Paz

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Se había arrepentido de años atrás haberle negado un "sí" al menor que enamorado se había confesado ante él, pues en todo ese tiempo que había pasado el corazón de ambos parecía haberse mantenido conectado.

Observó al joven a su lado, el cual fijaba su vista en la pantalla, le miró de reojo intentando pasar desapercibido y suspiró, Himchan se veía más atractivo que años atrás y aún conservaba esa parte de su inocencia y niñez que tan especial le hacía, sonrió, no pudo negarse a hacerlo cuando su mente solo pensaba en el menor y en los recientes sentimientos que acaba de descubrir que seguían ocultos dentro de él.

Miró los labios ajenos y se le antojaron estos, pero no se animó, mentiría si dijera que no quería besarle pero ¿cómo lo tomaría el otro? Que tonto, seguro Himchan le mandaba lejos por haberle rechazado antes. Además, como Himchan temía de Daehyun y Jongup, así también temía Yongguk, ¿y si por un amor arriesgaba todo? En el pasado no lo había hecho ¿por qué ahora sí quería? ¿Qué había cambiado?

Él sabía la respuesta a eso, un amor duradero, firme y tangible no tenía nada que ver a un sentimiento fresco como el que había manifestado Himchan hacía años. Y eso generaba seguridad.

Negó para sí mismo y volvió la vista a la película, no podía, no debía, solo parecería que estaba jugando con los sentimientos del menor. 

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Pero lejos de allí, Daehyun había sido más valiente que cualquiera de los dos mayores, su corazón lo había llevado hasta Jongup y había luchado por él y seguiría luchando hasta el final, porque además ahora el menor le correspondía.

La cobardía no existía en ese corazón que latía ferviente por el joven a su lado, quien jugaba a vencerle en un videojuego mientras los restos de pizza se enfriaban sobre una mesita junto al sofá y ellos se encontraban tirados en el suelo sobre varios almohadones.

El mayor se perdía a veces echándole fugaces vistazos a Jongup y se dejaba embelesar por aquella cómica risa y la expresión de felicidad en su rostro, tanto así que quedaba en desventaja en el juego hasta que por fin la pantalla indicó game over para él, siendo Jongup el vencedor.

— Tramposo. — Reprochó y el joven le miró sin comprender. Daehyun le arrojó un almohadón y Jongup se atajó para devolvérselo, iniciando así, entre risas una pelea de almohadones.

Cuando la pelea frenó Daehyun se quedó pensativo unos momentos, observó al menor quedándose callado y el otro se sintió algo intimidado.

— ¿Sucede algo? — Preguntó ante el silencio.

— Nunca me dijiste sobre lo que ocurrió en tu primer beso. — Recordó, no sería honesto si dijera que se había olvidado de aquello.

Lo que en un momento le dio felicidad ahora le fundaba un poco de celos, otro hombre había besado a su Jongup antes que él.

Never give UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora