Bloody Love

Capítulo 39

Bloody Love

Capítulo 39
La Sobrina Del Bastardo

KALEY

Puede que con algunos rodeos más de los que preví, pero las cosas terminaron como fue mi primera noción: conmigo largándome junto a ella. Sinceramente fue lo primero que me pasó por la mente cuando supe que la única solución era dejarla ir, pero no era tan sencillo, nunca es tan sencillo. No solo son nuestras vidas, es toda la manada; en la cadena de mando, soy un eslabón muy difícil de reemplazar y eso provocará un gran problema, caos, incluso.

Llegué a la conclusión de que sobrevivirán. Moon no será la primera manada cuyo liderazgo cambie de linaje por un suceso trágico. Además, el que tenga cien años no significa que mi madre esté incapacitada en lo más mínimo para seguir asumiendo el rol de Alfa; todavía puede esperar a que mi padre renazca y volver a estar juntos para tener más descendencia. Y, en caso que a la manada no le parezca, siempre está el tío Philip, que es Clark por sangre, y tiene esperanzas de encontrar algún día a la mujer con quien tener una familia.

Fue fácil encontrar excusas, porque lo que me frenaba no tenía qué ver con mi posición como futura Alfa, sino con lo que me impedirá serlo.

Traidora.

A pesar de saber que no estoy haciendo nada malo –no del todo– es doloroso pensar que no seré más que eso para... todos.

Mis amigos, mi familia, mi unidad, lo único que presumirán acerca de mí es que caí de la forma más baja, o, en el mejor de los casos, pensarán que Lauren hizo algo para confundirme, que me controla mentalmente o algo por el estilo.

Me tocó poner las opciones en una balanza. Liberar a Lauren y ser recordada como la Alfa que le dio la espalda a su manada por una chupa-sangre, ganarme el odio de todos quienes me importan y ser repudiada por toda mi especie, o dejar que la ejecutasen y perderla...

El peso de los sentimientos no tuvo competencia. No seré la primera heredera que deja la manada por un amor prohibido; corren rumores de que precisamente ese fue el detonante para que la manada Kanclaws se extinguiera, cuando su heredero se fue por una Vampiresa que pertenecía a un clan rival. Yo no los creo, quiero decir ¿un Sharrow con una Vampiro de Silvang, su enemigo mortal? Pero al menos ese cuento tan famoso hará que mi caso no se convierta en un escándalo más allá de los límites de Lasfort.

Así que puse al tanto de los planes a Amber, me puse el uniforme, tomé solo lo más importante de mi habitación en una mochila y bajé a las mazmorras con todo el arresto de mundo. Que fue menguando a medio camino.

¿Solo huiría con ella como la mejor de las cobardes? Mi orgullo no era capaz de tolerar esa idea. ¿Por qué tendría que soportar ser llamada traidora si jamás he cometido una sola acción en contra de ningún miembro de mi manada? Es absolutamente injusto. No merecía la pena ganar esa deshonra por algo que tal vez podría resolver de otra manera.

De pie frente a su celda me di cuenta que era la única opción. No había otra forma de sacarle de la sede con vida. Y volví a la misma batalla que se ha estado fraguando en mi interior desde el inicio de todo esto: ¿mi corazón o mi manada? Tenía que salvar a Lauren, pero no podía permitirme ser una vil rata. Por lo que me decidí a quedarme y plantarle cara a mi destino.

Después de todo, no podría huir para siempre de todo lo que me he ganado a pulso. Las probabilidades de salir viva de esa eran desalentadoramente pocas, pero en caso de que mi sentencia fuese más allá de una tortura y el posterior destierro, usaría hasta mi último aliento para intentar escapar.

Todo estaba resuelto: Lauren seguiría con vida y yo conservaría mi honor asumiendo las consecuencias de mis actos. Pero ella no podía solo aceptarlo, ¿cierto?