Capítulo 6

1.6K 61 14
                                    

*narra Raoul*

Roi. No me lo puedo creer.Qué vergüenza, me quiero morir ahora mismo.

Sentí a Roi alejarse. Me levanté y fui a la cocina. Escuchaba a alguien detrás de mi.

-Raoul.Espera. ¿Qué te pasa?

-Nada, es que no estoy bien.

Seguía andando, cada vez más rápido. Estaba cabreado.

Agoney corrió y me paró cogiéndome de la mano.

-Quieto, a ver, ¿qué pasa?

-Es que estoy enfadado.

-¿Por qué?

-Porque Roi lo sabe y... No tengo relación con él y... Estoy cabreado.

-No lo pagues conmigo, yo no tengo la culpa.

-Ya lo sé. No he dicho que estuviese enfadado contigo

-Raoul, tranquilo. Roi no va a decir nada, lo has oído.

-Es que no lo entiendes... Si fuese Miriam o Nerea...

-Sí lo entiendo, Raoul. Pero sé que Roi no va a decir nada.

-¿Y si lo dice qué? No voy a poder hacer nada...

Se sentó en el sofá y tiró de mi, quedándome sentado encima de él. 

-Cariño, ya nos ha visto, no podemos hacer nada. Así que sonríe un poco. — Empezó a darme besos por toda la cara — ¿Y puedes explicarme por qué estás tan guapo cuando te enfadas? — Seguía dándome besos.

Me lamió el cuello.

-¡Ay! Agoney, para. —Me está haciendo muchas cosquillas.

-No voy a parar.

-Yo tambiéns sé jugar eh.

Me levanté y empecé a hacerle cosquillas en la barriga.

-¡Raoul! ¡Te mato! 

Hicimos una guerra de cosquillas, sin parar de reírnos durante varios minutos. Cuando me di cuenta estábamos en el suelo, uno encima de otro y ya me dolía la barriga de tanto reír.

-Te quiero mucho, Agoney.

Le besé, el puso las manos en mi espalda y las fue bajando. Al poco rato me quitó la camiseta y le quité la suya también. La situación se calentó bastante. 

-¿Estás seguro de esto?—Me preguntó Agoney. 

-No...

-Me lo suponía, es normal.

En realidad tenía muchas ganas, pero no allí ni en este momento. Y me sentía bastante mal por dejarlo así.

-Lo siento, me siento fatal. Te amo. Lo siento.

-No pasa nada, idiota. ¿Me amas en serio?

-Sí, creo que si...

-Yo estoy seguro.

-¿De que me amas?

-No, de que tú me amas a mi.

-Bua, menudo flipado. —Reí.

-No soy un flipado, soy el chico más guapo que has conocido.

-No, no lo eres. Me veo en el espejo, y sé que soy clarisimamente más guapo que tú.

-Más quisieras, rubio.

Hablamos durante bastante tiempo y nos fuimos a dormir tarde. Tarde pero felices, y juntos.


-Estos dos ya están durmiendo juntos otra vez. —La voz de Aitana me despertó.

-Si, el otro día igual. — Le contestó Nerea.

-¿Os molesta? —Le contesté, y abracé a Ago, que seguía dormido.

-Ellas que se quieren. No, no los molesta, solo queremos dormir con vosotros. —¿Miriam también está aquí?

Abrí los ojos y vi que Aitana, Alfred, Amaia, Miriam, Nerea y Cepeda estaban viéndonos. Bua, qué vergüenza.

-Que graciosa ella. Es que... Ayer se me derramó agua en la cama y entonces subí a dormir. 

Que rápido invento excusas cuando quiero. Me levanté y fui al baño. Al volver sólo estaba Agoney dormido.

-Amoor. —Lo zarandeé para que despertase. — Mickie, despierta.

-Mmmm.

-Vamoss. —Abrió los ojos.

-¿Y los demás?

-Ah, o sea yo vengo a despertarte con toda la ilusión del mundo y preguntas por los demás sin darme ni siquiera los buenos días... Muy bien.

-Ay, lo siento. Buenos días, amoh de mi corasoon.

-No, ahora ya no me vale.

-Pues vete a la mierda.

-Oye.

-Es bromita. Te amo.

-Venga, levántate. Que están todos desayunando.

-¿Ya? ¿Pero qué hora es?

-Las nueve y media.

-Joder, voy.

 Se levantó de la cama, me dio un beso y luego se fue a asear mientras yo fui a la cocina con los demás. Estoy tan feliz, de verdad.

-Oye, Raoul, ¿y esa sonrisa de estúpido que tienes en la cara?

-Cepeda, tío, cállate — Le contestó Roi.

-No, digo porque parece que está enamoradísimo o drogadísimo.

-Cállate, en serio — Volvió a decir Roi.

-¿Qué te pasa hoy conmigo?

-Cepeda, hazle caso a Roi, no son tus asuntos. ¿No puede sonreír si él quiere? —Intervino Mireya.

-Vale, lo siento, no lo decía por mal.

El ambiente se volvió tenso. Cepeda no había entendido la actitud de Roi y Mireya, yo me estaba cagando en sus muertos por ser tan obvios, Mireya estaba pensando por qué cojones parecía que Roi lo sabía, y éste estaba pensando lo mismo de ella. Ana, Aitana, Miriam y Nerea estaban flipando, y luego se dieron cuenta de que algo pasaba. Y Alfred y Amaia parecía que ni se habían enterado.

Tomé el zumo de naranja y decidí irme. Me encontré con Agoney por el pasillo, apagué el micro un segundo y le dije:

-Mireya y Roi son demasiado obvios, intentaré disimular para que no lo descubran los demás, que ya se huelen algo.

Esa tarde tuvimos clase con los Javis. Empezamos leyendo la canción. Intentaba retrasar todo lo posible el momento de la interpretación, porque estábamos en el salón y podía pasar cualquiera. Puse la excusa de que no entendía la canción, cuando en realidad, sabía perfectamente lo que decía.

-A ver, ¿qué sentimientos hay aquí en este momento? — Nos preguntó Javi Calvo. Fui rápido en contestar, porque sabía que Agoney contestaría algo tipo: hay magia, ilusión, cariño...

-Aquí, ahora mismo, ninguno.


*narra Agoney*

-A ver, ¿qué sentimientos hay aquí en este momento? — Sabía que Raoul no me iba a dejar responder, así que ni lo intenté. Lleva toda la clase así, porque tiene miedo a que la cague.

-Aquí, ahora mismo, ninguno.

Respondió tan rápido y tan convencido que me dolió. Me dolió porque no dudó, y si no dudas en decir algo es porque lo sientes, y te sale de dentro. Entonces me enfadé.


Verte | RagoneyWhere stories live. Discover now