El famoso sueño surrealista

15 2 2
                                    

Y me encontraba a mí mismo, inmerso en consecutivos fotomontajes increíblemente conocidos, de manera onírica, resultaban familiares para mí, aunque posiblemente sea obra del subconsciente. Un espacio  amplio, aunque la opaca escasez de matices no permitía visualizar el entorno correctamente, ni mucho menos recordarlo en su mayoría una vez despertara...
¿Quién... Quién eres tú? Preguntaba, ante la mirada congelada que presenté al verlo... Era un niño, sólo y angustiado, desmoronándose en lágrimas... Me acerqué, en un primer intento, sin embargo, el cambio de escena repentino me desconcertó. El niño ya no estaba, en su lugar, el cadáver cercenado e incinerado de una extraña figura no humana ocupaba el espacio. ¿Un animal? Tal vez...
A continuación, el cielo encarnó un aspecto infernal, rojo brillante con labios dibujados en él, riendo a carcajadas, burlándose de mí; el ambiente parecía derretirse ante mis ojos, lentamente, y repentinamente, brazos debajo del suelo tomaban mi cuerpo en un intento de hundirme en él. Un sonido ensordecedor se apoderó de mi cabeza, era irresistible; apoyé mis palmas sobre los oídos, presionando, apaciguando el dolor, y entonces...
Eran las 12:00 pm, mi reloj sonaba a un costado. Agradecí estar vivo, estar en la realidad. Observé mis manos temblorosas, podía sentir el sudor recorrer mi cuerpo. Un sueño... No, dije... Era una pesadilla. Tallé mi rostro, aún cansado, sin embargo, había sido suficiente por una mañana, al menos por hoy. ¿Qué habrá sido eso? Esto no era normal, abiertamente lo acepté. Una pesadilla para cualquiera, un sueño para el purista, sin embargo, por esta ocasión, te llamaré el sueño surrealista.

La sonrisa que causa tu muerteWhere stories live. Discover now