Capítulo 3

47 6 0
                                    

No había respuesta más clara que la expresión de Tsukishima, aun así muy amablemente se tomó el trabajo de contestar “Espero que no mueras. Nos vemos” Y paso de largo junto a Kuroo quien estaba de brazos cruzados recostado contra su deportivo “¿Eh? ¡Pero qué carajo crees que haces! Este debería ser un sueño hecho realidad para ti gafas ¡Para cualquiera!” Tsukishima ni siquiera se molestó en darle la cara, así se enojaba más “El auto quizás; tú como chofer, nunca” Agarró su bolso y lo acomodo en su hombro, dejando su mano reposando sobre este y la otra en el bolsillo de su pantalón “Ya te dije que entiendo perfectamente cómo funciona” Respondió Kuroo frustrado dando pesados pasos en su dirección hasta que se adelantó y se paró frente a él, Tsukishima trató en vano de desafiarle con la mirada, finalmente girando sus ojos y aceptando que si o si terminaría en ese auto.

 Al menos agradecía que no estaban en el ajetreado parqueadero, sino un par de calles fuera del instituto, y como sea la gente se fijaba en el auto, no en el par “No importa, sigues viéndote ridículamente aterrador tras el volante” Kuroo dejo caer sus hombros y su mirada, exhalando una larga queja, sinceramente desanimado “Ahhh, después de que me tome la molestia de venir a recogerte justo fuera del instituto, deberías estar gritando como una colegiala o algo ¡No puedes pagarme así Tsukishima! ¡Te subes al auto o me das, este eh, 20 dólares!”  Pues no era mucho en realidad, Tsukishima enserio consideró darle el dinero, pero honestamente no valía la pena, eso definitivamente no iba a callar a Kuroo “Agh, bien pues, pero no te atrevas a poner música” Dijo Tsukishima tratando de sonar tan molesto como pudo. Que Kuroo lo llevara a casa no habría sido del todo malo, pero quería irse caminando esta vez, por razones que nunca le contaría a su amigo, comenzando porque ni el mismo quería aceptarlas como tal. –Jee je je. ¿El invitado es siempre el DJ no? Sonrió Kuroo abriendo la puerta del piloto.

Tsukishima se ajustó el cinturón de seguridad, con algo más de cuidado que de costumbre. No iba a negar lo increíblemente amplio y cómodo que era el interior, pero tampoco se lo iba a decir al chofer. Eligio dejar las oscuras ventanas cerradas y encendió la radio, dejando la canción que fuera que estaba sonando, entre electrónica y rock, como música de fondo. Prefería un viaje tan silencioso como fuera posible, o bien escuchar su propia música en sus nuevos auriculares, pero no encender el audio solo invitaría aún más a Kuroo a iniciar una conversación en algo que muy seguramente molestaría a Tsukishima, y ponerse los auriculares solo sería desafiarle y hacer que terminaría quitándoselos e iniciando alguna pelea. O bien los lanzara fuera del auto, ya había pasado.

Tsukishima sabía que hoy tenía algo más de responsabilidad como amigo ya que Kenma no estaba y eso siempre era algo malo. No le importaba especialmente, pero era él quien terminaba lidiando con un aburrido, molesto y oscuro Kuroo. Hasta triste a veces.  “¿Y Kenma? ¿Lo espantaste con la idea del auto?” Y Kuroo oscureció su expresión aún más “Ah, creo que lo llamó una tal Renata” Respondió tratando de sonar alegre a la vez que innecesariamente le daba la espalda a Tsukishima para ver mejor por la ventana y dar reversa “Hm” bufó Tsukishima, era obvio que eso le molestaba a Kuroo mucho más de lo que iba a admitir, y era terrible tratando de pretender que no le importaba.

Ciertamente cada vez era más torpe ocultándolo, ya fuera porque cada vez le molestaba más, o bien porque comenzaba a abrirse un poco con Tsukishima respecto al tema, quizá sin darse cuenta “Uh ¿Otra vez tarde de amigos con Hinata? Awww” Comentó con un tono cruelmente divertido. Pues bien, Tsukishima había decidido que mientras Kuroo tratara de hacerse el tonto con la situación él también iba a aprovechar para joderlo, la irritabilidad de Kuroo en momentos así era algo que Tsukishima tenía el deber de aprovechar. Kuroo golpeteo sus dedos en el volante un par de veces, su cabeza ligeramente girada hacia la ventana así que Tsukishima no podía ver su cara, menos con el desorganizado flequillo que le cubría, pero no era necesario para notar lo tenso que lo había puesto. Bien.  Kuroo estuvo así un par de segundos, hasta que de golpe alzó a ver a Tsukishima con esa complacida y desafiante sonrisa de siempre “Ja sí, es bueno que ese pudin salga de esa burbuja de videojuegos de vez en cuando, ¿No crees gafitas?” Y arrancó el auto, tan imprudentemente como de costumbre, aunque con algo más de habilidad que cuando apenas lo había comprado.

Adorables Puntos Plateados (Lovely Silver Dots)Where stories live. Discover now