Apuesta a la futura incertidumbre

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Su fuerte olor a cigarro no me dejaba concentrar; sin embargo, preguntar estaba de más, el motivo siempre es el mismo, tristemente. Me limité a seguir el hilo de la conversación.
Según sus palabras, el asesinato sucedió alrededor de las 7:30 pm; el profesor dio su última clase del día a las 3:00 pm. ¿Tiempo suficiente para preparar un incendio? Yo creo que es posible. Ella y Neryon no observaron nada extraño en su comportamiento ni siquiera mostraba caídas emocionales en sus gestos. Sus clases eran tan cotidianas como su alegre postura.
Aquel que no es capaz de disfrutar la clase no tiene la obligación de asistir; bajo ese dogma pasaba asistencia, sin recriminar a aquellos que optaban por no presentarse. Siempre con esa viveza característica.

Me encontraba hundido en mis pensamientos y no me percaté cuando sus manos acariciaban las mías en señal de relajación. Realmente estaba estresado y notoriamente se percató de ello.
—Querido Arshell, lo que tu eco no revela, tus gestos sí. Eres tan transparente para mí como lo soy yo para Neryon. ¿Crees que somos amigos por el albaricoque regalado en agosto o por las incontables ocasiones que me convertí en tu paño de lágrimas durante el tour de cine francés?
Los detalles anecdóticos son obsequios entre almas gemelas, siempre lo he dicho, así que, si me haces el favor, derrama el sentimiento que desees sobre mí, esta noche vuelvo a ser tu trapo sucio de lágrimas. Entra en confianza, inepto cobarde —.
Ella sabe como reconfortarme, y en efecto, buscaba consuelo. Apesar de mi tarde buscando aceptación y resignación por el homicidio, necesitaba desahogarme con un querido amigo. En lo más profundo de mí, sentía rabia por la forma en que los abandoné, y a la vez, una inmensa felicidad escondida bajo serenidad por el simple hecho de su búsqueda hacia mi posición. Es precisamente la razón suficiente para que mis palabras siguientes fueran: "Resolveremos este caso juntos. Sólo, si me lo permites, tramitaré mi baja temporal de la Universidad. No hay mejor semestre que el convivido con dos viejas amistades."
Ambos, bajo el frío de la noche, cubrimos nuestros cuerpos con las sábanas, dialogando un poco para conciliar el sueño. Era una noche perfecta para refugiarse en un hotel cinco estrellas, y más cuando no era mi billetera la que costeaba la instalación. Al fin encontré paz interna... al menos hoy junto a ella.

La sonrisa que causa tu muerteWhere stories live. Discover now