Capitulo 23: Promesa.

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Capitulo 23: Promesa.

— ¿Tu quien eres? —fue lo primero que dije cuando abrí la puerta.

— Steph —negué dudosa.— ¿Stephanie Reyes? Vamos en la misma clase.

— Sigo sin dar.

Ella suspiró rendida.

— La chica nueva —dijo al fin.

— ¡Ah, eres tú! —ahora mi mente brilló.

— El profesor Wallace me-

— Brayden ya me trajo todas mis tareas, no te preocupes —hable interrumpiéndola.

— No, somos compañeras —dijo.

¿Que?

— Fui la única que quedó sola y como no llegaste me asignaron contigo —me cuenta.

Me sorbo los mocos se sorpresa.

— ¿Quieres pasar? Bueno, estás adentro pero sabes a lo que me refiero —ella camino más y cerré la puerta.

— ¿Como están tus hermanos? —preguntó.

— Pronto darán de alta a Aiden y Travis está bien, salvo por su yeso —me senté en el sofá y ella me siguió, dejando su mochila a un lado.

— Que bueno —dijo. — ¿donde se encuentran? Porque siempre que están juntos nunca esta en silencio.

— Acaban de salir de clases por lo que Bray me dice, fueron a comprarme algo de comer —dije viendo mi teléfono y leyendo el mensaje de Brayden. — porque estoy enferma.

— Que lindo, por parte de ellos.

— Si, son los mejores —sonreí.

Y ahí se quedó la conversación, un silencio incómodo inundó la sala.

Comencé a jugar con mis dedos y ella a ver la casa.

La puerta se abrió dejando ver a mis hermanos empujándose entre sí, dándose golpes e inclusive Jackson se cayó.

— Hola —sonríe Jack levantándose.

— Mira Ann; yo decía que pudiéramos nuggets extras pero Marcus insistía que pidiéramos hamburguesas de más, lo siento, pero así no puedo vivir —reclama Nolan.

— Habías pedido 5 órdenes —dije el castaño.

— Son pocas, para mi.

— Whopper de BBQ para ti y papas extras con tu té helado —me extiende una bolsa Brayden.— Oh, hola. Soy Brayden.

Stephanie sonríe tímida.

— Stephanie —se presenta.

— Le trajimos  Crispy Chicken a Trav ¿donde esta? —preguntó Henry.

— En el baño —informe.

— ¿Quieres un nugget? —preguntó Nolan. Con la boca llena.

— Mastica, traga y después habla —le regañe a Nolan.

— Lo siento —trago su comida y sonrió.

Adoptada por los Marshall.Where stories live. Discover now