: cuarenta y cinco :

22.5K 1.4K 358
                                    


este es el último capítulo :3


removí la comida en mi plato, terminando por tomar un trozo de pollo y llevándolo a mi boca.

— ayer no pude dormir nada. – dijo Olivia, mientras soltaba sus cubiertos y los dejaba a los lados del plato. – Max y Lizzy son muy ruidosos a la hora de hacer cositas.

me atraganté y escuché a Toby comenzar a toser, puesto que se había ahogado con el zumo de naranja.

Lizzy nos miró a ambos alzando sus cejas, probablemente había notado qué era lo que estaba sucediendo en ese momento.

— no tengo hambre, que aprovechen. – dije con rapidez, antes de levantarme de mi silla y correr escaleras arriba.

:: :: ::

— s-seguro, Melissa... — dije, mientras sentía como Toby metía sus manos dentro de mi blusa, sin detener los besos que estaba depositando en mi cuello.

— ¿estás siquiera prestando atención a lo que digo? – preguntó, en el mismo momento que Toby colaba sus manos dentro de mi sujetador a lo que me estremecí.

— c-claro que sí. – murmuré, sintiendo como Toby comenzaba a masajear mis pechos.

— ¿por qué parece que estás gimiendo? – me sonrojé hasta las orejas al oírla. — ¿¡qué estás haciendo con Toby?! – exclamó el otro lado de la línea.

— n-nada, ¡adiós!

colgué la llamada con rapidez, antes de empujar a Toby y que se acostara en la cama, soltando una pequeña risa antes de ponerme encima de él y unir nuestros labios en un tierno beso, que pasó a ser uno para nada tierno en cuestión de segundos.

¿hace falta decir que sucede después?

:: :: ::

— ¡quiero un helado! – hablé, mirando a Toby, quién estaba apoyado en mi regazo. no detuve las caricias que le daba a su cabello.

— déjame dormir. – murmuró de manera vaga, yo fruncí mi ceño y tiré de sus rizos rubios, provocando que soltara un quejido, levantando su vista para mirarme. yo le mostré la lengua. – eres una mala novia, enana.

— no hables, pervertido. – él rodó los ojos, levantándose de mi regazo y mirándome, tallando uno de sus ojos con su puño.

— iremos por tu helado. – se levantó del sofá, estirándose por unos segundos antes de extender su mano para que la tomara.

así lo hice, sintiendo como rodeaba mi cintura con su otro brazo, pegándome a él. solté una pequeña risa, mientras rodeaba su cuello con mis brazos, uniendo nuestros labios en un beso, cerrando mis ojos ante la tranquilidad del beso.

me separé luego de unos segundos, sintiendo como Toby tomaba mi mano y salía de la casa, abrazándome por los hombros mientras caminábamos hacia el parque.

— me cansé, cárgame. – dije y él suspiró, antes de pasar sus brazos por mi cintura y levantarme, rodeé su cintura con mis piernas, sin importarme todas las personas que estaban mirándonos raro. apoyé mi mejilla en su hombro, acurrucándome contra él.

— soy el mejor novio del mundo. – habló él, mientras brindaba unas suaves caricias en mi espalda, sonreí, asintiendo con la cabeza.

— lo eres, bebé. – planté un beso en sus labios y vi un pequeño brillo en sus ojos, sabiendo que era por la manera en la que lo había llamado.

Toby me bajó cuándo llegamos al puesto de helados, pidiendo uno de fresa para él y uno de chocolate para mí.

y sí, el chocolate ya no me hace tan mal como cuándo era un pequeño bebé.

tomé a Toby de la mano y nos dirigimos a uno de los bancos, estaba atardeciendo y la mayoría de las familias se subían a sus carros para irse del parque.

lamí mi helado con tranquilidad, mientras tarareaba una canción que Toby estaba siguiéndome. él se apoyó en su mi hombro, aún comiendo su helado y tratando de no mancharte.

— shu. – dije, moviendo mi hombro y tratando de que se apartara, pero él simplemente se negaba, manteniéndose en su lugar. acerqué mi helado a su nariz y manché ésta, provocando una mueca molesta por su parte.

se apartó y me miró de mala manera, cruzando sus brazos, aún sosteniendo su helado con una de ella, me dio la espalda y yo solté una pequeña risa, acercándome a él y rodeando su cuello con mis brazos, aún detrás de Toby.

— no te enojes conmigo... — hablé y él soltó un bufido. – bebé. – utilicé aquel apodo que le encantaba, logré ver el rastro de una sonrisa en sus labios. – bebé, sabes que te amo.

— estás jugando conmigo, sabes que me gusta que me llames así. – habló y yo solté una pequeña risa, dando un beso en su mejilla.

— me encanta que te encante que te llame así. – murmuré, mientras depositaba un pequeño y suave beso en su cuello, sabiendo que quedaría pegajoso debido al rastro de helado presente en mis labios.

Toby se volteó y me tomó de la cintura, uniendo sus labios con los míos. traté de corresponder pero mi helado me lo impedía, así que lo lancé a algún lugar, (espero que en la cabeza de algún niño) y rodeé el cuello de mi novio con mis brazos, sonriendo entre el beso

me separé del beso luego de unos segundos debido a la falta de aire, Toby me dedicó una amplia sonrisa antes de tomarme en brazos y dirigirse a los columpios, dejándome en uno de ellos y comenzando a empujarme.

una pequeña sonrisa tiró de mis labios, me sentía feliz.

extremadamente feliz.

en unos minutos subiré el epílogo.



Hola, Bonnie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora