Capítulo 28: Merry Family Christmas

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Clarke procedió con lo que Lexa le dijo, comenzó a abrir sus ojos, que se sentían algo pesados. Al principio la luz casi la enceguecio, era muy intensa, pero era tan maravillosa, ahí supo cuánto la había extrañado. No podía dejar de sonreir y temblar, mientras Lexa no le quitaba los ojos de encima, muy cerca de su rostro, sosteniéndole las manos con fuerza. Conteniendo las muchas lágrimas que se le acumulaban en sus muy emocionados ojos.

La intensa luz fue reduciendo su poder, y muy lentamente Clarke comenzó a distinguir un rostro, aun algo nublado, pero sus ojos emocionados se esforzaban por focalizar todo lo que pudieran. Estaba desesperada por ver el rostro del Angel de Luz, como muchos llamaban a su amada doctora. Sus ojos parpadearon varias veces, adaptándose a la claridad, y focalizando ésa imágen que se iba haciendo más nítida, asi como su enorme emoción.

Finalmente, luego de unos segundos, allí estaba ése angelical rostro, tan hermoso, como lo había imaginado de su Lexa, de su amor, de su Angel de Luz. Enseguida se perdió en esos brillantes bellisimos ojos verdes que la miraban sonrientes y húmedos. Sus manos soltaron las de ese Angel, y la subió a ese precioso rostro de piel suave y blanca, labios carnosos, pómulos altos y marcados, acariciando sus mejillas con dulzura, mientras de sus ojos brotaban lágrimas al igual que el rostro que acariciaba. De inmediato todos los demás presentes en la sala se acercaron para presenciar el momento tan maravilloso, aun más cerca si se podía.

-    Hola mi amor... ¡Por Dios, eres hermosisima! – Logró decir Clarke temblando un poco en su voz.

-    Jajaja... puf! Que bueno... Hola mi amor.... ¡Feliz Navidad! – Respondió feliz Lexa acariciando las manos de Clarke que acariciaban su rostro.

-    ¡Dios mío... el mejor regalo de mi vida! No son mis ojos, pero eres tu preciosa! ¡¡Te amo tanto Lexa!! ¡Feliz Navidad!

Lexa la envolvió en sus brazos, luego de besar sus labios dulcemente, mientras todos saltaban en júbilo detrás de la doctora, abrazándose , llorando, y gritando de alegría. Y aunque la mamá de Clarke también se unía a los festejos, abrazos y aplausos, en su mente estaba un pequeño detalle. Enterarse súbitamente que su hija y la doctoa Woods eran una pareja, al escuchar y observar la interacción tan romantica y amorosa entre la paciente y la doctora. Pero lo estaba ocurriendo era el sueño hecha realidad, no sólo para su querida hija, sino también para ella y su ex marido, quien se unía a ella en un fuerte y muy sentido abrazo. La pesadilla, el dolor, la frustración, la culpa se habían terminado en sus vidas. Clarke había recobrado finalmente sus ojos y gracias a no otra que la famosa y milagrosa doctora Woods y en este caso también a su viejo amigo el doctor Kane.

A pesar de estarle eternamente agradecida a la doctora Woods por ese maravilloso milagro, la doctoa Griffin no podía dejar pasar el hecho de que su joven colega había traspado la línea de la profesionalidad, y aunque los tiempos modernos ese tipo de formalidades estructurales estaban cambiando, ella necesitaba tener una pequeña charla con la doctora Woods en cuanto pudiera, y con su hija más tarde. Pero ahora en ese increíble momento, simplemente se abrazaba a su ex marido y lloraba de felicidad, su hija podía volver a ver el mundo.

Luego de unos minutos, se separaron, y los demás presentes comenzaron a pasar frente a los ojos de Clarke. Comenzando por sus padres, a los que notaba bastante bien, a pesar de los años.

-    Clarke, hija, por Dios! Esto es tan maravilloso. Te dije que no te dieras por vencida. Te dije que esta vez tenía un fuerte presentimiento.

-    Lo se Ma, y si no hubiera sido por tu temeraria búsqueda nunca hubiera dado con este Angel de Luz. Gracias.... Te quiero y sigues luciendo tan bella como cuando te vi la última vez.

Angel de Luz [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora