El Pecado De Ser Mujer

Capítulo 17

Me tiro de espaldas al colchón, respirando pausada, con los ojos cerrados, coloco mis brazos en mi rostro y me mantengo inmóvil, sin saber qué hacer, sin saber cómo sentirme.

Rafael tiene razón.

Soy una perra.

¿Es ahora cuando el arrepentimiento aparece en mí?

-¡Nunca te perdonare esto Eider, nunca, te juro que cuando salga de aquí yo mismo te castigare!- Grita colérico Rafael.

Mis lágrimas comienzan a salir, sozollando, sintiéndome realmente una basura.

-¿Cómo un muerto podría castigar?- Habla Neón alejándose de mi.

Me siento y observo a Neón acomodarse su pantalón para luego agarrar su espada desenvainandola.

-Dijiste que no lo matarás- Susurro.

-No estoy dispuesto a dejar que te toque, Eider- continúa caminando en direccion a Rafael, dándome la espalda- Tampoco estoy dispuesto a dejar estorbos en el camino, por esta vez, no cumpliré con mi palabra.

Se coloca frente a Rafael y lo observa serio. Rafael sonríe burlón.

-Sabes que no te dejaré en paz nunca, por más que me mates, te atormentare todos los días de tu miserable vida.

-Oh ¿Piensas que eres el único que lo harás?- Pregunta irónico Neón- Esta espada ha acabado con tantas vidas que ya me da igual todo, aunque debo de admitir que la tuya será la más placentera- Levanta su espada de manera firme- ¿Tienes algo más que decir?

Rafael escupe en el zapato de Neón.

-Te veré en el infierno- Lo amenaza.

-¡Para!- Grito.

Neón patea el rostro de Rafael echándolo al suelo, dirigiendo su espada directo al cuello.

Pero se detiene.

Miro sorprendida,  respirando frenéticamente al igual que Rafael.

Neón vuelve a envainar su espada en su cintura para luego quitar un pequeño cuchillo.

-Ni siquiera mereces ser muerto ante mi espada- Habla frío.

-Neón, detente- Comienzo a luchar con la cadena, zarandeandome.

Rafael alza su cabeza y la mirada que me da es algo de lo que nunca podré olvidarme.

Decepción. Arrepentimiento.

¿Está decepcionado de mi? ¿De qué se arrepiente?

Sin poder apartar mis ojos de él, observo a Neón colocar el cuchillo por su cuello y comenzar  a cortarlo, rebanandolo sin pudor, la sangre comienza a exparsirse por todo el suelo y la mirada de Rafael se pierde en mí.

Siendo desprendida la cabeza de Rafael de su cuerpo.

Neón tira el cuchillo al suelo y yo ni siquiera me doy cuenta el momento en que él se coloca frente mío, obstaculizandome la visión del cuerpo de Rafael.

-Era inevitable, no podía dejarlo con vida- Habla de repente- Si piensas que yo estoy obsesionado por ti y él era el que te amaba, en todo momento estuviste ciega querida, las cosas no son como uno cree en un primer momento.

No respondo, mantengo mi vista al cuerpo de Rafael, él continúa hablando pero sigo sin prestar atención. Por un momento solo somos Rafael y yo, por un momento desaparece ante mi Neón.

Escucho a Neón repetir mi nombre en reiteradas veces, tratando de hacer que lo mire, pero mi cuerpo reacciona empujandolo, sintiendo repugnancia, mis ojos se niegan a observarlo.

Siento un fuerte mareo propagarse en mí y Neón lanza una maldición para luego volver a acercarse a Rafael agarrando su cuerpo, lo desencadena llevándolo lejos de mi vista, metiendolo en otra habitación.

Vuelve y comienza a quitar las cadenas de mis muñecas ayudándome a levantarme, trato de alejarlo pero él me carga, sacandome de la casa.

Volteo buscando nuevamente el cuerpo de Rafael pero Neón agarra mi cabeza y la esconde entre su cuello. Habla y habla, por momentos con desespero pero continúo incapaz de hablar e incluso de moverme.

Comienzo a sentir la pérdida de aire en mi cuerpo, sintiendo el desmayo latente en mi.