Capítulo 18: Sentimientos, besos y lo sientos. Parte #2.

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Capítulo 18: Sentimientos, besos y Lo sientos. Parte #2.

— Mira tu jodido labio Travis —bufé molesta. — Tu ceja, Dylan.

Los chicos, me vieron molesta cuando los senté en la cama de Travis.

— ¿Porque debo estar aquí, Ann? Prefiero contraer alguna infección al estar alado de este...

— Vamos, sigue hablando y tu ceja no será lo único roto —dijo Travis.

— ¿Como puedes vivir con alguien así, Ann? —bufo molesto Dylan.

— Es mi hermano.

— ¡Yo soy tu hermano!

— Creo que ahora, eso está en duda.

Vi como el me miraba perplejo, sin saber que decir. Tomó el algodón con alcohol y salió de la habitación dando un fuerte portazo.

— ¿Como podías convivir con un ser tan repulsivo? —preguntó Travis desde la cama.

— Dylan nunca fue así. —lo excuse.

— Bueno, las personas cambian.

— Si que lo hacen.

Pude ver como me observaba. Me giré para ver su habitación, encontré el estuche de sus gafas y lo abrí.

— ¿Porque ya no usas estas cosas? —hable colocándome las gafas.

Dios, si que está ciego.

— Uso de contacto —habla el. Aunque no se donde está, ya que no puedo ver bien con la gafas.

Camine, pero pise algo haciandome tropezar.

Estaba lista para tocar el suelo, pero jamás llegue hasta ahí.

— No deberías usar gafas de una graduación tan alta, rojita —dice conmigo en sus brazos, lentamente me quito sus gafas.

— Debo terminar de curarte —hable lento.

— Puedes hacerlo de otro modo —observe como el se acercaba a mi.

¿Que mierda Ann?

— Deberíamos bajar. —hable levantándome.

— Creo que aquí estamos bien.

— Trav, en serio. O te curo o bajamos.

No puedo estar cerca de él, debo alejarme. Es mi hermano, Dios.

Esto no está bien, no está bien, para mi, para ambos.

— Cúrame.

Asentí y volví a tomar en alcohol, junto a algodón y lo remoje.

— No me refería a ese tipo de curación, rojita —sentí como me tomó de la cintura. Mi cara se tornó al mismo color que mi cabello.

— Aléjate de mi, Travis. —pedí con los ojos cerrados.

— Ann, por Dios. Sabes muy bien que tú y yo...

— ¿Que tu y yo, que?

—Me gustas. —de un empujón fuerte lo aleje de mi.

¿Que?

— Travis, eres mi hermano y-

— ¡Yo no te veo como una hermana, joder!

En los meses que estuve aquí, jamás había escuchado maldecir a Travis Vladimir.

— Lo siento.

Adoptada por los Marshall.Where stories live. Discover now