Tan solo apareció.
Sus ojos eran como el cielo más nublado y su sonrisa tan retorcida como la de un perverso enamorado.
Él caminaba dejando un rastro de sombras y deseos acumulados.
Era el demonio mismo,
la tentación hecha humano.
Besos, caricias y un trato oscuro pero mágico.
Poe Verne llegó para liberarme.
Se quedó para consumirme.
Y se fue para destrozarme.
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Dedicada a todas las novenas.
Porque no sé quién está más enfermo:
Si Poe con sus perversiones, o ellas por amarlo.
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Mi semana con Poe ©
RomanceEl único cielo al que seré enviado será cuando esté a solas contigo. Nací enfermo, pero me encanta. Exígeme que me cure. -Take me to church, Hozier.