Capítulo 9

1.3K 58 8
                                    

*narra Agoney*

-¿Qué?

-Agoney, sé que no debería contártelo a ti pero... Eres mi mejor amigo aquí y no sabía a quién recurrir.

-¿Pero tú no sabías que yo era gay, Nerea?

-Si. Sabía que tú lo eras, no que Raoul lo fuese también.

-Ah, es de él.

-No quiero que te enfades.... Yo no me voy a meter en vuestra relación y de verdad espero que seáis muy felices... Pero no puedo evitar sentir algo por él y... Me siento mal.

-Jo, pequeña, no te preocupes... No puedes controlar eso y no me voy a enfadar contigo.

-Es que... —Rompió a llorar.

-Ey, no, no, Nerea... No llores, venga... Que todo va a ir bien.

La abracé y le acariciaba la espalda mientras ella seguía llorando.

-Es que creo que ni siquiera debería haberte contado esto porque eres su novio y... Joder... Es que me siento súpermal. No quiero que ahora me mires mal y pienses que voy a intentar algo porque no lo voy a hacer y... Jolín.

-Ya lo sé, Nere, sé que no le harías daño ni a una mosca. La relación entre nosotros no va a cambiar, seguirás siendo mi mejor amiga.

-No te merezco, Ago.

-Vámonos a dormir, ¿si? Seguiremos hablando de esto mañana si quieres.

-Está bien.

Nos fuimos a la habitación. Cuando llegué, Raoul estaba durmiendo. Le caricié la cara y deposité un beso en su mejilla. Decidí subir a mi cama, no quería que Nerea estuviese mal por vernos dormir juntos.


*narra Raoul*

Me desperté por un ruído fuerte que escuché en la habitación. Abrí un poco los ojos y vi que Alfred se había caído de su cama, me reí pero como vi que él no se despertaba decidí no levantarme y darme la vuelta en la cama. Esperaba encontrarme a Agoney, pero no fue así. Ahora que lo pienso... Anoche no le oí llegar. Vi el móvil para ver la hora, las siete. 

Me levanté y fui a la cocina, aún no ha empezado el directo y no hay cosa que agradezca más... A veces me agobia saber que me están observando todo el tiempo. Lavé la loza de la cena del día anterior, que raro, yo, siempre yo. Oí bostezar y vi detrás de mi, era Nerea.

-Ey, buenos días pequeñaja.

-Em, buenos días.

-¿Por qué tan madrugadora?

-No sé.

Pasó a mi lado para coger un vaso y ni me miró.

-Nerea, ¿qué te pasa?

-¿Eh? ¿A mi? Nada.

-No me mientas, jo, Nerea... ¿He hecho algo? — Cerré el grifo, sequé las manos y me giré para verla.

-No... Raoul, no te preocupes... No he dormido bien.

-¿Es eso?

-Si.

-¿Me lo prometes?

-Si.

La abracé y me correspondió al abrazo. Me giré a terminar de lavar los platos y ella se fue por el pasillo, supongo que otra vez a cama. A las ocho empezó a despertar la gente. Primero Ana y Mireya que se fueron a maquillar después de hablar unos minutos conmigo. Después despertó Agoney.

Verte | RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora