Elixir Norn

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Fandral toco la puerta de la habitación de Thor, más no recibió respuesta, dudaba de si debía ingresar o no. Ellos eran grandes amigos fuera del Palacio, pero había un protocolo que debía respetar; ante todo, Thor era su General y un Príncipe. Sin embargo, este le había ordenado entregarle el reporte del día sin importar la hora, así es que, simplemente entró.

El cuarto estaba en penumbras pero, dada la hora, no era de extrañarse. Atravesó la habitación hasta llegar a la puerta del baño, la cual cruzó sin formalidad. Luego de los entrenamientos, solían bañarse todos juntos en los baños comunitarios de la academia, por tanto, no había cosa que no le hubiese visto a Thor. Aunque lo que sí nunca había visto, era la forma en que se aferraba a las caderas de un pálido chico que se abrazaba a su cuello, mientras Thor lo penetraba de forma casi frenética.

—¡Madre mía de Vanaheim! —exclamó shockeado, más cuando Thor, al intentar ver de quien se trataba, movió al joven acomodándolo sobre su regazo.

—¡Fandral! —exclamó su amigo, cuyo color abandono su rostro, mientras su pareja seguía empalándose completamente extasiado, sin importarle nada.

—¡Lo siento... Yo no vi nada! —dijo cubriéndose el rostro con las manos y huyendo de ahí tan rápido como pudo.

Thor se separó rápidamente de Loki para ir en pos de su amigo, dejando un reguero de agua que por poco lo hace caer.

Fandral llegó hasta la puerta que lo liberaría de aquella escena tan bochornosa, cuando el golpe de un objeto lo impactó en las corvas, derribándolo; se trataba del Mjölnir, aunque su propósito no había sido dañarlo, si no trabar la puerta por la cual intentaba huir.

Thor se acercó sosteniendo en su cintura una toalla que había tomado en la carrera y Fandral, que se había levantado, retrocedió hasta chocar su espalda contra la puerta.

—¡Yo no he visto nada, lo juró! —insistió temeroso. Él sabía que descubrir un secreto de la realeza de tanta magnitud, equivalía a perder la cabeza—. Es más, ni siquiera estuve aquí.

—Por favor Fandral, no voy hacerte nada —trató de tranquilizarlo Thor, aunque su corazón bombeaba tan rápido que temió, le hiciera una perforación.

Lo habían descubierto. ¿Qué hubiera pasado si, en lugar de su amigo, hubiera sido cualquier otro? de cierta forma lo aliviaba un poco que fuera Fandral, aunque ahora debiera dar muchas explicaciones.

—¿Lo... lo dices en serio? —insistió Fandral.

—Somos hermanos ¿acaso me crees capaz?

—No —dijo está vez más seguro. Conocía el corazón de Thor y este era noble y honorable, si alguna vez llegaba a actuar de forma deshonesta, siempre era bajo las órdenes de Odín, aunque lo torturara—. Bien —concluyó tomando aire y recobrando la compostura — entonces... ¡¿qué carajos estabas haciendo con el consorte de tu hermano?! —le reprochó, el susto había pasado y se sentía con la obligación de cuestionarlo.

—Bueno... —contestó el rubio con algo de vergüenza—, ya lo viste tú.

—¡¿Que si ya lo he visto yo?! Jamás te había visto en un estado de tanto... éxtasis. Pero la pregunta es ¿porque?

—¿Qué quieres decir?

—¡Es un jötunn! no cualquier jötunn, es el hijo de Laufey, el consorte de Asgard, la pareja de tu hermano —fue alzando cada vez más la voz— ¡¿Qué demonio se te metió en la cabeza!

—¿Quieres bajar la voz? —Lo reprendió Thor, tapándole la boca—. Alguien afuera podría escucharte.

—¡¿Y acaso te importa?! —insistió destapándose de un manotazo.

Un poquito de ayuda (Yaoi, Thorki, mpreg, +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora