Capítulo 9

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—¿Recordando cosas del pasado? —dijo una voz lejana, que lo hizo volver a la realidad de forma brusca.

—¿Eh? —exclamó Vladimir, totalmente confundido. Miró a su alrededor, aún continuaba en la calle, ya de noche, junto con El estratega maestro.

—Te desconectaste de la realidad, Vlad —dijo Swain, con una carcajada—. Bueno, hablamos después. Beatrice ya me está picoteando la cabeza... —esquivó un picotazo del cuervo, lo cual hizo que este graznara molesto.

—De acuerdo —dijo El segador carmesí, entre la realidad y los últimos fragmentos de sus recuerdos.

Se despidieron con un apretón de manos, cada uno continuó con su marcha.

Soplaba una brisa fresca, que hacía bailar las hojas de los árboles y su bufanda de rayas rojas y negras estaba a punto de salir volando de su cuello. El viento le daba directamente en el rostro, y hacía que su cabello blanco se desordenara por completo.

De súbito, una luz azul lo envolvió. Vladimir ni siquiera se sobresaltó con ello, ya que aquella luz significaba una sola cosa: Iría a luchar en La Grieta del Invocador.

Sin perder tiempo, aceptó ir a la batalla. Tal vez lo haría sentir mejor molestar a los demás con sus habilidades de hemomante.


Jhin y Lulu eligieron el carril inferior, Shaco pidió ir a la jungla. Illaoi ganó el carril superior, y Vladimir prefirió el carril del medio.

—Espero que sea rápido, tengo una cita con Veigar. —comentó El hada hechicera, girando con su bastón.

—Creí que salías con el tejón molestoso. —dijo El bufón siniestro, al revisar una de sus cajas sorpresa que pondría por toda la jungla del equipo enemigo.

—¿Quién te crees que eres para hablar sobre mi vida privada? —le interrogó Lulu, molesta. Se arrepintió rotundamente de decir que estaba saliendo con El pequeño maestro del mal, debió haber guardado el secreto.

—Eso sí que no me lo esperaba, me dan inspiración para una obra teatral —rio El virtuoso, contemplando la escena conflictiva entre el bufón y la yordle.

—¿Acaso estabas en la Academia? —preguntó La sacerdotisa del Kraken, al ver que El segador carmesí estaba vestido con su uniforme en vez de con sus prendas rojas extravagantes.

—Apenas tuve tiempo. —contestó Vladimir, y se acomodó la bufanda y el saco del uniforme.

Estando ya en el nexo del equipo rojo, escogieron cuidadosamente los ítems que iban a llevar.

—Te ves más tierno así —dijo Lulu, y se echó a reír por la idea de que uno de los magos más perturbadores de la Liga de Leyendas sea considerado "tierno".

—Gracias... por el cumplido. —respondió Vladimir, con una ligera sonrisa. Él fue el último en salir de la base, ya que no se decidía qué ítems comprar primero.

Cuando se estaba encaminando hacia la mitad del carril del medio, se arrepintió de haber comprado Anillo de Doran, en vez de Espada de Doran o Escudo de Doran. Pero sabía que no podía devolver lo que acababa de comprar porque no recibiría el oro total que había gastado.

Su rival era Lux, y ella ya se estaba aproximando a él con rapidez.

La primera habilidad que Vladimir empezó a utilizar fue Transfusión, absorbía la vida de los súbditos enemigos con gran agilidad; al pasar cierto tiempo, dos líneas de sangre giraban alrededor de él y su cabello se tornaba rojo; su velocidad de movimiento aumentaba para absorber más rápido la sangre y restaurar con mayor rapidez su estado de vida.

Lux trataba ralentizarlo con Singularidad brillante, y lo máximo que lograba era dejarlo con un destello de luz en la cara que no le permitía ver su camino.

—Pareces ser una de esas personas cuyo interior sería interesante conocer. —le dijo Vladimir, con más entusiasmo y para fastidiarla.

La dama luminosa lo inmovilizó con Hechizo luminoso, estando bastante cerca de su torre.

—¡¡Basta ya de contenerse!! —gritó Lux, elevándose con los ojos cerrados.

Estuvo a punto de matar a Vladimir con Chispa final (su definitiva, que consistía en un gran rayo de luz que era bastante dañino), aprovechando que él seguía atrapado en su prisión de luz. Desafortunadamente, no lo logró, porque El segador carmesí se sumergió en un charco de sangre, esquivando así su habilidad principal, para luego escapar con poca vida.

Lux miró con furia cómo él era envuelto por un círculo azul brillante para volver a su base.

—Eso estuvo cerca, Vlad —comentó Illaoi, quien también estaba comprando más ítems en la tienda del equipo rojo—. Ten cuidado, Warwick es su jungla, pero creo que ganaremos si todos juntos vamos a mid, ya que en el carril inferior han muerto demasiadas veces nuestros aliados.

—No me digas que los fedearon... —Vladimir no pudo evitar golpearse la frente. ¿De qué sirvió esquivar a Lux durante media hora de batalla si el ADC y el soporte no serían precavidos?

—Así es. —La sacerdotisa del Kraken se alejó corriendo, rumbo al carril superior para enfrentarse a Trundle.

Vladimir suspiró, y con su esfera burbujeante de sangre en mano, comenzó a correr hacia el carril del medio, donde Lux y Warwick estaban a punto de destruir la torreta. 

Sangre por doquier [League of Legends]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora