Viviendo un sueño

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A partir de que Blake me pidió que organizara la boda no tuve un momento tranquilo. Cada dos o tres días iba a ver a mi hermana que no mejoraba ni empeoraba. La infección había tomado parte de sus meninges y los médicos probaban con diferentes antibióticos aunque no encontraban nada que durara y la beneficiara.

Milva, Indra y Casandra estaban tan entusiasmadas como yo con la boda. Entre todas me ayudaron a organizar algo. No quería una gran boda de cuento. Solo quería algo sencillo con la gente que amaba y con mi marido.

Elegí un vestido de una amiga de Indra que es diseñadora.

Es sencillo. Con escote corazón y seda trasparente. Se ajustaba hasta mi cintura y luego se abría en capas de gasa blanca transparentes hasta llegar a una de seda opaca. Los zapatos eran blancos con una flor en el talón plateada. Todo el conjunto era muy romántico y hermoso.

Además fuimos con Casandra a una tienda de ropa interior muy conocida y compre un conjunto muy sexy para sorprender a Blake cuando me quitara el vestido.

A todo esto se sumó algo inesperado.

Blake estaba cerrando el trato con los franceses y pactaron una reunión en Londres en el ambiente de una convención de negocios para ultimar los detalles. Así que Blake usando este nuevo valor decidió ir con Mark para dar por primera vez la cara y sorprender a la otra empresa.

Así que la última semana antes de nuestra boda Blake viajo. La noche anterior tuvimos un caliente encuentro en el invernadero justo en el mirador en donde habíamos colocado con Milva unos sofás y una chaise longe. Tomamos champaña y comimos unos bocadillos y al final hicimos el amor con la luna de testigo.

Fue mágico.

Al otro día desayunamos temprano y Hammer lo llevo junto con Mark al aeropuerto.

Nos quedamos con Milva y después de que ella se fue me quede sola. Extrañando a Blake más que nunca.

Jamás me había quedado completamente sola en la casa y era sobrecogedor y a la vez excitante. Vague por todos lados reconociendo cada rincón. Por la noche no me sentí insegura. Los guardias estaban apostados en las entradas de la casa y el perímetro las 24 horas. Una de las empresas de Blake se dedicaba a seguridad personal y casi todos eran retirados del ejército o la marina así que eran hombres disciplinados. Aun así todas los días y las noches yo llamaba a un servicio de cafetería que les repartían a los hombres bocadillos y café cada tres horas. La principio a Blake no le gustó mucho la idea pero él explique que hombres bien comidos y con café estarían más atentos a sus trabajos que pensando en el hambre y en el frio y me dio la razón.

Blake me llamo esa noche. Lo extrañaba tanto que dolía.

_ te prometo que después de la boda me tomare unas semanas de descanso y viajaremos por el mundo._ me dice_ Mark me hablo de un crucero privado que puedo alquilar, va por las costas griegas, después por diferentes lugares de Europa. Te prometo que seremos tu y yo por semanas y te amare por cada día que estamos separados, te lo prometo_

Y con esa promesa cerré los ojos y nos soñé juntos.

mo

The Beauty of the beastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora