｢ baja presión ｣ kookv · ✦.

❥ 15 ●

Jungkook por la mañana ya estaba preparando su conjunto de ropa, su celular había estado encendido toda la noche, en llamada con Taehyung, pero no le había hablado ni nada así. Desayunó algo ligero y le envió un mensaje diciendo que Namjoon ya denunció por teléfono la noche anterior y que ahora saldrían a hablar con la policía, que podía cortar la llamada si quería.

Del otro lado de la pantalla, Taehyung envió un pulgar arriba y cortó la comunicación, bostezó y fue a dormir, le costó lograrlo pero pudo relajarse y soñar por unas horas más.

Para las diez de la mañana, Jungkook y Namjoon ya se encontraban en la sala de espera, con una carpeta llena de las fotos de los golpes, pares de auriculares y una forma con información de Taehyung, cosas básicas como su edad o simplemente su nombre.

Pronto los llamaron al ver que eran los únicos allí. Pasaron al escritorio, presentaron y sentaron frente a un hombre -Bueno, nosotros venimos por una denuncia por maltrato infantil que hice por teléfono la noche anterior...- Comenzó a explicar el rubio -Se trata de un amigo de el caballero que tengo a mi lado, es un adolescente y su madre lo golpea, no le da de comer y lo insulta.

El hombre asintió con comprensión -Sí, me enteré de eso en la llamada ¿Traen algo para verificarlo?- El hombre de alguna forma desconfiaba de esos dos. Recibió la carpeta y la abrió, primero chequeó la hoja con información y luego pasó a ver las imágenes de los golpes.

No se alcanzaba a ver muy bien si de verdad se trataba de aquel Taehyung, pero la calidad demostraba que no eran fotos de internet y la fecha del costado también lo mostraba -¿Y estos auriculares para qué son?- Preguntó el hombre castaño.

-Pues, usamos una aplicación de grabación de llamadas para atrapar momentos en los que ella lo agrediera- Explicó Namjoon, colocando un aparato que hacía posible el conectar dos pares de auriculares al celular de Jungkook. Le dieron un par al hombre y ellos compartieron otro par -Nosotros también escucharemos la grabación por primera vez- Avisaron.

Le dieron play y en la pantalla aparecía una línea que mostraba el tiempo de la grabación y también marcaba en qué partes había más sonido. El policía por su cuenta avanzó hasta ese fragmento y los tres muchachos quedaron sorprendidos.

Se escuchaban gritos de voz profunda y desgarradora e insultos de una voz chillona y femenina, llantos, gimoteos, jadeos, pasos e incluso Jungkook juraba escuchar vidrios rompiéndose. El pelinegro se asustó demasiado, temiendo por la vida de su pequeño novio, pero recordó que le había contestado el mensaje, y sintió un mínimo alivio.

Luego de mínimo unos diez minutos de esos sonidos, sólo se escuchó llanto y el agua de la ducha a lo lejos, no había más que mostrar, pero Namjoon recordó que había otra cosa.

-Ah, también tenemos una grabación donde- Pero fue interrumpido por el policía.

-No, esto es suficiente, gracias, Kim- Hizo un gesto con la mano -De inmediato irán a detener a esa mujer, a ver si tiene que decir algo, aunque esta evidencia no le deja mucho para objetar.

Ambos chicos asintieron revitalizados, todo había valido la pena.

-Me quedaré con estas fotos, necesito una copia de esta grabación y para formalizar las cosas Kim Taehyung tendrá que venir para que lo revisen los médicos, también hablará con una psicóloga y nos fijaremos dónde podrá vivir ¿Sí?

-Sí...- Jungkook habló por primera vez en la reunión, cayó en cuenta de que había posibilidad de que enviaran al castaño a un refugio o con un familiar lejano y nunca más pudiera verlo, pero lo prefería así. Lejos y sin sufrir, a cerca y sufriendo. Él lo amaba.

Pronto se despidieron y regresaron cada uno a su casa, aunque el pelinegro, luego de unos minutos de crisis, decidió ir y quedarse cerca de la casa de Tae, por si algo pasaba, para ver qué sucedía.

El castaño se encontraba durmiendo plácidamente, prefería dormir a enfrentarse al problema de tener que curar sus heridas, pero incluso se las encontraba en sus pesadillas. Despertó agitado con un mal presentimiento, se levantó de la cama y observó cómo su colchón y sábanas se habían manchado de sangre.

En vez de preocuparse por la fuente de esa sangre, que era su cuerpo, se preocupó por la mancha. Cojeó hasta el baño para lavar lo que podía sin que nadie se enterara. Alguien tocó el timbre y fue a contestar, ignorando lo machucada y roja que estaba su ropa -¿S-Sí?- Dijo asomándose por la puerta y quitando la alarma.

-Hola ¿Eres Kim Taehyung?- Preguntaron los tres policías que había allí -Soy Kim Minseok, Kim y Jeon hicieron una denuncia a tu madre ¿Ella está en casa?¿Podemos pasar?

-Ah, soy Taehyung, pueden pasar, ella está durmiendo- Se apuró a cojear hasta la entrada, soltando algunos gimoteos y abrió la puerta de reja, dejándolos pasar -N-No rompan nada por favor- Pidió recordando esas películas donde los polis entraban con fuerza y arrasaban.

Pronto recordó que seguramente ya ni vería a su mamá y poco le importó que rompieran la casa en la que no viviría más, incluso lo deseó. Esa casa, esas paredes, silenciosos testigos de todo lo que su madre había hecho.

Los hombres entraron educadamente y el castaño los guió hasta el dormitorio de su progenitora. Los dejó solos y fue a cambiarse de ropa para estar un poco más presentable. Dejó la sábana sangrienta en el baño, escuchando los gritos enfurecidos de su mamá con una sonrisita.

Sus ojitos se cristalizaron, estaba tan conmovido, ya nadie le pegaría. Esos momentos de su infancia en los que nadie le hacía daño, momentos que ni valoraba de pequeño, volvería hacia ellos, regresaría en el tiempo para vivir como una persona normal.

Se llevaron a su madre en un auto, y para cuando regresó a la sala, ahí estaban esperándolo -Iremos a la estación de policías y un doctor te curará tus heridas ¿Sí? También necesitamos saber algunas cosas sobre ti.

Minseok guió al más bajito al coche y lo sentó en la parte de atrás. Taehyung miró por la ventana y le pareció ver a su novio escondido por unos arbustos a media calle, pero no le dio importancia, estaba en una especie de shock, sólo le faltaba despertarse y que el sueño se acabara.

-¿P-Puedo bajar la ventanilla?- Pidió bajito y lo dejaron hacerlo, llevó su castaña cabecita al exterior, sintiendo el fresco aire, aspirando el aroma de su pueblito, como si estuviera realmente saliendo de casa, por primera vez en años.