32-dolorosa mudansa

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-claro, porque no- le di mi mejor sonrisa y el imito el acto.

-si te parece que tal y vamos ya- sus manos se movían constante mente sin quedarse quietas en algún lugar.

-claro, deja hablo con mis amigos y vamos- dije señalando a mi espalda a mis queridísimos amigos.

-te acompaño- dejo que pasara primero para luego acomodarse a mi lado. Espero unos pasos alejados de donde me estaban esperando.

-voy a ir a comer con Bryan, nos vemos luego- dije rápido y del mismo modo me aleje no quería que comenzaran con su millón de preguntas.- ya nos podemos ir.

-vamos, mi moto está aquí cerca.- me guió hasta que dimos con una preciosa moto blanca.

-hermosa- susurre pero creo que me alcanzo a escuchar

- es una SUZUKI GSXR 1000- creo que mi cara le mostró que yo no tenía ni la más mínima ni remota idea de motos – es una moto especial -me tendió uno de los dos cascos que tenía.

Lo acomode sobre mi cabeza y luego me subí a esa belleza de moto, el ronroneo que soltaba llamo la atención de más de un curioso y cuando comenzó a andar en la calle pude ver a alix que nos miraba con cara de pocos amigos, por un bache en la carretera mi instinto de supervivencia me impulso para aferrarme fuertemente a su torso, el paseo en moto no duro más de quince minutos y cuando baje mis piernas temblaron un poco.

Fue verdaderamente fantástica la salida con Bryan, después de comer en ese delicioso restaurante salimos y nos sentamos en un parque cerca, por mi petición, estaba en mitad de mi helado cuando mi móvil comenzó a sonar como un loco.

-hola, Alex- conteste sabiendo que mi amiga estaba al otro lado de la línea.

-hola, cami, quería saber si te demoras mucho ya son las cuatro y junto con Alan te estamos esperando para volver- pensaba decirle que se fueran sin mí, pero la llamada de Jonatán regreso a mi cabeza logrando que todas las alarmas de mi cuerpo se encendieran.

-nos vemos en el centro comercian cerca de la universidad en 20 minutos- fue lo que respondí mirando a Bryan, el pareció entender el mensaje ya que se levantó y agarro ambos cascos.

-apúrate, te tengo una sorpresa- por más emocionada que sonara la voz de mi amiga mi cuerpo no dejaba de mirar a todos lados constantemente en busca de alguien que me pareciera sospechoso.

-nos vemos allí- fue lo que conteste para luego terminar la llamada

- está bien, no te disculpes.- me corto la frase que pensaba salir de mi boca- igual ya se nos ha pasado mucho el tiempo.- termine mi helado, botando lo plastico y repetí el procedimiento con el casco.

-gracias por todo fue muy divertido- le devolví el casco y con un beso en la mejilla me despedí para adentrarme en el centro comercial.

-¿Dónde están?- le envié un mensaje a Alex.

-en la sección de comida- con una sonrisa una la cara me encamine al segundo piso.

La embarazada y Alan estaban en una discusión que llamaba la atención de más de un cliente.

-son mejores los rojos, no los rosados- protesto Alex que me estaba dando la espalda.

-que Camila decida- Alan me señalo con cara de alivio

-hay yo no me meto- me excuse acomodándome junto a ellos.- bueno cual es la noticia que me tienes- dije más curiosa que nunca.

-hoy nos mudamos al departamento- me sentí rara una parte estaba feliz y por otra me sentía triste.

-que bien, entonces vamos por nuestras cosas- trate de sonar lo más animada posible, y parece que funciono ya que ambos se levantaron de la mesa para así poder emprender camino.

Alexia se fue en la parte trasera mientras que Alan y yo nos subimos adelante cantamos todo el camino, hasta llegar a la casa, estaba silenciosa, muy silenciosa para mi gusto, Alan y alexia cogieron por el lado contrario del pasillo con rumbo a la alcoba de esta por mi parte me dirigí a la habitación de alix, pero nunca desee mas no haber entrado a algún lugar como en ese momento.

-¡alix!- solté mientras me daba la vuelta para dejar de ver tan dolorosa escena, una peli teñida estaba montando a alix, mi corazón se quebró un poco, por parte del susodicho solo escuchaba maldiciones.

-joder que quieres, arruinas el momento- sentí su presencia a mi espalda, di un paso más para alejarme de él, cuando lo enfrente estaba en bóxer, con la respiración agitada y no muy contesto.

-vengo por mis cosas- eso fue lo único que pude decir antes de desviar la mirada, sentía que en cualquier momento me echaría a llorar.

-pudiste haber esperado en vez de dañar mi polvo- dijo con los dientes apretados.

-¡no es mi maldita culpa que te estés tirando a alguien en la habitación que estábamos compartiendo!- rápidamente mi dolor se transformó en ira lo cual me dio la seguridad para poder verlo a los ojos- y dile a esa que se vista que voy a entrar por mis cosas para poder largarme- le di un leve empujón y él se dejó mover.

Entro en el cuarto y escuche algunos murmullos y luego una risita femenina, volvió a aparecer en mi campo de visión para abrir completamente la puerta cediéndome el paso, la peli teñida estaba vestida con una camisa del susodicho y sentada en el que era mi lado de la cama. Saque la ropa que me quedaba en el closet y la guarde de mala manera en una de las maletas y las deje en el pasillo, después mis cosas de aseo y algunas pastillas, para guardarlas en mi bolso de mano-Camila ya...- la frase de Alan quedo cortada y el estático en la puerta al ver la situación tan incómoda en la que estábamos-¿ya estas lista? – termino la frase aclarándose la garganta.

-si ayúdeme con las maletas del pasillo, solo me queda terminar de guardar esto- le señale lo que tenía en mis manos- y nos podemos ir – le di una gran sonrisa falsa, él no dijo nada más, le dio una rápida mirada a su hermano y salió de nuevo del cuarto, por obligación me tuve que acercar a aquella tipa, pues el cargador de mi celular junto con los auriculares estaban en la mesita junto a ella.

Con el máximo cuidado de ni siquiera rozarle agarre mis cosas dejándolas en el bolso de mano, le di una rápida mirada a el cuarto para asegurarme que no se me quedara nada, efectivamente ya todo estaba empacado para irme, con una última mirada y mi corazón roto salí de aquel cuarto sin decir palabra alguna, al parecer Alan le contó a alexia ya que esta tenia cara de pocos amigos cuando llegue al coche, en un silencio sepulcral hicimos el camino de regreso a la ciudad, la música se escuchaba de fondo y mi mirada estaba fija en la ventana mis amigos no dijeron nada más, en cuanto llegamos al edificio me baje rápidamente para empezar a sacar las maletas, con todas las maletas en el elevador los tres subimos al pent-house , donde nuestro apartamento nos esperaba.

-bien para empezar la puerta se abre con su huella digital o una llave especial, que solo ustedes dos van a tener, solo hay dos opciones más, una es que yo venga y la otra que vuelen la puerta –uso su dedo pulgar para abrir la puerta, entramos las maletas y la dejamos en la sala- tiene un circuito cerrado de cámaras, que tienen recepción en sus portátiles y en él mío- señalo los lugares donde estaban las cámaras escondidas- en sus cuarto y en la cocina hay un botón de pánico, ahorita les enseño donde y hay una habitación del pánico, se pueden refugiar allí, en el segundo piso hay un pequeño GYM, junto a la habitación del pánico, voy a venir cada tarde para que practiquemos tu defensa Camila- simplemente asentí – aquí están sus llaves, y vamos a guardar sus huellas en la puerta, recuerden limpiar la huella después de entrar o salir.

Después de pasar la tarde recorriendo el apartamento las habitaciones estaban en la primera planta junto con la cocina y una mini sala, ya que arriba esta la habitación del pánico el GYM y un cuarto vacío con una hermosa vista, también un cuarto de juegos y una gran y verdadera sala. Nos mostró los lugares donde estaban los botones de pánico, me despedí de ambos para así encerrarme en mi cuarto y organizar la ropa, y sin esperarlo las lágrimas bajaron por mis mejillas.

-¡oh! cami- sentí los brazos de mi amiga embarazada alrededor de mis hombros- todas pasamos por eso cariño, no es nada nuevo que llores por un hombre- seguía hablando y tratando de que me calmara, pero mi mente jugaba con los recuerdos que tenía con él con la peliteñida.- ¿quieres helado?- eso fue lo que me devolvió al presente.

CAMILA.Where stories live. Discover now