Volviendo a Chicago

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Zac se separó y Ronnin le rodeo el cuello mientras no dejaba de sonreír, a pesar todo, de como se iban a poner las cosas ambos se amaban. Valentina se giró y los vio abrazados, se imagino como sería amar a alguien, ella había vivido todo la vida bajo el poder de IGen, por eso no sabía lo que era amar a una persona o ser amado, además de que tampoco sabía del todo como era vivir tranquila, lo estaba aprendiendo desde hacía poco. 

Valentina sonrió al verles así, después se aclaró la garganta para llamar la atención de la parejita feliz.

-No quiero ser mata pasiones, tórtolos pero tenemos que irnos. En estos momentos no se sabe lo que puede pasar. Así que vamos-dijo Valentina

Y se pusieron en marcha, debían moverse rápido si no querían que los encontrasen, al menos no tan pronto porque nada más salir de Bahía Ángel, IGen podía rastrearlos. 

-Llegamos-anunció Valentina, tras horas de caminata. Sonrió nostálgica-Tantos años, tantos años han pasado, pero no significa que no haya extrañado estar aquí-

Zac y Ronnin la y por lo visto, estaban en un lugar muy especial para ella, se le notaba en sus ojos y parecía que iba a ponerse a llorar. 

-Valen, ¿Dónde estamos?-preguntó Zac

Valentina se giró hacia él, tenía una gran sonrisa en la cara, en lo poco que la conocían ahora se la veía más feliz que nunca.

 -Estamos en Venezuela-dijo Valentina con un deje de cariño-Mi hogar-

Zac y Ronnin se sorprendieron y miraron a su alrededor, se encontraban en la capital, Caracas. Era muy bonita la ciudad pero estaba un poco destrozada. Valentina les explicó que Caracas se dividía en zonas. Se encontraban por una llamada Altamira, que podía ser más bonita si no estuviera tan destruida. De repente, Ronnin sintió que alguien la agarraba y tiraba de ella. 

-¡Chicos!-

Zac y Valentina se giraron y vieron a un hombre agarrando a Ronnin en contra de su voluntad mientras que ella intentaba liberarse. Zac se sorprendió pero Valentina no porque conocía a quienes la habían tenido cautiva tanto tiempo.

-IGen-dijo Valentina

Valentina y Zac se aproximaron hacia Ronnin pero esta los detuvo porque no quería que se vieran involucrados.

-¡No, chicos! Dejen que me lleve. Así los dejaran tranquilos-dijo Ronnin

Ambos se negaron y de repente otro de IGen agarró a Zac cuando él estaba desprevenido impidiendo así que pudiera zafarse.

-¡Zac! ¡Ronnin!-

Valentina se aproximaba hacia ellos pero Zac la detuvo porque sabía lo que pasaría si se metía en medio y no quería eso.

-No, Valen, tú no mereces pasar por esto otra vez. Nosotros estaremos bien-dijo Zac

Y se los llevaron, mientras ellos se alejaban Valentina sacó un suero que había tomado de Osadía para poder entrar en el paisaje del miedo y se lo inyectó sin importarle nada.

Después de tantos años desde que huyó de divergente, Valentina volvía a estar en aquel mundo futurista, aquel mundo ficticio. Reconoció el sitio en el que estaba como Osadía, el hogar de los guerreros. Se dedicó a buscar a Tris y Cuatro, pero se dio cuenta de que no había nadie. Nunca creyó que vería el Pozo, tan vacío. El cuál era un lugar en el que siempre sobraban personas con mucho bullicio. Al final, por fin pudo dar con ellos, ambos estaban en las rocas, besándose, "Novios" pensó Valentina y suspiró. Ya era la segunda vez que le tocaba ver una escena de amor.

En lo que se separaron, Valentina se aclaró la garganta y ellos volvieron su atención hacia ella, ya que no la conocían fruncieron el ceño. 

-Hola, soy Valentina. Ustedes son Tris y Cuatro ¿verdad?-

Dentro de Divergente® (Zac Efron y Nina Dobrev)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora