❥ 04 ●

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Taehyung se despertó solo por la madrugada, se sentó en la cama y con ese único movimiento un montón de dolores lo atacaron. Jadeó bajito y se levantó, fue directamente hacia la ducha, donde se aseó como tanto había deseado los últimos días. No tuvo más remedio que tirar las vendas que rodeaban su cuerpo, su torso ya no estaba protegido.

Su madre aún no estaba despierta, él se estaba preocupando de no hacer nada de ruido. Sí, ''estoy siendo desobediente'' se decía a sí mismo mentalmente mientras buscaba ingredientes en la alacena, pero finalmente se convenció de que se merecía un auto-regalo.

Preparó todo y encendió el horno a una temperatura estable, mezcló los ingredientes en el bowl manualmente pues la batidora habría hecho mucho ruido. Echó la mezcla preparada de pastel y volvió a batir.

Cuando finalizó vertió la masa en un molde para pastel y lo metió al horno. El artefacto estaba descompuesto por lo que iba a tardar unos quince minutos. Kim asintió para sí mismo y caminó a su cuarto para ponerse unos pantalones vaqueros negros, con un tajo en las rodillas. Guardó su celular en su bolsillo.

Y del armario, con mucho cuidado quitó la camiseta, le quitó la etiqueta y se la puso con un adorable sonrojo. Medias normales y las mismas zapatillas de ayer adornaron sus pies. Fue hacia el baño y se peinó el húmedo cabello, fue hacia atrás hasta chocar con la pared y se admiró en el espejo.

Se veía bonito, se veía bien, estaba contento consigo mismo, sonrió rectangularmente y caminó alegre hacia la cocina para sacar el pastel del horno. En su camino tomó alguna que otra fruta, podía comer, su mamá no estaba viéndolo, aunque él temía de todas formas.

Llenó de crema el exterior del postre y le puso algunas cerezas encima, muy pocas pues temía que su madre se haya dado cuenta. Se preparó mentalmente y abrió la puerta principal sin pena, cruzó con el pastel en brazos y cerró con llave.

Posteriormente hizo un, relativamente, gran viaje. Usó el subterráneo, sin pagar el boleto, para ir a través de tres estaciones. Se bajó del transporte, todos lo observaban por tener un bonito pastel en sus manos, no lo había cubierto con nada.

Caminó unas cinco calles para llegar sano y salvo al vivero Taki. Sonrió entusiasmado y notó que estaban abriendo recién. Se escondió en un pequeño callejón y esperó hasta escuchar los sonidos de los primeros clientes entrando.

Suspiró y salió de su escondite, caminó como si nada, aunque su corazón latía demasiado rápido, y entró al lugar. Allí vislumbró las plantas y los mostradores, hasta encontrar al pelinegro, se relamió los labios nervioso e incluso por su cabeza cruzó la idea de volver a casa.

Pero ya era demasiado tarde, Jungkook conectó su mirada a la ajena y se puso de pie alegremente, era día de semana por lo que no muchas personas cruzaban por el vivero, no había mucho trabajo, el que tenía podía interrumpirlo por un momento.

-Taetae- Saludó ya al lado del paralizado adolescente -¿Mmh?- Inclinó su cuerpo hacia el del menor y allí el nombrado reaccionó.

-A-Ahm...yo quería...a-agradecerte por lo de ayer...- Asintió con un puchero inconsciente. De alguna manera se sentía ridículo. Su autoestima era muy baja.

-¿Eh? No pasa nada...- Negó con la cabeza y una pequeña sonrisa -Vamos al fondo, allí es más cómodo.

Taehyung asintió y fue guiado por Jungkook, todos lo observaban, él pensaba que lo hacían para burlarse, pero en realidad lo miraban por lo lindo que era. Llegaron a un lugar apartado, de todas formas había plantas y la gente podía verlas también.

「 baja presión 」 kookv  · ✦.Where stories live. Discover now