a la fertilidad, y con esto encontrar un nuevo compañero, requisito indispensable para ocupar la corona.

Así pues, ya que ninguno de los tres era apto para el puesto, en su lecho de muerte, el monarca de Jötunheim decretó que solo ocuparía su lugar el primero de sus nietos, quedando Farbauti como regente hasta que Býleistr, Loki o Helblindi cumplieran la última voluntad del soberano.

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NOTA: Esta historia es una adaptación de la historia "Con un poco de ayuda" de Lycoris Blackk.

Si a alguien le interesa leer la original, la puede encontrar en fanfiction:

https://www.fanfiction.net/s/12116133/1/CON-UN-POCO-DE-AYUDA 

Un poquito de ayuda (Yaoi, Thorki, mpreg, +18)Where stories live. Discover now