200 Retos de Escritura

Reto 28

28.Escribe un relato sobre la amistad entre un hombre y un animal.

04-02-2018

Angélica nació con un don, poder entender a los animales. Ella nunca pensó que era algo raro, y sus padres no lo habían notado, por el hecho de que pensaban que se lo imaginaba todo. O mejor dicho que era la imaginación de un niño como cualquier otro.

Todo era así esta que Angélica les pidió que un lobo bebe se quedará con ellos, porque sus padres lobos habían muerto. Los padres de la niña le dijeron que no al principio, pero solo falto escuchar como la chica se expresaba, como el lobo se comportaba y los detalles que les dijo y la forma en la que lo contó, eran demasiado específicos para que la mente de una niña de 11 años lo inventara todo. Entonces comenzaron a sospechar que era cierto lo que había afirmado desde pequeña.

— Ange, linda, ¿podrías hablar con el loro? —le dijo su madre— siempre he querido saber qué es lo que hay en su cabeza.

— Claro mami —la chica fue a lado del pájaro que estaba en una esquina de la habitación. — dime señor loro, ¿qué es lo que piensas sobre mi mamá?

— ¿Qué dice niña? —le pregunto ansiosa la madre

— Dice que te veías hermosa con el vestido rojo que te mediste en la mañana.

— ¿Cuál vestido?, ¿te compraste otro vestido?, ¿por qué no lo he visto? —hablo el padre de la niña a su esposa

— La verdad es que fui de compras ayer y compré más de uno, espero que no te moleste

— Vamos somos millonarios, que as da su compraste un par de vestidos.

La niña solo los vio sabía que era verdad, eran ricos y habría mucho espacio en la casa para mantener a él lobo.

— ¿entonces puedo quedarme con Alexander?

— ¿ya le pusiste nombre lindura? —sus dos padres se miraron, no estaban del todo desacuerdo

— Veamos Angélica, tu puedes entenderle, pero es un lobo, ¿sabes sobre la naturaleza no es así?

— Podría educarlo, enseñarle las cosas que hacemos los humanos, no tiene porque seguir su naturaleza, además los perros son lobos de alguna forma, ¿Cuál es la diferencia?

— No pongas esa cara Angélica,... está bien nos quedaremos con ese lobo, pero si se sale de control lo llevaremos lejos. —la niña brinco de alegría, sus padres por ser ricos eran demasiado flexibles con algunas cosas, pues ambos nacieron ya siendo ricos.

Así que ella se quedo con el lobo, le leía libros, caminaban por los alrededores de su casa, el lobo era diferente a los demás animales de su especie, no se comportaba como la naturaleza lo dictaba.

El animal se había vuelto más que una mascota o un amigo, un hermano, ya que ambos habían crecido de alguna forma juntos. Angélica lo llamaba así enfrente de las personas, él era su hermano. Alexander la acompañaba a todas partes y la protegía de las personas que le querían hacer daño. Acompañaba a la familia a todos los viajes familiares, la verdad es que todos se volvieron cercanos a él.

Pero no todo puede ser paz y felicidad, el lobo había crecido mucho más de tamaño de lo que creían, y era más complicado cada vez que estuviera junto a la chica. Aunque doliera después de 4 años junto a Alexander, era hora de despedirse de él, por eso y porque era de la náurela que estuviera con los demás lobos. Eso fue lo que le dijeron sus padres, la verdad es que nunca quisieron tenerlo, pensaba la chica enojada.

Hicieron un viaje a la selva, para que el lobo viviera ahí de ahora en adelante y les dieron tiempo para que ambos se despidieran. Caminaron hasta el borde la selva que era una reserva protegida por el gobierno.

— Creo que ya es tiempo —dijo con un tono de tristeza la niña con un poco de lagrimas en sus ojos.

— Quisiera quedarme a tu lado siempre, lástima que no podre protegerte —comentó el lobo acercándose a la chica

— Yo también quisiera que te quedaras —Angélica le rodeo al cuello con sus brazos dándole un abrazo.

— Espero que la manada de la que me contaste haya buenos lobos, será difícil acostumbrarse a la vida en la naturaleza después de toda mi vida en esa mansión —le dijo Alexander

— Te quiero y espero que nunca lo olvides, siempre serás mi hermano —la chica lloro aún con su abrazo.

— Sabes que yo también te quiero humana —se separaron la chica aún con los ojos con lagrimas y el lobo con sus orejas abajo.

Y sin hacerlo más largo el lobo salió corriendo hacia el bosque. Angélica solo se sentó en el piso y lloro por un buen rato.

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Hola^-^/, ¿que cuentan?

Yo solo que me cuesta cada vez más ser constante al escribir. Por eso ayer y los demás días  no he escrito.

Pero bueno olvidando eso. Espero realmente que les haya gustado la historia de hoy^-^/ y bueno también que siempre disfruten de mis escritos♡

Nos leemos*-*

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