7-nuevo amigo.

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-y tu como piensas que entre a mi casa cuando termine las entrevistas- dije cruzando mis brazos

-pues cuando llegues a tu casa me llamas y yo te abro la puerta, además de que me quedo con esto también – saco la cadenita que me regalo mi padre antes de irse- esta noche te los devuelvo pero tienes que acompañarme.

-tengo más opciones- dije por poco rogando.

-no- dijo sin más devolviéndome mi bolso- nos vemos esta noche.- me guiño y se subió al coche que estaba a nuestro lado.

Resignada vi alejarse al lindo coche azul oscuro por la calle, la mañana se pasó rápido, las otras dos entrevistas me fue un poco regulas pero siendo positiva a de conseguir trabajo en alguno de los tres lugares. Con pesadez el poco dinero que me quedaba tome el auto bus que daba a la parada más cerca de mi casa, pero siempre me tocaba caminar alguna cuadras más.

El día estaba muy caluroso y mi cuerpo estaba pegajoso, estaba sudando mucho y tenía mucha hambre, cuando por fin estuve frente a la puerta de mi casa recordé que mi adorado vecino me quito las llaves de la casa, y por incidentes anteriores dejamos de dejar una llave de repuesto fue de la casa.

Toque el timbre de la casa vecina y un joven que no era ni alix ni Alan abrió la puerta, pero tenía un leve parecido con ellos.

-hola linda, en que te puedo ayudar- dijo recorriéndome el cuerpo con su mirada.

-hola de casualidad esta Alan o alix- pregunte verdaderamente incomoda, reacomodando mis gafas.

-pasa, ya llamo a mis primos.- me cedió el paso, y me guio hasta una sala y allí me acomode.- disculpa ¿cuál es tu nombre?

-Camila – respondí simple y sin más él me dio la espalda.

La casa no estaba con gran cosa de decoración, mi celular sonando me saco del análisis de la casa

-alo, ¿con quién?- dije ya que el número no está registrado.

-hola primita, hablas con Nicolás.

-ah, hola ¿Nico que sucede?

-llego en diez minutos a tu casa, nos vemos- sin esperar respuesta de mi parte colgó la llamada.

-¡mierda!, ¡mierda!- dije mientras caminaba por el salón, el tío que me recibió no aparecía y ya me estaba estresando.- bien supongo que tiene la misma distribución que mi casa, a buscar a alix- dije antes de subir las escaleras.

-alix, alix, ¿dónde estás?- decía elevando solo un poco mi voz para que me escuchara, daba los pasos lentos revisando todo lo que podía y efectivamente esta casa tenía la misma distribución de mi casa solo cambiaba el lugar del garaje, me dirigí al que estaba segura que es el cuarto de alix- hola, alix necesito mis llaves-dije tocando la puerta, y como no respondió abrí un poco la puerta lo justo para que mi cabeza entrara

El que supongo es el cuerpo de alix estaba tirado sobre la cama, en bermuda, y vaya que tiene un buen trasero, revise el cuarto y en la mesita junto a su cama estaban mis llaves, con el sigilo de un gato me cole en el cuarto, miraba cada paso que daba no quería despertarlo por algún ruido, cuando estuve lo suficientemente cerca de mis llaves las cogí tratando de hacer el menor ruido con ellas.

-¿Quién eres? y ¿Qué haces aquí?-del susto di un salto y termine cayendo en la cama junto a alix, no era el tío que me recibió en la puerta este sí que se parecía a Alan – te he hecho una pregunta responde.

-déjala es una amiga- la voz ronca de alix sonó a mi espalda y sentí un brazo en mi cintura, el que es muy parecido a Alan salió volviendo a cerrar la puerta.- ¿que necesitas?- dijo sin quitar su mano de donde la poso.

-necesito mis llaves mi primo está por llegar y se preguntara porque no puedo entrar a mi casa y porque estoy en la casa de los vecinos- volví a tratar de levantarme pero esta vez una pierna atrapo las mías

-sabes eres muy cómoda deberías quedarte a dormir conmigo- mis mejillas se sonrojaron inmediatamente- además te dije que yo te abriría la puerta no que entraras a mi cuarto y me saquearas- dijo soltando mi cuerpo, me levante rápidamente.

-¿Dónde está mi cadenita? - esta no estaba con mis llaves.

-te refieras a esto- gire a verlo y tenía mi cadenita colgada en su cuello.

-espero que me la devuelvas, ya me tengo que ir. Esta noche me la vas a devolver- no espere respuesta de su parte y Salí corriendo de esa casa bajo la mirada de los que supongo son el mellizo de Alan y su primo.

-hasta luego- dije cerrando la puerta de su casa y corriendo hasta la mía, abrí rápidamente mi casa y me metí allí para pareces que tenía bastante tiempo, deje el bolso y me senté en el sillón tratando de calmar mi desbocado corazón. A los minutos y cuando he logrado calmar mi ritmo cardíaco el timbre de mi casa sonó.

-hola primo- salude con un beso en la mejilla.

-hola- respondió el saludo y entro- venía a invitarte a un lugar- dijo con una sonrisa radiante- paso por ti a la 8-

-lo siento primo pero he quedado esta noche, así que será otro día-dije asiendo muecas raras con mi cara y manos.

-¿porque estas nerviosa? , y ¿con quién has quedado? – sonó es acusador.

-con un nuevo amigo- desvié la mirada.

- ¿quién es?

-es un nuevo amigo, después te lo presento.-

-está bien, nos vemos entonces- me dio un beso en la frente y se fue, yo subía a mi cuarto y me acosté a dormir.

El sonido de algo rompiéndose me sobresalto, me senté en mi cama y vi los trozos de vidrio del jarrón que tenía cerca de la ventada. Así que no muy contenta me acerque a la ventana percatándome que era de noche y un sonriente alix estaba allí.

-por fin despiertas mujer en una hora nos vamos, usa algo lindo y que resalte ese trasero que tienes, y no te coloques las gafas- dijo y se quedó hay plantado.

-primero: vas a pagar ese jarrón, segundo: yo decido que colocarme o es que vas a venir y seleccionar las cosas, y tercero: te odio por despertarme y yo veré si me coloco o no mis gafas- dicho esto, le di la espalda para meterme a bañar, si quería recuperar mi cadenita tenía que hacer esta noche de acompañante... con esos y más pensamientos termine de ducharme al salir del baño un susto de muerte fue lo que me lleve.

-me gusta este vestido, póntelo- alix analizaba toda mi ropa como si la vida le fuera en ellos.

-¿cómo mierdas has entrado?- digo sujetando más la toalla a mi cuerpo.

-tengo mis trucos.

-pero eso no te da permiso ni derecho de entrar así a mi cuarto- digo enfadada quitándole el vestido de la mano- y no pudiste elegir otro vestido más corto.

-no es mi culpa es lo que tienes en tu guardarropa así apúrate, yo ya estoy listo solo faltas tú, o no quieres tu cadenita devuelta.- dijo acomodándose en mi sillón junto a la ventana- apúrate que no tenemos toda la noche- refunfuñando agarre un conjunto de ropa interior de encaje negro, las mujeres y el encaje nos llevamos muy bien no es solo por los hombres, que quede claro, me encerré en el baño para poder vestirme tranquila, una vez con la ropa en su lugar Salí para poder peinar mi cabello ya que tengo todo fuera.

 

CAMILA.Where stories live. Discover now