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Taehyung se acomodó en el sofá algo avergonzado, con su rostro rosado por culpa del dueño de esos brazos que rodeaban su cuerpo y de esos labios que se encargaban de llenar su rostro de besos. Nunca se había imaginado que Jungkook fuera tan pegajoso y no sabía cómo reaccionar en realidad. La película que estaban viendo ya ni importaba.

-K-Kookie, déjame, quiero ir al baño- Murmuró dando golpecitos en el pecho del mayor, entrecerrando sus ojos somnoliento. 

-Hmm, está bien- El pelinegro lo soltó sin ganas y dejó que se fuera al baño a hacer sus necesidades. Jeon se quedó pensativo en el sofá. Taehyung era tan pequeño y carismático que quería mimarlo todo el tiempo, tampoco quería que sufriera y honestamente tenía miedo de lo que pudiera pasar cuando fueran a visitar a la madre.

Mientras tanto, el castaño se lavaba la cara para despertarse un poco pero le estaba costando bastante, no quería dormirse y que Jungkook pensara que era un niño que necesitaba una siesta pero justamente Taehyung era eso.

Salió del baño y regresó con aquel que le gustaba para sentarse con una sonrisita y dejar que el otro se le acercara y volviera a mimarlo. Los ojos del menor cada vez pesaban más y su cuerpo perdía la fuerza pero era porque se estaba durmiendo -Kookie~ voy a dormirme si sigues- Balbuceó con una mueca de queja.

Jeon soltó una risita silenciosa y continuó acunando a su menor, escuchando sus agudas quejas, muriendo de ternura por dentro hasta que esos pucheritos que hacía desaparecieron y dieron lugar a una expresión calma, producto del sueño.

Sonrió al verlo tan bonito y lo cargó hasta la cama, después lo despertaría para que tome una merienda e irían a la casa de Kim para hablar con su madre. 

Lo que le sorprendía era que Taehyung fuera tan bueno aunque lo tratara así su madre. Generalmente los chicos que vienen de familias violentas son violentos, pero el castaño era la excepción y realmente no tenía idea de por qué era así, aunque estudiara psicología.

Se quedó estudiando un poco y haciendo resúmenes hasta que notó que era bastante tarde, por lo que se levantó a buscar a su pequeño a la cama, viéndolo dormir todo despatarrado con un pie fuera.

-Tae~- Repetía mientras zarandeaba el cuerpo ajeno con suavidad, notando cómo lentamente esos ojitos avellana parpadeaban y se acostumbraban a la luz.

-¿Mh?- El menor se sentó con cansancio en la cama, tragando algo de saliva -Ah...hay que ir a ver a mamá- Reaccionó al notar esa mirada.

-Sí...recuerda que puedes quedarte un poquito lejos si quieres, si tuviera auto sería mejor pero sólo tengo una moto, lo siento- Murmuró algo culpable.

-No Kookie~ está bien, es normal que no tengas auto a esta edad- Le sonrió -Creo que estaré junto a ti- Asintió con efusividad.

-Bien...¿Alguna vez andaste en moto?- Preguntó algo preocupado por si al castaño le daba miedo.

-Sí anduve en moto- Respondió -Mi mamá tenía una antes de tener el auto- Sonrió con nostalgia, en el fondo Taehyung quería a su mamá, cuando era más pequeño ella lo trataba mejor, como una mamá de verdad.

-Ah...entonces no habrá problema- Jungkook se puso una chaqueta poco abrigada y se arregló el cabello con las manos -Hmm, la merienda- Se apuró a tomar una cajita de leche de fresa y se la dio a su menor, no había tiempo.

El menor se sonrojó un poco y se sacó su hebillita del flequillo y sólo se puso las zapatillas. Comenzó a morderse las cutículas nervioso y siguió al mayor en silencio hasta llegar a un pequeño patio donde estaba la moto y un cantero con plantas, terminó la cajita y la tiró en la basura.

Jeon arrancó la moto y se subió, dejándole lugar a Taehyung atrás -Súbete- Pidió un poco alto para que el menor lo escuchara, ya que el sonido del motor era bastante fuerte.

Kim se sentó con cuidado, abrazando instintivamente el cuerpo que yacía frente a él y comenzaron a andar. Al pequeño le sorprendió lo rápido que esquivaba a los autos el contrario, y su gran sentido de orientación.

Notó que su ciudad era bastante bonita, nunca salía así que esa vez pudo observar por intervalos los negocios y cafeterías variadas que había, quería ir y comer todo, probar esas papitas con queso que aparecían de promoción o ese cheesecake para dos personas que no dudaría en terminárselo solo.

Llegaron a su casa donde estaban las luces encendidas y bajaron, no tenía tanto miedo porque prefería ignorar lo que pasaría si las cosas terminaran mal. Sabía que Jungkook haría lo posible por defenderlo pero su mamá era su mamá y estaba en completo derecho de tenerlo en su casa hasta que fuera mayor de edad, es más, era su deber y Jeon ya no podía meterse en cosas legales.

Tocaron el timbre y rápidamente la madre de Taehyung salió por un costado de la casa, el hijo se sorprendió de que esta tenía ropa de cortar pasto, al parecer durante su ausencia había hecho una tarea doméstica. 

-¡Taehyung!¿Tú eres Jungkook?- Sonrió complacida y apurada abrió las rejas para tomar la mano de su hijo y adentrarlo al patio de su casa, pero el chico forcejeó hasta soltarse, mirándola con los ojos muy abiertos, muy asustado.

La mujer frunció el ceño indignada y cerró la reja de golpe, agarrando apropósito los dedos de su hijo con esta -¡Ah!- El castaño se quejo y trató de sacar su mano, pero esta estaba enganchada y el dolor y la vergüenza hacían que se desesperara a tal punto de ver borroso. Volteó a ver a Jungkook.

El pelinegro se encontraba paralizado, incrédulo de ver que a los segundos Taehyung ya sufriera un ataque -¡Abra la puerta!- Protestó pateando la reja, viendo con odio a esa mujer.

-Abriré la puerta sólo para dejarlo entrar, no irá contigo, me encargaré de que tenga tantos golpes en la cara que ni quiera verte por vergüenza al tener la cara hecha mierda- La señora destrabó la puerta y dejó que su hijo se cayera al suelo tomándose la mano, susurrándose a sí mismo lo tanto que se arrepentía.

Jungkook intentó entrar al patio y tomar a Taehyung pero la mujer cerró la puerta e ignoró completamente todas sus palabras, arrastrando a su hijo al interior de la casa.

El pelinegro empezó a gritar por las calles lo que había pasado y que esa mujer estaba loca, que necesitaba ayuda, pero sólo conseguía miradas de molestia y curiosidad, a través de las ventanas. 

Acabó por irse a casa y torturarse toda la noche hasta lograr hacer algo.

)x(

Ya vamos por la mitad de la historia eaeaea, ví que la historia tiene 7k :'3 muchas gracias! Ustedes me impulsan a actualizar esta novela y lo peor es que me pongo sad mientras la escribo porque yo también odio a la mamá de Tae >:c stupida mujer xdxdxd

「 baja presión 」 kookv  · ✦.Where stories live. Discover now