8- puta.

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-pero mira que el vestido te sienta- dijo dándome una larga repasada, muy larga repasada para mi gusto. Ignorando su presencia hice mi rutina, un poco incomoda por la ropa, aplique crema en mis piernas y brazos y peine mi cabello con una trenza, volví a entrar en el baño para colocarme los lentes de contacto, cuando fui por mis tacones, saque la pañoleta y un bolsito de mano, allí guarde la pañoleta.

-¿para qué es eso?-pregunto confundido.

-es mejor prevenir que lamentar- que tal si a este loco se le da por llevarme nuevamente a las peleas, pues para eso es la pañoleta. Me coloque los tacones, son tan altos, logrando que quedara igual de alta a él.

-ya nos podemos ir- dije cuando me aplique desodorante y perfume.

-no te maquillas.-

-no lo hago mucho, vamos, entre más rápido salgamos de aquí más rápido me devuelves mi cadenita y podemos olvidar todo este circo- cojo el bolso también guardando allí mi celular, las llaves, y dinero.

Salió primero dejándome botada, trate de seguir su ritmo, pero era un poco difícil de seguir con los zapatos que me coloque.

-¡oye! por lo menos espérame.- dije cuando por fin llegue al inicio de la escalera.

-no tengo mucho tiempo y tú me estas retrasando.- dijo con enfado.

-tu eres él que me está arrastrando a esta situación yo solo quiero mi puta cadena- estaba ya enfadada. Con las manos en mi cadera y justo en la puerta de entrada.

-no soy un crio para que me hables con esa actitud y apúrate - apenas atine a cerrar con doble seguro la puerta cuando este ya estaba en su carro encendiéndolo.

Llegue y cuando tire la manijera para abrir esta no cedió, toque en la ventana y un no muy contento alix me abrió la puerta.

-gracia- dije sarcástica, abrochándome el cinturón, el camino fue en un silencio un tanto incomodo, y justamente nos dirigíamos a donde me imaginaba, estaciono el auto y bajamos el mismo tiempo.

-¡la tormenta llego!- grito un chico en un grupo que está a pocos metros de nosotros.- y con muy buena compañía- dijo dándome una escaneada que me dio ganas de vomitar.

-déjala- dijo una voz muy conocida, que agradezco a dios escuchar.-hola Camila- dijo Alan dándome un beso en la mejilla.

-será mejor que entremos- dijo alix con un gruñido viendo mal a su hermano, agarro mi mano y me jalo con él, por poco y beso el suelo.

Y lo mismo de la noche pasa, solo que esta vez con mis vecinos y no mi primo, nos acomodamos cerca de la pista de baile y allí duramos un muy buen rato, alix hablaba amenamente con sus amigos y yo me sentía francamente incomoda, estaba solamente de chica florero.

-¿estás bien?- dijo Alan, con una copa en su mano.

-me siento incomoda, y ¿que estas tomando?-

-un combinado, ¿quieres un poco?- no lo pensé dos veces agarre la copa y lo probé.

-quiero uno de esos...-

-pues vamos por uno de estos- nos levantamos a la par

Llegamos a la barra y Alan le pidió el combinado al barman, rápidamente colocaron la copa llena frente a Alan y este me la acerco, le di un sorbo y volvimos donde estaba el grupo de sus amigos.

-cuídala, me voy a alistar- fue lo que alcance a escuchar decir alix a Alan.

-¿va a pelear esta noche?- dije sin dejar de darle sorbos a mi combinado.

-sí, va a pelear con otro cabecilla- dijo sin darle mucha importancia, nos acomodamos en los sillones y allí pasamos más de media hora.

La música se detuvo, y el mismo hombre de la vez pasada se subió al ring.

-Ya es hora- con Alan y el resto de sus amigos nos situamos lo bastante cerca del cuadrilátero.

-¡buenas noches, nos encontramos otra vez aquí para otra noche de diversión!- dijo y todo mundo grito en respuesta- ¡esta noche se juega mucho! ¡Así que demos inicio a esto! – Mientras él decía eso yo sacaba la pañoleta y la apretaba en mis puños- ¡primero tenemos a Nicolás "el demonio" que se enfrenta a alix "la tormenta"!- y me paralicé al ver a mi primo en el cuadrilátero, y las palabras de Alan resonaron en mi cabeza, se va a enfrenar a otro cabecilla.

- ¡has que paren esa pelea!- le grite a Alan asustada

-no puedo hacer eso Camila- contesto él.

-¡que detengas la puta pelea!-estaba comenzando a impacientarme.

-¡que no se puede!- dijo el también desesperado.

-¡me importa una mierda! ¡Mi primo no se va a enfrentar a alix!- a momentos desesperados medidas desesperadas.

Y yo como una loca me estaba subiendo en ese endemoniado cuadrilátero, llegando hasta esos dos locos y parándome en medio de ellos dos.

-disculpe señorita no puede estar aquí- dijo el que hizo las presentaciones.

-¡Camila baja de ahí!- escuchaba los gritos de Alan, hasta que ese mismo se subió en el cuadrilátero.

- qué haces tú aquí- me acuso mi primo.

-ella viene conmigo- dijo alix agarrando mi cintura.

-con que con el habías quedado, tú estás loca o que putas te sucede, no sabes quién es él, no sabes nada de él, y has quedado con él para venir a este lugar, y además vestida como una jodida puta...- y su frase quedo cortada, mi mano picaba y su cara esta volteada, lo había bofeteado y no me arrepentía.

-pues al parecer tampoco sé quién eres tú, al Nicolás que recuerdo, es nada con el Nicolás que esto viendo, y sí quedé con él y qué más da, no lo conozco pero puede ser un amigo en el futuro, tampoco conocía tus amigos cuando vinimos aquí unas noches atrás, y que más da esa es la vida, pero jamás pensé que tu terminarías peleando aquí.

-sabes que, has lo que se te de la jodida gana, cuando él te deseche como al resto, no te humilles, y quítate de en medio este no es tu jodido asunto- me dio una mirada que no supe descifrar, pero me dolieron sus palabras, era con el único familiar por parte de mi padre con el que tenía una buena y estable relación.

-espero que te partan la madre- con la poca dignidad que me quedaba me solté del agarre de alix y baje con Alan, tratando de retener mis lágrimas pero fracase inútilmente.

-¡que empiece la pelea!- dijo el presentador y mi primo y alix se enfrascaron en una pelea, di un último vistazo antes de salir corriendo de allí.

El frio azota contra mi cara y mi cuerpo se estremece fuertemente, soy una mujer débil, durante mucho tiempo cree una máscara y no puedo más, caigo violentamente de rodillas al suelo, soltando lo que he retenido por años, allí en la mitad de una calle oscura y peligro descargo mi alma en el llanto y los sollozos que salen sin control, cuando mi llanto se calmó un poco me senté en el suelo quitándome los tacones, me limpie las lágrimas pero de poco sirvo ya que seguían saliendo por mis ojos, no quería saber de nadie, quería estar sola, aferre mi bolso y zapatos y comencé el camino, sabía que tendría que caminar bastante, más me importo muy poco.

El frio me hacía estremecer tenía mi piel de gallina y unos grandes deseo de dejarme caer en mi cama y no volver a despertarme, los autos comenzaron a transitar más seguido y las calles estaban un poco más iluminada.

-¿Cuánto cobras cariño?-una voz áspera, me imagino que de tanto fumar, se escuchó a mi espalda logrando que mi cuerpo se estremeciera de miedo, no dije nada seguí caminando hasta que sentí una mano cerrarse alrededor de mi brazo- te pregunte algo puta-

-no soy puta y suélteme- respondí sin ganas de nada solo quería llegar a mi casa.

CAMILA.Where stories live. Discover now