4-debes cerrar la ventana ;)

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-maldición, esto solo me pasa a mí y a la pantera rosa- dije mientras me asomaba por la ventana tratando de ver donde calló mi anillo.

Salí de mi cuarto refunfuñando mientras que sacaba una linterna de uno de los cajones y salía por la puerta trasera, un soplo de brisa fría se estrelló contra mi cuerpo logrando que mi piel se erizaba, me posicione debajo de mi ventana y me arrodille para buscar tan pequeña pieza que significaba mucho para mí. Agache mi cabeza buscando debajo de unos pequeños arbustos, logrando que por el movimiento mi camisa resbalara por mi cuerpo tapando escasamente mis senos.

-bonito trasero- esa voz me sobresalto, justo cuando mis dedos rosaron mi apreciado anillo.

Inmediatamente me senté en mis tobillos buscando la fuente de esa voz, no vi a nadie y me volví a agachas hasta al fin poder agarrar mi anillo, lo coloque en su respectivo lugar, levantándome y sacudiéndome la arena de mis rodillas y brazos. Me volví a sentir observada, entre rápidamente en casa asegurando la puerta, deje la linterna en su lugar, y volví a mi cómodo sillón para seguir con la lectura, pero mi mente me jugaba malas pasadas, con ojos color tormenta, y esa voz tan ronca. Renuncie a la idea de seguir con mi lectura y me volví a costar a dormir, la pelea entre alix y marco se reprodujo en mi cabeza como el momento a que se acercó y me susurro "que buen trasero te gastas" y con esa voz reproduciéndose en mi cabeza me deje llevar por el sueño.

-¡Camila!, ¡Camila! ¡Despierta! – me levante sobresaltada por los gritos de voz de hombre que se escuchaban al otro lado de la puerta, con paso lento y refregando mis ojos abrí la puerta para encontrarme con Nicolás- pero que fea te ves- dijo fingiendo una mueca.

-me importa una mierda- gruñí mientras que volvía para acostarme en la cama, y taparme de cuerpo entero.

-oh, Camila vamos despierta, el día está bueno para una fiesta en la piscina – aquello me despertó de golpe, que mi primo dijera "fiesta y piscina" en la misma frase no tenía buenas consecuencias

-que tramas ahora- pregunte con voz recelosa.

-mi tía me ha llamado para que te haga compañía, como no te despertaste temprano me dejo dicho que te dijera que, le han dado el empleo y tuvo que salir para allí, así que me mando para hacerte compañía-explico con simpleza.

-qué horas es luego- dije viendo por la ventana al cielo

-es medio día, al parecer estuviste leyendo hasta tarde, o me equivoco- me acuso entre cerrando sus ojos.

-me gusta leer, así que no me jodas.- dije estirando mi cuerpo.

-mis amigos llegaran en tres horas tenemos ese tiempo para arreglar todo.

-disculpa como que "tenemos ese tiempo para arreglar todo"- hago comillas con mis dedos.

-pues que mi tía me dio permiso de hacer una fiesta en la piscina así que mueve ese culo que tenemos mucho que hacer.

-¿Cuántas personas van a venir?- pregunte tratando de no estrangular a mi primo y de paso a mi madre.

-unos 15, a menos de que inviten a más personas- se encogió de hombros.

-voy a preparar la piscina pero tú vas a pagar por todo, contando los desperfectos que sufra la casa- hablaba mientras buscaba ropa más adecuada para poder seguirle la loca idea al idiota de mi primo.

-te espero abajo- salió del cuarto.

Deje la ropa en la cama y me metí en el baño para una rápida ducha, cuando Salí a vestirme un papel arrugado llamo mi atención.

"debes aprender a cerrar la ventana nunca se sabe quién te esté mirando ;)"

Ese papel logro que mi cuerpo se estremeciera, en una pulcra letra que jamás había visto en mi vida, rápidamente cerré la venta y las cortinas, un poco inquieta me vestí rápidamente para bajar a encontrarme con mi primo, cuando pase mi mano por mi cara recordé que tenía que quítame las gafas si nos la quería en el fondo de la piscina, volví a entrar en el baño donde tenía mis lentes de contacto, colocándomelos rápidamente y dejando las gafas junto a mi cama, volví a salir del cuarto recelosa y con un raro presentimiento.

-ves, te ve mucho mejor con ropa así.- dijo inspeccionando mis prendas que consistían en una camisa blanca de tiras pegada a mi cuerpo y un short de mezclilla.

-a que arreglo llegamos la vez pasada Nicolás- dije ya irritándome.

-no me acuerdo-

- yo sí y perfectamente, donde sigas jodiendome por mi ropa, me encargo de dañarte todos los polvos que pueda- y con eso lo deje callado, para momentáneamente para salir al patio trasero y entrar en la caseta donde guardábamos la herramienta.- mejor mueve tu culo y ayúdame a quitarle la cubierta a la piscina- grite en dirección de la casa y este inmediatamente salió.

-tu y yo tenemos una conversación pendiente, y no te vas a escapar- me acuso mientras que cogía el otro extremo de la cubierta- ¿cómo sabias lo de la pañoleta?- ¡carajo! que le invento ahora.

-asiste una sola vez con unos amigos- dije a punto de empezar a morderme las uñas.

-¿Por qué no lo dijiste cuando llegamos allí?-

-porque no estaba segura de que ese era el lugar- dije doblando la cubierta y dejándola de lado- trae una escoba, tenemos que arreglar todo para TU fiesta- sabía que no se comería ese cuento tan fácil, pero agradecí cuando me hizo caso y entro en la casa por lo que le pedí.

Arregle la piscina para su uso y Nicolás el resto del patio nos llevó un gran esfuerzo por que termine sudando mucho.

-tenemos media hora para que lleguen ve a cambiarte, apestas como el vestuario de hombres - me adentre en la casa, subí rápidamente y para alistarme.

Después de bañarme me coloque un vestido de baño negro enterizo, y un short de mezclilla, después de desenredarme el cabello lo agarre en una coleta alta y Salí del cuarto cuando ya tuve los lentes de contacto puesto.

-no quiero a ninguno de tus amigos fisgoneando dentro de la casa, que entren por el lateral hasta la piscina-le digo encontrándolo en el frente de la casa- ¿qué esperas?

-al repartidor-

-¿Porque al repartidor?

-porque es el que trae la cerveza –dijo en tono obvio, cuando estaba por contestarle un camión de mudanzas paro frente a la casa vecina, la única desocupada.-vaya, porque no me habías dicho que tienes nuevos vecinos-

-por qué me acabo de enterar al igual que tu- y antes de poder seguir con las preguntas el repartidor con las cervezas llego.

Mi primo se levantó del lugar hasta el repartido hablo momentánea mente con él y entre los dos bajaron el pedido que mi primo hizo, les abrí la puerta de la casa para facilitarles el acceso...


-te voy a matar Nicolás- dije cuando la última persona se fue viendo el reguero que las supuestas quince personas dejaron en todo el patio de mi casa.

Eran las once de la noche cuando la música se apagó y a las doce logre sacar a todos de mi casa, mi mamá había llegado a eso de las ocho de la noche y se encerró en su cuarto, para dejarnos vía libre en la fiesta. Las supuestas quince personas se convirtieron en treinta, lo único bueno fue que trajeron comida y más bebidas porque lo que mi primo compro se fue en la primera ronda.



CAMILA.Where stories live. Discover now