Capitulo 28

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POV VIR


-No....creí verte por aquí.


-Yo no creí volver a verte. -Estaba nerviosa y la rabia de algunos años atrás había renacido.


-¿Acaso él es...? -Dijo agachándose para ver mejor a Nick.


-Tengo que irme. Con permiso.


-¿Qué? No, espera. Vir vuelve. -Me tomo de regreso del brazo.


-¿Qué es lo que quieres?


-Hablar... solo quiero hablar contigo.


-Tu y yo no tenemos absolutamente nada de qué hablar.


-Claro que sí, tenemos MUCHO -comento haciendo énfasis en la palabra y mirando a Nick


-de que hablar.


-Tu decisión fue tomada años atrás. No quiero escuchar ni me importa lo que tengas que decir.


-¡Es mí hijo también!


-No seas patético... padre él que educa, no él que engendra. Y en 3 años no fuiste capaz de aparecerte para MINIMO preguntar cómo me encontraba, si todo había salido bien. Cometimos un error Mariano, y tu viste siempre primeramente por tu familia, ahora yo veré por la mía.


-Lleva mí sangre, es parte de mí familia también.


-No quiero verte de nuevo Mariano -Dije pasando por un lado de él.


-Ese imbécil incapaz de satisfacerte ¿acaso sabe todo esto? ¿o sigue creyendo, él tan inocente que es su hijo? ¿Tuviste él valor de decirle?


-Eso a vos no te incumbe. Ahora te pido que me dejes tranquila, hagas como que esta conversación nunca paso, y sigas con tu vida como yo he hecho con la mía.


-¡NO LE DIJISTE! -Se hecho a reír en mí cara. -Vaya vaya... ¿y yo soy él patético?


Volveremos a vernos Vir, esta vez serás tú la que venga a buscarme. Y esta vez, yo decidiré y acepto hablar contigo, o no.


-Sueña Mariano, sueña.

POV Jazmín


-¡MESA 27, LISTO!


Corrí lo más rápido que los zapatos me lo permitieron para tomar la charola de comida.


-Ya voy, ya voy.


-Pero rapidito Jazmín, son clientes muy importantes.


-Si... si... lo que tú digas.


Ser camarera en uno de los restaurantes más importantes de lujosos de Nueva York no era él mejor trabajo del mundo, pero bueno, tenía todos los días derecho a muchos deliciosos platillos.


Aunque después de un tiempo de comer en él mismo lugar, con las mismas personas, aburría.


Había veces en las que Octavio pasaba por mí e íbamos a comer a cualquier lugar, por una hamburguesa o algo. Él chiste era no dejar que la rutina nos consumiera.


-Jazmín, ¿puedes cubrirme durante 30 minutos? Debo ir por mí hermano al colegio y dejarlo en casa de los abuelos.


-Claro Maya. Anda, yo me quedo.


-Eres dios. Muchas gracias. No tardo.


Ella era Maya. Una compañera de trabajo. Era más joven que yo, tenía 25 años y trabajaba aquí medio tiempo ya que aún estaba terminando de pagar sus estudios. Ella es como lo más cercano a una mejor amiga que tengo aquí, sé que ella me ve más como una mamá más, pero con ella puedo hablar de lo que sea. Fue de las primeras personas que se enteraron de todo lo que he vivido en este tiempo. Un día me encontró llorando en él baño casi recién había comenzado a trabajar aquí. Un cliente no se había portado de la mejor manera conmigo, yo... explote, todas mis emociones se juntaron y lo único que pude hacer fue entrar al baño a llorar como una niña

A PruebaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant