Capítulo 1

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- ¡Bien hecho gatito!

Otra batalla exitosa. Ya llevaban un año y medio siendo los grandes héroes de París, y mientras ellos celebraban haber derrotado otro akuma, Hawkmoth sonreía con malicia, pues, después de tantos intentos fallidos, por fin uno le había sido útil.

El joven que había sido controlado vio cuando una estudiante de preparatoria se escabullía de forma sospechosa hacia un callejón vació. La siguió de cerca y vio cuando se transformaba, dándole al poseedor del miraculous de la mariposa información indispensable para su victoria: la identidad de Ladybug.

Cuando habían dado por hecho que todo había vuelto a la normalidad, akumatizó a uno de los compañeros de la joven para poder secuestrarla, pero lo que él nunca supo fue que Marinette intentando ponerse a salvo entró a un salón vacío y se escondió, pero Adrien tuvo exactamente la misma idea. Ella se asomó por un lado del escritorio y lo vio sentado contra la pared, su respiración agitada y sus mejillas sonrosadas. Cuando estaba dispuesta a ir y acompañarlo, escuchó una voz que aunque no pertenecía al chico, se originaba cerca de él.

- ¿Qué piensas hacer ahora, muchacho?

- Pues lo único que se me ocurre es buscar a Marinette y ponerla a salvo.

¿Qué? ¿Cómo podría ponerla a salvo? Ni que fuera un sup...

¿Era eso un... kwami?

La chica estaba en shock. El pequeño gatito que flotaba frente a él era un kwami. Miró a su colorada amiga posada en su rodilla. Esta la miraba apenada, no pensaba que se daría cuenta de esa forma.

- Plagg, ¡garras fuera!

En ese momento volteó su mirada con los ojos llenos de lágrimas y un nudo en la garganta: vio a Chat Noir salir por la misma puerta por la que habían entrado ella y Adrien hacía un rato. Si no fuera por Tikki, estaría completamente sola.

Secretos mortalesWhere stories live. Discover now