Capítulo 7

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Bloody Love

Capítulo 7
Nadie Va a Salvarte de Mí

KALEY

Si hay algo que logra desesperarme es aguardar por alguien. Y cuando la espera será sucedida por una misión como la que se me ha sido encomendada esta noche, la impaciencia se mezcla con la zozobra y apenas puedo quedarme quieta.

Amber, Dan y Sloane me acompañan. Amber contó a los otros dos acerca de la misión cuando se los encontró y pude escuchar el «¡¿Es en serio?!» de Ane desde mi dormitorio. No pasaron ni cinco minutos cuando entró con estrépito en mi recámara y me abrazó con fuerza, balbuceando felicitaciones y peticiones de ser cuidadosa.

Luego de prepararme regresé a la oficina de mi madre, donde se encontraba Asher también, y entre ambos analizamos los planos del local donde estarán congregados los chupa-sangre; me indicaron el público que se prevé para esta noche, pusieron al tanto de los recursos y ya había estudiado un poco acerca de los soldados que llevaré; seguidamente, mi madre me pidió una opinión acerca de cómo deberíamos proceder.

Sin titubear, hice uso de las lecciones que me dio el ex-Comandante Clark y el Comandante Acker, señalando los puntos que nos concederán ventaja, la división más prudente para los elementos y las posibles rutas de escape. Mi madre se vio bastante satisfecha con mi manera de manejarme y mi tutor aprobó la estrategia. Se me fue indicado que esperara por mi unidad –¡mi unidad!– en el almacén del equipo. Se supone que debíamos salir a las 11:00 p.m. y ya son las 11:10.

Aun recargada a un costado del camión en el que nos transportaremos puedo escuchar cómo la puerta trasera del almacén se abre y por ella ingresan los diecinueve Beta que estarán a mi cargo. La mayoría de ellos son soldados que ya han estado en campo, un par son novatos. Recuerdo a mi padre decirme que nunca me salvaría de tener que lidiar con ellos.

Para cuando llegan a nuestra posición la conversación que mantuvieron entre ellos se ha sofocado y se exhiben en fila frente a mí, presentando las armas. Mis amigos no hacen ningún comentario, todos esperan a que yo actúe.

—Puede que sea una iniciada, pero ello no significa que deba tolerar que ustedes actúen como novicios, y no me importa si lo son o no —comienzo, mi tono, si bien no tan inexorable como el de Asher, es firme, lo suficiente para demostrar qué tan en serio hablo —. La próxima vez espero que respeten la hora pautada para salir, o tendré que buscarme otra unidad. ¿Quedó claro? —sentencio; nadie dice nada, algunos asienten con la cabeza — ¿Quedó claro? —repito, alzando un poco la voz, irguiéndome frente a lo que sí parece un escuadrón de novatos.

Una de las primeras cosas que te enseñan en los entrenamientos, es a responder a tu superior de la forma correcta. Puedo percibir claramente cómo mi semblante, mientras estoy metida en mi papel de Alfa, logra intimidarlos un poco.

— ¡Sí, Alfa! —dicen al unísono.

—Suban ya, debemos partir cuanto antes. —ordeno.

Los Beta acatan el mandato inmediatamente y se dirigen a abordar el camión.

Uno de ellos rompe la fila y se acerca a mí. Un pelinegro alto de ojos miel, de cuerpo juncal y sonrisa amistosa. Es Terry Milles, uno de los soldados experimentados más jóvenes de la manada; lo conocí cuando tenía trece años, en una sesión de entrenamiento en la que tuvimos que enfrentarnos a aprendices de Fase II, yo tuve que pelear contra él. Me dio una paliza.

—Ha pasado un buen tiempo, Kaley; has cambiado mucho. —sonríe él bajando el fusil de asalto.

—Supongo que para bien. —bromeo enarcando una ceja.

Bloody LoveWhere stories live. Discover now