Capítulo 3: Dr. Jekill & Mr. Hyde

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"Cliiiin..." "Cliiin..."

- Hmmmm...?! Qué Mierda! Voy a matar a alguien....! ES LA FUCKING MADRUGADA GENTE!! – Gruñó dormida e irritada Raven mientras tanteaba sobre la mesa al lado de su cama para tomar su iPhone ante el sonido de una entrada de mensaje.

Le tomo unos segundos agudizar sus ojos para leer el mensaje en su teléfono. Para cuando leyo las primeras palabras, y de quien venía, se sentó en la cama claramente enojada.

" Buenos días Raven, perdón por molestarte. Soy Lexa, necesito enviarte este mensaje porque anoche quedé en encontrarme con Clarke. Hoy, debería pasar por ella a las dos de la tarde, pero las bebidas extras me nublaron la memoria, y no recordé que ya tenía un compromiso previo. Olvide también de pedirle su número telefónico. Es por eso que necesito pedirte por favor que le avises que lo lamento pero no podré verme con ella. Desde ya muchas gracias.

Lexa "

- NO!! QUE HIJA DE PUTA!! La voy a matar enserio!! Qué pedazo de perra cobarde y encima se atreve a usarme para su mugre... Mierda Griffin porqué siempre te fijas en esta clase de patéticas perdedoras...?! – Dijo en voz alta Raven tirando sus cabellos hacia atrás furiosa con la misteriosa morena que claramente estaba usando una excusa para dejar a su amiga colgada ya en la primera cita...

Raven simplemente no podía creer que su mejor amiga tuviera tan mala suerte con sus citas, parejas, todo lo relacionado al amor. No podía entender cómo la gente podía ser tan cruel o fría con Clarke. Encabronada de inmediato le respondió a la tal Lexa, sin medir palabra.

" Si, claro no te preocupes, yo le doy tu mierda de excusa patética. Pero también te advierto no se te ocurra acerca a ella nunca más. Piérdete en algun maldito agujero de esta ciudad!

RR"

En el otro final de la línea Lexa abrió sus ojos sorprendida al leer la dura respuesta y advertencia de Raven, pero aunque le irritaba la entendía. En parte le gustaba saber que Clarke tenía alguien a su lado que la cuidara de ésa manera.

Miró por la ventana la fría mañana asoleada de domingo sobre New York. La inspiró para ir a correr al parque, despejar sus inquietudes, sus dudas, su remordimientos. Realmente se arrepintió de haber actuado tan estúpidamente sensiblera la noche anterior con Clarke, dejándose llevar por la fascinación por la artista, y creandole ilusiones de volverse a ver. Fue como una atracción fatal, y sabía que si volvía a verla sería más de lo mismo y no quería. Pero un fuerte deseo sostubo en su mente, que alguien tan especial como Clarke pueda encontrar una buena persona que la ame y la cuide siempre.

Al pensar en ello un fuerte movimiento surgió en todo su interior que la hizo temblar. Sus altos muros se agitaron como en un terremoto. Fue ése tonto sentimiento, de por una milésima de segundo sentir el deseo de ser ésa persona. Pero simplemente sacudió su cabeza y curvó sus labios a penas, diciéndose a si misma que ella era demasiado oscura para un alma tan iluminada. Sólo le produciría daño a Clarke, la destruiría.

Acopló los audífonos blue tooth "BO" a sus oídos, una muy cara y exclusiva marca danesa de la que era una gran admiradora, mientras Lana del Rey comenzaba a cantar sus melódicas canciones transportándola a otro mundo como siempre. Vestida en sus clásica ropas deportivas Under Armour negras, ajustó su iPhone en su brazo, ajustó el cronómetro en su Apple watch, y se acomodó sus lentes de sol. Se colocó sus negros guantes deportivos y tomando las llaves salió de su lujoso piso sobre la quinta avenida.

El día era asoleado con una leve fría brisa de otoño que acarició su rostro invitándola a moverse, lo que luego de estirar un poco sus músculos hizo de inmediato.

Angel de Luz [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora