Angel de Luz [Completa]

Capítulo 7: Reunions

Habían pasado tres días desde la infortunada visita a la Doctora Woods. Clarke se sentía incómoda no pudiendo alejar sus pensamientos de la intrigante mujer, que en un fin de semana había puesto su mundo de cabezas. Odiaba la mala suerte que había tenido, una vez que se había entusiasmado con la mínima probabilidad de poder recobrar la vista. Pero más allá de ello, sus pensamientos divagaban más bien alrededor de la corta, muy corta infortuna historia que había tenido con la profesional en ése fin de semana que realmente deseaba borrar de su mente.

No podía olvidar su aroma, lo que había logrado descifrar con sus manos cuando había recorrido su rostro, esos pómulos altos y marcados, esa nariz casi recta, grandes ojos, amplia frente, una mandibula pronunciada, y esos carnosos labios que tubo el placer de probar no sólo con sus dedos, sino con su propia boca.

Aquel mágico beso que la había transportado de inmediato a otro universo, un universo intenso, cálido, delicioso. Pudo saborear en ellos el whisky y la menta, y algo dulce entre ellos que no lograba definir, pero tampoco le interesaba mucho. Lo que esos labios y esa experimentada lengua, habían producido en su ser, la encendió instantáneamente, como la llama que enciende un fuego lento pero voraz.

Su cuerpo había vibrado en sintonía mágica, perfecta, como esas grandes y clásicas obras ejecutadas por una gran orquesta, la orquesta de todos sus sentidos, tocando al unísono, elevando el ritmo de su corazón a la velocidad de la luz, dejando su mente en un iluminado cielo de colores explotando por doquier. Experimentando esa agradable sensación de estar volando, alto, muy alto, como jamás lo había sentido antes en su entera vida.

El recuerdo la perseguía como una película repitiéndose en su mente, trayendo todas las sensaciones a su cuerpo, y aunque luchaba con todas sus fuerzas por dejarlo en el pasado, simplemente no podía. Se repetía una y otra vez que tenía que olvidarla, pero las sensaciones en su cuerpo se repetían con tal intensidad que no podía detener sus dedos de rozar sus propios labios y dejarse llevar, sintiendo como su cuerpo se encendía una y otra vez, junto a elevadas pulsaciones y su mente divagando en fuegos artificiales.

Era algo tarde cuando alguien llamó a su puerta inesperadamente. Clarke se alteró un poco no esperando la visita de nadie por esas horas. Se acercó a la puerta con cautela, agudizando su oído y su nariz. Cuando la voz femenina conocida la hizo dar un respingo, llevándose la mano a su pecho, pero agradeciendo conocerla...

-    Clarkie..? Soy Niylah...

-    Jesus Niylah! Casi me matas del susto.... – respondió Clarke abriendo la puerta

-    Lo siento enserio amor, espero no interrumpir nada... - comentó Niylah mientras la abrazaba y la besaba entrando en el departamento.

-    No, no interrumpes nada, estaba escuchando un libro. Pero qué te trae por aquí? Sucede algo...? – pregunto intrigada Clarke mientras se sentaban en el sofá.

-    Oh no, no te preocupes Clarkie, todo esta bien. En realidad he venido por ti, me he enterado de algo importante y deseo hablarlo contigo. – Respondió Niylah apoyando su mano suavemente en la pierna de su amiga, quien levantaba sus cejas algo sorprendida.

-    A qué te refieres Niylah? De qué te has enterado tan importante?

-    Mira sé que eres terca mi querida amiga, y quizás mis intentos sean en vano, pero no puedo no intentarlo.

-    Uhummm... Niylah ve al punto, la intriga me esta matando.... – pidió Clarke algo más que intrigada ya

-    Alicia me ha contado lo que ha sucedido hace unos días atrás. Que fuiste al consultorio de su hermana sin saber que era ella, y que de inmediato te has ido negándote a que te atienda.